El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha abandonado a su suerte a los ganaderos con esta enfermedad grave que afecta a las vacas y que llegó a España en 2022.

Jesús de la Iglesia Barrientos (Veterinario)

Esta dolencia, de nombre tan complicado de pronunciar, afecta a vacas y otros herbívoros salvajes y tiene un cuadro en el que, frecuentemente, aparecen hemorragias generalizadas. Aparece en forma de brotes en determinadas zonas geográficas, fundamentalmente en verano, y es responsable de importantes pérdidas económicas en el sector del vacuno.

Se describió por primera vez en 1955 en Estados Unidos (New Jersey) afectando a ciertos tipos de ciervo de la zona. En 1959 ya estaba en Japón, año que causó al menos la muerte de 4.000 vacas, afectando a gran número de explotaciones. En 1982 estaba en Australia y definitivamente el 25 de octubre del 2021 ya se declaró el primer brote en Europa (Cerdeña y Sicilia), a donde saltó desde Túnez, donde ya había el serotipo 8 del virus causante. En España tenemos constancia de la enfermedad desde finales del 2022, cuando tuvimos ya dos brotes en el sur de la península. En este momento, ya está distribuida por todo el mundo. 

La enfermedad, que no afecta a los humanos, apareció en Estados Unidos en 1955 y llegó a España en 2022, causando importantes pérdidas económicas al sector del vacuno

Para tranquilidad de los consumidores, esta enfermedad no puede transmitirse a los humanos. El agente patógeno es un virus del género Orbivirus, que se transmite de vaca a vaca por la picadura de un mosquito del género Cullicoides . Este mosquito puede picar no solo a vacas sino a otros rumiantes salvajes, pudiendo actuar estos últimos como reservorio de la enfermedad. Aunque afecta de forma más importante al ganado en extensivo (al aire libre), el ganado estabulado, concretamente las vacas de leche de raza Hosltein, son especialmente sensibles, dando lugar a un cuadro que, con mucha frecuencia, se resuelve con la muerte del animal. 

Es una enfermedad muy grave, sobre todo para el ganado estabulado, a pesar de lo que declara el Ministerio de Agricultura, que no financiará la vacuna que estará disponible a finales de verano

No hay un solo síntoma que defina la enfermedad. Cuando el cuadro es grave, los animales se los ha llegado a describir como las “vacas infinitamente tristes”. Cuando entra en una explotación, se pueden ver afectados hasta un 20% de los animales y morir hasta el 7%. Es una enfermedad muy grave, a pesar de lo que declara el Ministerio de Agricultura. En Galica, este año, los brotes se han circunscrito a la provincia de Ourense, pero no estamos libres de que el mosquito se propague más tarde este año o vuelva con fuerza el año que viene.  

Esta enfermedad, como sucede como casi todas las enfermedades víricas, no tiene ningún tratamiento más allá del apoyo a la sintomatología que vaya apareciendo

A finales de este verano ya habrá a disposición de los ganaderos una vacuna para el serotipo 8, que es el que nos afecta a nosotros. Todavía no sabemos qué papel va a jugar esta vacuna en la gravedad y la extensión de los brotes. Paradójicamente, la administración no correrá con los gastos de la vacuna y no va a ser obligatoria. De la misma manera, son los gobiernos regionales los que se están haciendo cargo de los costes de las indemnizaciones por el sacrificio o muerte de los animales afectados. Como en tantas otras ocasiones, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ni está ni se le espera en este grave problema.