La tradicional capacidad de ahorro de las familias ha disminuido debido, entre otras razones, a la inflación galopante y al importante incremento de las hipotecas. El continuo aumento del precio de los alimentos, de la energía, de los combustibles y del recibo mensual de la hipoteca sigue destruyendo a la castigada clase media española.

En la época de verano los gastos en ocio aumentan por las vacaciones, los viajes y el buen tiempo, creando un ambiente caracterizado por la aparente ausencia de problemas económicos de toda índole. Sin embargo, a pesar de que la gran mayoría de los analistas hayan augurado cifras récord para la época estival, en un contexto económico que continúa marcado por la inflación y la incertidumbre, no se puede olvidar que la sociedad española sigue en la senda del empobrecimiento progresivo. 

Una prueba de dicho empobrecimiento se halla en el descuadre de los presupuestos familiares. Según un informe elaborado por el profesor de IESE José Luis Nueno con la Asociación de Empresas de Gran Consumo (AECOC), los españoles gastan, de media, más dinero del que reciben. En particular, el déficit doméstico se encuentra en los 2.781 euros al año para un salario medio de 19.817 euros y unos gastos de 22.598 euros.

A partir del análisis de las intenciones de los consumidores –lo que quieren hacer– y hasta 199 millones de actos de compra de 250.000 consumidores entre enero de 2022 y abril de 2023, el autor extrajo que más del 50% de los consumidores han recortado gastos. No obstante, a causa de la inflación y de la subida de tipos de interés, el gasto en partidas no discrecionales ha aumentado un 8,9%, liderado por el incremento del gasto dedicado a hipotecas y créditos (13,1%) y al pago del alquiler (12%), circunstancias que explicarían en buena medida la pérdida de la estabilidad presupuestaria de las familias. 

Entre las categorías donde más recortes han hechos los españoles para hacer frente al coste de la vida se encuentran el delivery, educación y cultura o peluquería y salones de belleza. Por el contrario, las categorías discrecionales que más han crecido son moda, calzado y restaurantes. En cualquier caso, el informe revela que casi la mitad de la población se siente empobrecida y se declara preocupada por el impacto en su economía de la subida de tipos de interés (69%) y por la persistencia de la inflación (55%).

Por el momento, según explica el autor en su estudio, la diferencia de 2.781 euros está proviniendo mayormente de ahorros y créditos y, en menor medida, de ayuda familiar. Es cierto que durante la pandemia las familias alcanzaron niveles de ahorro extraordinarios, pero ese baipás no durará para siempre y así lo muestra la modesta tasa de ahorro del 0,9% del primer trimestre del año 2023 publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Es más, según los datos revelados recientemente por el Bando de España, desde el inicio del 2023 el dinero que los hogares españoles mantienen en depósitos bancarios ha sufrido una caída del 2%, siendo su principal explicación, la presión inflacionista y de la subida de las hipotecas que merman la liquidez mensual de los hogares.

En definitiva, la hucha de las familias languidece y los salarios no están absorbiendo la inflación, por lo que a los ciudadanos les cuesta cada vez más cubrir sus gastos.