El desconocimiento de los datos oficiales del Ayuntamiento de A Coruña genera preocupación y desconcierto entre los vecinos.
La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, realiza a menudo afirmaciones que no coinciden con la realidad, hecho que comienza a ser alarmante.
Argumenta que la subida de impuestos es necesaria para poder seguir prestando los servicios municipales. En la actualidad, según los datos de la liquidación de cuentas presentada por el propio gobierno municipal, se declaran 99.600.970,62 euros de remanente. El remanente de tesorería se obtiene como suma de los fondos líquidos más los derechos pendientes de cobro, deduciendo las obligaciones pendientes de pago y agregando las partidas pendientes de aplicación. Esta cifra, claramente, permite aumentar y mejorar los servicios municipales.
Que en la actualidad exista este remanente solo puede ser justificado por un bloqueo en el funcionamiento de la administración local, o una estrategia que ya mostró en el anterior mandato; llegar al último año de la legislatura con mayor libertad para gestionar el presupuesto y poderlo dedicar a aplicar una potente estrategia de comunicación y propaganda.
Inés Rey también justifica sin rubor el incremento del IBI, pero no explica por qué se diseña a medida del concejal de Hacienda y Personal, José Manuel Lage Tuñas. Se utiliza el máximo incremento (50%) para los propietarios de cuatro o más viviendas deshabitadas. Llama mucho la atención que no exista progresividad en la medida, aplicando el máximo gravamen tanto a los que tienen cuatro viviendas, como a los propietarios de edificios enteros. Pero más dudosos son los tramos aplicables. No toma como referencia el mínimo que permite la ley (tres viviendas y así progresivamente), sino que se inicia desde las cuatro propiedades, quedando así exento de este incremento la mano derecha de Inés Rey, Lage Tuñas. Si desconocer el remanente que tiene el Ayuntamiento puede parecer insensato, defender un incremento de impuestos que favorece a su portavoz de gobierno resulta inmoral.
Por otro lado, hemos escuchado a la alcaldesa afirmar recientemente que la obra de la rotonda de la Casa del Mar estaba en garantía. Esta afirmación solo confirma la teoría de que a Inés Rey le escriben lo que tiene que decir. Esa obra se realizó de forma acelerada para su inauguración, pero después de la foto de precampaña y su puesta de largo, se obligó a la empresa a volver a levantar la calle para realizar obras de canalización que se les habían olvidado al área de infraestructuras.
La garantía que la alcaldesa reclama es más que discutible, así es que existen dos explicaciones posibles:
- Las obras de canalización se realizaron tras su inauguración por falta de proyecto y programación. En este caso la empresa de estas últimas obras no es responsable de la garantía.
- Si intencionadamente se retrasó la obra para poder presentar una inauguración falsa, la empresa que la ejecutó no tiene obligación de asumir esa garantía.
En cualquier de estos dos supuestos, resulta desconcertante escuchar a la persona que lidera el Ayuntamiento realizar declaraciones con tan poco conocimiento de lo que ocurre realmente en la ciudad que gobierna. No deja de ser una demostración de poca talla política.