Ana Pontón y Ana Miranda desarrollaron un engaño masivo a su electorado sabiendo que los votos obtenidos servían para fortalecer el nacionalismo catalán y vasco.

Entiendo que cada vez que hablamos del BNG no es para dar buenas noticias y eso excita el ánimo de los hooligans nacionalistas, pero hay que reconocer que ha sido antológico el último deepfake de Ana Pontón, líder condicionada por la “Junta de Coroneles” de la UPG y del sindicato CIG, y de su candidata Ana Miranda, que realizó en 2013 una encendida defensa de la dictadura de Chávez y Maduro.

Es sabido que en las elecciones europeas se vota en circunscripción única en toda España – lo que debería de extenderse a las elecciones generales también – y eso resta posibilidades a los partidos nacionalistas para obtener representación. Debido a esto, los independentistas catalanes de ERC, los filoetarras de Bildu y los nacionalistas gallegos del BNG se presentaron en una candidatura conjunta bajo las siglas Ahora Repúblicas. Tiene su lógica, porque son tres formaciones políticas que quieren separar sus territorios del resto de España, imponer sus idiomas y desarrollar una estrategia supremacista y xenófoba.

En 2019, Ana Miranda (BNG) alterno el escaño en la Eurocámara con Pernando Barrena (Bildu), pero Ana Pontón aseguró que esta vez el escaño que se obtuviese sería para la eurodiputada gallega en exclusiva

Ya informamos sobre el apoyo incondicional de Ana Pontón y Néstor Rego a los terroristas de ETA, mediante la presencia de una representación en la manifestación de Bildu en la que exigió la liberación de los etarras que asesinaron a 858 personas inocentes. También su apoyo explícito a la amnistía que borra los delitos de los prófugos catalanes, votando a favor en el Congreso de los Diputados, y su defensa del derecho a la independencia de Cataluña, País Vasco y Galicia.

En 2019 Ana Miranda (BNG) y Pernando Barrena (Bildu), terrorista condenado por pertenencia a ETA, hicieron un cambalache electoral y se repartieron el tercer escaño del Parlamento Europeo logrado por la coalición de ERC, Bildu y BNG. El abertzale dimitió en septiembre de 2022 para que Ana Miranda pudiese ocupar su lugar y continuó como asesor de la gallega en Bruselas, con un sueldo ajustado a sus “méritos”. 

Ana Pontón negó, de forma reiterada, que el BNG compartiese escaño con ERC o Bildu y en la noche del domingo afirmó que “por primera vez desde 1999, el BNG tiene escaño en la noche electoral en unas europeas”

Por lógica, este sistema continuaría en las elecciones europeas de 2024, pero Ana Pontón y Ana Miranda vendieron otra “película” para captar a los incautos electores: Ana Miranda sería, por fin “A voz galega en Europa”. Es decir, que ERC tendría su representante, Bildu el suyo y el BNG tendría a Ana Miranda como defensora de la identidad y supremacía gallega en Europa. Se tiraron toda la campaña electoral con esa matraca, dándose aplausos por el hito histórico que cumpliría el BNG al lograr voz propia de Galicia en el Parlamento Europeo.

Es más, durante las tres semanas de campaña electoral, a las preguntas de los medios de comunicación sobre si se alternaría dos años el escaño obtenido por el BNG con ERC o Bildu, negaron esa realidad de forma reiterada, y aseguraron que, por primera vez en 25 años, el BNG tendría eurodiputado durante 5 años. Sólo un desliz de ERC permitió descubrir la enorme mentira y comprobar que, los escasos votos obtenidos por los nacionalistas gallegos no lograron que obtuviesen un escaño durante toda la legislatura europea. Mintieron a su electorado y engañaron a todos los gallegos.

El mismo lunes, al día siguiente de la noche electoral, los nacionalistas gallegos tuvieron que reconocer que el acta de Ana Miranda pasará a ERC a mitad de la legislatura, destapándose así el gran engaño

Ahora Repúblicas, finalmente, ha obtenido tres eurodiputados: Diana Riba, de ERC; Pernando Barrena, de Bildu, y Ana Miranda, que se repartirá el acta con el Tomàs Molina, de ERC. Por cierto, como pueden comprobar en la foto que ilustra esta información, la papeleta que han votado los gallegos no ha sido la de Ahora Repúblicas con el orden real de los candidatos y los partidos a los que representaban, ha sido la papeleta del BNG, para que los votantes creyesen que la cabeza de lista era Ana Miranda. Otro burdo engaño en el que han caído miles de confiados votantes.

El BNG apoya la liberación de presos etarras, la amnistía de los golpistas catalanes y la investidura de Sánchez sin obtener nada a cambio para Galicia. Ahora toca comprobar si apoyará la condonación de la deuda de 15.000 millones a Cataluña, que tendrán que pagar los gallegos solidariamente

El engaño ha sido tan burdo que tras celebrar durante la noche electoral del pasado domingo que “por primera vez en 25 años” el BNG obtenía escaño en la Eurocámara, el mismo lunes, al día siguiente, tuvieron que reconocer que el acta de Ana Miranda pasará a ERC poco después de la mitad de la legislatura. Bochornoso.

Foto. Los votantes que apoyaron al resto de formaciones políticas sabían a quién estaban eligiendo, pero el BNG desarrolló un gran engaño porque sus votos, al final, fueron mayoritariamente para los eurodiputados de ERC y Bildu

En conclusión, los 179.905 votos obtenidos por el BNG en las elecciones europeas del pasado domingo son la demostración que Ana Pontón, Ana Miranda y todos los dirigentes del BNG son unos tramposos, que no dudan en engañar a los gallegos con el único fin de construir un relato falso. 

Al final, la realidad es que han trabajado a destajo para que los independentistas catalanes y los filoetarras de Bildu sean más fuertes en Europa y, en consecuencia, el nacionalismo gallego será una formación política de tercera división. Solo falta comprobar si el BNG votará a favor de la condonación de 15.000 millones de la deuda catalana, anunciada por la ministra María Jesús Montero, y asumir que una parte la pagaremos entre todos los gallegos.