Por Bárbara Rivas
Los primeros cien días del segundo mandato de Inés Rey pasan revista a través del prisma de los diferentes grupos municipales, también del de la alcaldesa, que se enrocó en el autobombo, convocó a los medios de comunicación a un desayuno para hacer balance y acabó haciendo promesas como si fuese una meritoria en campaña electoral. La Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial (AESIA) estará en marcha en los próximos cien días, explicó. Y se fijó como objetivo la licitación del contrato de renovación de la planta de tratamiento de residuos de Nostián. Rey habla de retos de futuro quizás porque si mira hacia los últimos cien días no ve nada. “Ya está listo el borrador de presupuestos”, anunció antes de fijar una primera reunión con el BNG para este jueves, 104 días después de emprender su nuevo mandato. “Convocaremos una reunión interadministrativa sobre el futuro y el desarrollo de la fachada marítima”. Y anunció que reclamarán, “en los próximos meses la propiedad de la Casa Cornide”. Realmente, ¿ha hecho algo el gobierno de Inés Rey entre junio y septiembre.
“La ciudad lleva cien días con okupaciones, basura acumulada, jabalíes, ratas y un gobierno municipal de fiesta. Cien días sin diálogo, presupuesto, inversiones o aparcamientos, sin pagar en plazo y sin noticias de la alcaldesa en los barrios”, resume Miguel Lorenzo, portavoz del Partido Popular y candidato más votado en las elecciones del 28 de mayo con cinco mil votos más que Rey. “El balance de lo que va de mandato es el mismo que el de los 1.460 días del anterior: tenemos los mismos problemas que hace cuatro años y un gobierno municipal que ni escucha ni dialoga. La nota que le pongo a estos cien días de Inés Rey no es de suspenso, es de no presentada”, apostilla Lorenzo, que califica a la alcaldesa como una experta en el ‘voy a’. “Lleva cuatro años diciendo que ‘voy a hacer’ pero vemos que no ha hecho”, lamenta.
Las críticas parten también desde la banda nacionalista, la misma que propició que Rey repitiese mandato al alcanzar un acuerdo para un pacto de investidura que cien días después ya les tiene con la mosca tras la oreja. “O BNG xulga necesario que o Executivo coruñés cumpra co compromiso asinado nese acordo de investidura e inicie xa a negociación dos orzamentos de 2024, visando o obxectivo de comezar o vindeiro ano coas novas contas xa en vigor”, reclama el portavoz nacionalista Francisco Jorquera, que enmienda al gobierno local por tener al ayuntamiento sin presupuestos. “É sintomático que no pouco tempo que levamos do novo mandato houbese que abordar dúas modificacións dos orzamentos en vigor e outra máis do orzamento do IMCE”, describe el veterano político del BNG.
“A este goberno de Inés Rey fáltalle impulso”, apunta Jorquera, que no está conforme con un ejecutivo que concentra el poder en unas pocas manos. “Unha estrutura na que a maioría das decisións recaen en moi poucas persoas. Esa tendencia xa se deu no pasado mandato, mais agora faise norma ao se crear tres macroaáreas. Esa concentración de atribucións -o feito de que todo pase por apenas tres persoas- ralentiza o funcionamento do executivo”, valora Jorquera, que apunta sobre todo al poder que acaparan los ediles José Manuel Lage y Gonzalo Castro.
Pero tampoco puede convencer a nadie Jorquera de que eso le coge por sorpresa.