Peino ya bastantes canas y he visto cómo evolucionaba la ciudad. En los últimos años veo que no se está haciendo de forma correcta el mantenimiento de las calles, aceras, parques y jardines de la ciudad. La desidia nos invade y deteriora los espacios públicos.
Los políticos sólo quieren vender grandes obras – ahora le toca a San Andrés y Los Cantones – y abandonan el trabajo diario que es obligatorio realizar para conservar en buen estado nuestros barrios.
Un ejemplo claro de que mi afirmación es cierta se muestra en las fotos que les envío sobre la calle Real. Una ruta que recorren a diario miles de coruñeses y de personas que nos visitan. Es como el salón de nuestra casa. Debería de estar en excelentes condiciones, como el resto de las calles de la ciudad, pero, por desgracia, la desidia de esta alcaldesa prepotente e indolente que sufrimos en La Coruña la ha convertido en una corredoira.
El año pasado ya denunció en este medio de comunicación el estado de abandono de la calle Real, pero no parece que los responsables de poner remedio les haya apetecido hacer el trabajo por el que le pagamos un generoso sueldo.
El problema es que nos quedan todavía tres años de padecer a esta señora que tiene el “honor” de ser la peor alcaldesa de la historia de la ciudad.
PMN (La Coruña)