Sin que sirva de precedente, por una vez voy a estar de acuerdo con Pedro Sánchez. Coincido con él en que la muerte de civiles en Gaza es “insoportable”. Como insoportable fueron las muertes de los asesinados por Hamas, la muerte de miles de inocentes en Ucrania desde hace más de un año, las constantes muertes que se cobran los mares de personas que soñaban con una vida digna o las incontables muertes de niños en países del tercer mundo, por no disponer de las más mínimas condiciones higiénico-sanitarias o de recursos para su alimentación.

El mundo se está volviendo un lugar insoportable, es cierto. Y no está de más denunciarlo públicamente como ha hecho el presidente del Gobierno de España. Pero hay otras muchas cosas “insoportables” que nos tocan muy de cerca y a las que, quizá porque desgraciadamente ya nos estamos acostumbrando a ellas, no se les presta la debida atención. Ya parecen que nos da igual. Y no debe ser así.

El informe España: pobreza infantil en medio de la abundancia realizado por Unicef reveló hace unos días que España tiene los peores datos de pobreza infantil de la Unión Europea. Según el citado estudio, la tasa de pobreza infantil en España es de casi el 28%. De los 39 países con altos ingresos que analizó Unicef, España ocupa el puesto número 36, sólo por delante de Rumanía, Turquía y Colombia. Lo cual resulta absolutamente “insoportable”. ¿Cómo un país que presume de bonanza, de calidad de vida y de ejemplar progreso puede soportar una tasa semejante de pobreza infantil? El presidente de Unicef España, Gustavo Suárez, hizo un llamamiento a “no volver la vista a otro lado ante la situación de cualquier niño que no disfrute de unas condiciones de vida dignas“. Pero es que, precisamente, volver la vista a otro lado es lo que mejor saben hacer nuestros gobernantes.

Sigo leyendo y otra de las noticias que ha llamado mi atención durante el pasado puente es que “el número de familias españolas que no pueden calentar su hogar se ha duplicado” desde la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno. Según el Informe de indicadores de pobreza energética en España, elaborado por la Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad de Comillas, las familias que no pueden mantener una temperatura adecuada en su vivienda pasan del 7,6% de 2019 al 17,1% en 2022. ¿Y esto no le parece insoportable, señor presidente?

Pero aún hay más. Y es que cada informe internacional que nos llega es un palo que nos llevamos. Estos días también hemos sabido que “España ha obtenido sus peores resultados en el informe Pisa”. Los alumnos españoles de 15 años han caído en todas las materias de las que se han examinado en el Informe PISA y han tocado fondo en Matemáticas y Ciencias, obteniendo los peores resultados académicos de su historia. Y esto ya no es solo insoportable sino que también es vergonzoso. Si no cuidamos la educación de nuestros jóvenes, ¿qué futuro nos espera?

También dice nuestro presidente que es insoportable que no se renueve la cúpula del Poder Judicial. Debería hacerse, claro que sí. Pero lo realmente insoportable, y no solo insoportable sino también anticonstitucional es cargarse la separación de poderes como lo está haciendo este Gobierno. Respetar ese principio sagrado de las democracias parlamentarias es lo prioritario. Lo de la renovación del CGPJ ya forma parte del juego político entre los partidos. Otra cuestión que, por desgracia para los españoles, resulta casi siempre insoportable.