La falta de debate constructivo degrada la calidad del debate democrático y provoca polarización en la sociedad.

En España, la crispación política se ha visto reflejada en los intensos enfrentamientos entre los principales partidos, PSOE y PP, en el Congreso y el Senado. Estos enfrentamientos han sido criticados por su tono agresivo y la falta de debate constructivo, lo que, según algunos, degrada la calidad del debate democrático y crea un ambiente de polarización en la sociedad. 

Es muy preocupante que los ciudadanos lleven hasta el extremo el duro enfrentamiento que protagonizan los rivales políticos

Los ciudadanos “copiamos” esa crispación y la llevamos a extremos impensables, reflejando en nuestras vivencias lo que es una constante en la vida política. El problema estaría en aquel concepto de “quién ha tirado la primera piedra”. Es muy difícil determinar en qué momento y el motivo de tal situación.  No obstante, si el ciudadano observa que quien gobierna (el que sea), promete una cosa y hace la contraria sin dar más explicaciones que la de que “he cambiado de opinión”; es entonces cuando en realidad todo se convierte en crispación al acumularse lo de “Y tú más”. 

El incremento de la crispación comenzó con el Pacto de Tinell, donde se decretó un cordón excluyente al Partido Popular

Personalmente, opino que el nacimiento que ha dado lugar a esta situación nace del llamado “Pacto del Tinell”. El acuerdo incluía una serie de medidas políticas y sociales, así como compromisos específicos de gobernabilidad y cooperación entre los partidos firmantes. También se destacó la exclusión del Partido Popular (PP) de cualquier acuerdo de colaboración.  

Salvador Illa ha declarado que, habiendo ganado las elecciones, tiene la legitimidad para gobernar en Cataluña. Este triunfo se interpreta también como un respaldo a las políticas de distensión y diálogo del gobierno central liderado por Pedro Sánchez. Criterio este que no admite cuando en las elecciones generales las elecciones las ganó el PP. 

El PSOE reclama su legitimidad para gobernar en Cataluña por ser el partido más votado, pero no aplica la misma regla en España

La crispación alcanza límites increíbles con el fiscal general del Estado, al servicio del Gobierno, como él mismo reconoce. El Tribunal Supremo de España ha sido el encargado de anular el nombramiento de Dolores Delgado como fiscal de Memoria Democrática, una decisión que ha generado una considerable controversia y ha llevado a múltiples solicitudes de dimisión del fiscal general del Estado. En resumen, las decisiones judiciales recientes han puesto en entredicho la gestión de Álvaro García Ortiz como fiscal general, llevando a crecientes demandas de su renuncia por parte de diferentes sectores políticos y judiciales. 

El Tribunal Supremo ha anulado el nombramiento de Dolores Delgado como fiscal de Memoria Democrática, un nuevo revés para Álvaro García Ortiz, fiscal general, que no se plantea dimitir por este nuevo bochorno

Actualmente, Argentina y España están atravesando una crisis diplomática significativa. La tensión comenzó cuando el presidente argentino, Javier Milei, hizo comentarios despectivos sobre Pedro Sánchez, el presidente del gobierno español, y su esposa, Begoña Gómez, llamándola “corrupta”. Recientemente, Óscar Puente, generó controversia al sugerir que el presidente argentino Javier Milei consume drogas y, rápidamente, provocó una respuesta fuerte por parte del gobierno argentino. 

El ministro Óscar Puente sugirió que Javier Millei consumía drogas y el presidente argentino respondió llamando corrupta a Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez

Begoña Gómez no tiene cargo político alguno y no debe ser motivo de romper relaciones con un país hermano. Como tampoco, el Sr. Milei debe mencionarla y provocar tal reacción de su enamorado esposo, que es el presidente del Gobierno. Sin tomarse unos días para reflexionar. 

Rebajemos la crispación.