Galicia precisa 110.000 donaciones de sangre cada año para que los hospitales puedan ayudar a miles de pacientes cada día a recuperar la salud.
La donación de sangre es un acto de generosidad que refleja el poder del altruismo humano. Al donar sangre, una persona ofrece una parte de sí misma para salvar vidas, sin esperar nada a cambio. Este simple gesto tiene un impacto profundo, ya que puede ayudar a personas en situaciones críticas, como accidentes, cirugías o enfermedades graves.
Beneficios
- La donación de sangre y componentes sanguíneos salva vidas. Una sola donación de sangre puede ayudar hasta a tres personas enfermas, ya que se obtienen tres componentes de la sangre – glóbulos rojos, el plasma y las plaquetas – que se utilizan para tratar diferentes problemas de salud.
- También contribuye al fortalecimiento de la comunidad. Donar sangre es una forma directa de contribuir al bienestar de la sociedad y a la sostenibilidad del sistema sanitario. Sin donación de sangre no se pueden realizar una gran parte de las intervenciones quirúrgicas, ni atender las urgencias graves, ni ayudar a los enfermos de cáncer y leucemia, ni realizar trasplantes de órganos o de médula ósea, por ejemplo.
Pueden donar sangre las personas que tengan buena salud, entre 18 y 65 años, que pesen más de 50 kg y que no hayan padecido enfermedades transmisibles por la sangre
- También mejora de la salud del donante. Aunque el principal objetivo es ayudar a los demás, estudios sugieren que la donación de sangre puede tener beneficios para la salud del donante, como la reducción del riesgo de enfermedades cardíacas y la renovación de las células sanguíneas.

Foto. Las personas que acuden a donar sangre son atendidas por personal sanitario, que les realiza una entrevista previa de salud
Altruismo
El altruismo es una de las motivaciones más puras para donar sangre, ya que los donantes realizan su aportación sin conocer a los beneficiarios, lo que demuestra una profunda empatía y una voluntad de ayudar desinteresadamente. Este altruismo crea un círculo virtuoso, donde un acto de bondad inspira a otros a hacer lo mismo, fortaleciendo el tejido social y promoviendo la solidaridad.
Con este sencillo gesto, los donantes pueden generar un gran impacto en la vida de quienes más lo necesitan, ya que la sangre no se puede fabricar y sólo se puede obtener de las personas que deciden dar ese paso y hacen del mundo un lugar más humano.
Los sistemas de donación de sangre alrededor del mundo, principalmente regulados por organismos como la UE y por organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS), buscan fomentar la donación voluntaria y no remunerada.
Para saber dónde se desplazan diariamente las 10 unidades móviles de donación de sangre en Galicia o los horarios de atención en los locales de los hospitales en las grandes ciudades, se puede llamar al teléfono gratuito 900 100 828
Sin embargo, es común que se ofrezcan ciertos incentivos simbólicos para agradecer y motivar a los donantes sin desvirtuar el propósito altruista:
- Certificados y medallas: En muchos lugares, los donantes frecuentes reciben certificados de reconocimiento, medallas o placas conmemorativas. Estos gestos son una forma simbólica de agradecer su contribución.
- Pequeños obsequios: Es común que después de donar sangre se ofrezcan pequeños obsequios de bajo valor, como camisetas, tazas o bolígrafos con el logotipo del Servicio de Transfusión. Estos no tienen un valor monetario significativo y simplemente son un gesto de agradecimiento.
- Alimentos y bebidas: Proporcionar refrigerios (agua, zumos, galletas, etc.) es una práctica común en los centros de donación. Esto es una medida para cuidar la salud del donante y ayudarlo a recuperarse tras la donación.
- Beneficios relacionados con la salud: Algunos países permiten realizar exámenes de salud básicos (como controles de presión arterial, análisis de sangre para ciertos marcadores) como una forma de seguimiento al bienestar del donante, pero esto debe hacerse de manera discreta y como parte del proceso de cuidado.

Foto. En Galicia se necesitan cada día más de 400 donaciones de sangre para atender urgencias, intervenciones quirúrgicas y trasplantes
Lo que no está permitido
- Remuneración económica: Pagar a los donantes en efectivo o con bienes de valor significativo está estrictamente prohibido en la mayoría de los países. Esto podría desvirtuar el acto altruista, poner en riesgo la seguridad de la transfusión de sangre y abrir la puerta a donaciones motivadas por la necesidad económica, más que por el deseo de ayudar.
- Incentivos que promuevan el lucro: Cualquier tipo de incentivo que pueda interpretarse como una transacción económica (descuentos en productos comerciales, servicios gratuitos de alto valor, etc.) está prohibido, ya que el sistema de donación debe evitar todo rastro de comercialización.
Consideraciones éticas
El principio ético detrás de estos límites es que la donación de sangre debe ser voluntaria y altruista, no un intercambio económico o con fines personales. Si se ofrecen compensaciones significativas, existe el riesgo de que las personas se sientan presionadas a donar por razones equivocadas, lo que podría comprometer la seguridad y calidad de la sangre recolectada.
Como norma general está permitido ofrecer pequeños gestos de agradecimiento a los donantes, pero cualquier tipo de compensación que implique un valor económico considerable o que transforme la donación en un intercambio comercial no está permitido. La clave es mantener el acto dentro de un marco altruista y voluntario.

Foto. En Galicia se realizan cada año más de 200.000 intervenciones quirúrgicas y muchas de ellas precisan glóbulos rojos que se obtienen de la donación de sangre
La presión de la industria farmacéutica para que se permita la donación de sangre retribuida, para obtener medicamentos a partir del plasma sanguíneo, ha sido un tema controvertido en el ámbito de la salud pública. Aunque en la mayoría de los países la donación de sangre y sus derivados es voluntaria y altruista, la industria farmacéutica ha presionado para que se permitan donaciones retribuidas en el caso del plasma, un componente clave en la producción de medicamentos biológicos, lo que ha llevado a un creciente interés en su obtención, dada la alta demanda mundial.
Las organizaciones de salud pública, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Organizaciones de la Cruz Roja y de la Medialuna Roja, generalmente desaconsejan la donación retribuida, citando razones éticas y de seguridad transfusional y abogan por la donación altruista y voluntaria.
La OMS recomienda la donación de sangre altruista y voluntaria, como se realiza en España, y desaconseja la donación retribuida por razones éticas y de seguridad transfusional
La retribución puede corromper el principio altruista de la donación de sangre y plasma. Este cambio en la motivación puede crear desigualdades, donde las personas más necesitadas económicamente sean más propensas a donar sangre, lo que abre la puerta a la explotación.
Algunos estudios sugieren que las donaciones retribuidas pueden aumentar el riesgo de donaciones no seguras, ya que algunos donantes podrían ocultar información sobre su salud para obtener la compensación económica.

Foto. La mayoría de los países impulsan la donación voluntaria y altruista
A nivel mundial, la mayoría de los países siguen las recomendaciones de la OMS y prohíben la donación retribuida de sangre. Sin embargo, existen excepciones para el plasma, donde algunos países permiten la compensación monetaria, argumentando que el proceso de extracción es más complejo y largo. Estados Unidos es el principal ejemplo de un país donde se permite la donación retribuida de plasma, lo que ha convertido al país en uno de los mayores exportadores de plasma del mundo.
La mayoría de los países europeos sigue el modelo de donación voluntaria, aunque algunos permiten compensaciones modestas o incentivos no monetarios por la donación de plasma.
La presión de la industria farmacéutica para permitir la donación retribuida se debe principalmente a la creciente demanda de productos derivados del plasma, la eficiencia en la producción y la competencia en el mercado global.
Sin embargo, existen importantes consideraciones éticas, de seguridad y de justicia social que han llevado a que las organizaciones de salud a seguir abogando por un sistema de donación voluntario y altruista.