Quiero mostrar mi indignación por la crónica de una muerte anunciada. Hoy toca la ruta de las palmeras, desgraciadamente, muertas. Envío fotos de algunos ejemplares, por ejemplo, de una que se encuentra en la plaza de San Pablo. Es la primera que talan, pero estoy segura de que el resto correrán la misma suerte.

Las otras fotos son de las palmeras que están al lado del Playa Club y también enfrente del Palacio de los Deportes. 

La ineptitud de los gobernantes municipales, primero con el desaparecido gobierno de La Marea y ahora con la ilustre alcaldesa gruñona, ha provocado, por desgracia, esta desaparición que, parece, llegará a todos los ejemplares que hay en nuestra hermosa ciudad. Este símbolo está condenado a desaparecer. Indignante.

MOP (A Coruña)