Inés Rey y Lage Tuñas han dilapidado 60 millones de euros en el desastre de gestión de recogida y tratamiento de basura.

Corrían los años setenta cuando en el primer canal de TVE se emitía una serie teatral titulada “tres eran tres”.  Para los más jóvenes de nuestros lectores quizás convenga explicar que, por muy inverosímil que pueda parecer, por aquel entonces sólo contábamos con canal y medio, que retransmitían su programación en blanco y negro. Me hago cargo del estupor que puede causar esta información, pero sin duda no será menor que el que seguramente les produzca esta otra serie made in Coruña, que intentaré desarrollar en tres entregas por lo denso y caótico del tema: La basura y la limpieza en nuestra ciudad. Tela marinera.

Volviendo a la serie, que magistralmente interpretaban tres grandes de nuestros escenarios -Amparo Soler Leal, Julieta Serrano y Emma Cohen- la canción de su banda sonora decía tal que así “tres eran tres las hijas de Elena, tres eran tres y ninguna era buena”. Pues bien, parafraseando a la canción “tres son tres los servicios ligados a la basura, tres son tres y ninguno es bueno” (créanme que lamento la ausencia de rima de los versos, pero Calíope, musa griega de la poesía, no tuvo a bien llamar a mi puerta).

A Coruña ocupa un discreto puesto 33 en el ranking de las ciudades más limpias de España, mientras Vigo ocupa el tercer puesto.

Pues bien, los tres servicios, que deberían colocar a nuestra ciudad entre los diez primeros puestos en el ránking de la OCU de las ciudades más limpias de España, recogida de basura, limpieza viaria y tratamiento de basuras, nos han ubicado, sin embargo, en el puesto 33 -empatados con Ourense-, en tanto Vigo ocupa el tercer puesto, e incluso Lugo y Pontevedra nos aventajan en dicha lista. Cierto es que en el mandato 2019-23 la ciudad subió 11 puntos, pero cuando uno coge las riendas de una ciudad, tal como lo dejó la Marea -hecha un guiñapo-, sólo le queda mejorar; pero esa “mejora” dista mucho de ser la necesaria y la esperada a la vista del pastizal que cada año nos dejamos en esos servicios públicos; pastizal que no sale de una mágica máquina de hacer dinero, sino de los bolsillos de los coruñeses que, como habrán comprobado, en la aprobación de los delirantes presupuestos municipales, el (des)Gobierno de Inés Rey-ná pretende hacer “cuadrar” a base de subirnos las tasas así como de cosernos a multas.

Foto. Cada semana recibimos fotos como ésta de lectores de todos los barrios de la ciudad

Tres importantes informaciones -otra vez tres- han saltado a los medios en estos días, que ponen en el disparadero la gestión de estos contratos millonarios por parte del co-alcalde LageMan: 

  1. El contundente mensaje del Consorcio de As Mariñas al Ayuntamiento de A Coruña, dándole diez días para que presenten un documento sobre el futuro de la Planta de Tratamiento de Residuos de Nostián;
  2. La sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) reafirmando la ilegalidad del contrato de recogida de basura;
  3. Y la solicitud de dimisión del co-alcalde LageMan por parte del líder del Grupo Popular, Miguel Lorenzo, por el descontrol sobre los contratos cuya adecuada ejecución debería estar dejando la ciudad como los chorros del oro. 

Inés Rey culpa del desastre a La Marea, pero ya han pasado 5 años de gobierno socialista y no se ha enderezado el rumbo de estos deficientes servicios.

Lo más inquietante de todo esto es cómo se pudo haber llegado a esta situación de caos, en concesiones que deberían estar funcionando a la perfección, porque uno que ocupa cierto tiempo de su día a día en pensar, revisar hemeroteca, informarse, y finalmente sacar una conclusión, acaba cayendo en la cuenta de que esto es un auténtico despropósito, salvo que alguien tenga un interés diferente al de los ciudadanos sobre quiénes, por cuánto y bajo la dirección de quién van a funcionar dichos servicios millonarios. 

Dice ahora la co-alcaldesa, suponemos que en su descargo, que la culpa de tal desaguisado es del anterior Gobierno, incomprensible lapsus fruto de su incontinencia verbal y su desnortado cerebro, tan incomprensible como que pasado cuatro años y medio nos quiera hacer creer ahora que todo fue culpa de la Marea Atlántica, formación política fenecida a manos de sí mismos con la inapreciable ayuda del co-alcalde Lage Tuñas (que vaya tomando nota el BNG de lo que les pasa a los socios preferentes de este pretencioso gañán).

Foto. Inés Rey y Lage Tuñas han tirado 60 millones a la basura en estos años

Tras este preámbulo desarrollaremos el turbio entramado que envuelve a estos contratos en tres nuevas entregas que esperemos les ayuden a comprender la esperpéntica situación en que se encuentra sumida la limpieza y la basura de nuestra ciudad. A saber:

  1. Nostián, Albada y el misterio de los pliegos fantasma.
  2. Limpieza, el contrato “siciliano” o una mini Enron.
  3. Recogida de basura, una apuesta fallida.

Nada nos gustaría más que nos acompañarán en este recorrido sobre los servicios/contratos de basura en nuestra ciudad, para que entendiesen en toda su extensión que no sólo es un servicio ligado a la salud pública, a la que como ciudadanos tenemos derecho puesto que los pagamos con nuestros impuestos, sino el suculento negocio que suponen y la corruptela a la que pueden dar lugar. 

No me negarán que el asunto reúne todos los elementos de las más interesantes series de Netflix.