El martes 7 de mayo estacioné mi vehículo a las 8 de la mañana en la zona azul de la calle Sinforiano López de A Coruña para acudir a mi trabajo y, como cada día, aboné la cantidad correspondiente en la ORA. No había, en ese momento, ninguna señalización que me lo impidiese y comencé mi jornada laboral.
A media mañana hice un descanso para tomar un breve café y cuando pasé por delante del lugar donde había estacionado mi coche, me alarmé debido a que no estaba donde lo había dejado. Comprobé la zona y de la nada habían colocado una señal de reserva de estacionamiento pegada a una valla de obra y también habían puesto dos vallas amarillas que tampoco estaban cuando llegué con mi coche a primera hora.
Pregunté a los operarios y me confirmaron que había llegado la grúa municipal sobre las 10 horas y se había llevado el coche, a pesar de que la señal no estaba colocada antes de que estacionase mi vehículo a primera hora de la mañana.
A continuación, me desplacé al depósito municipal de vehículos, aboné 101,84 euros y rescaté mi coche. También comprobé que me habían puesto una multa por “no respetar la señalización de estacionamiento prohibido”, que ascendía a 100 euros y me recomendaron pagarla lo antes posible para aplicar un descuento para que la multa quedase en 50 euros. Cuando comenté que era una injusticia porque no había ninguna señalización cuando estacioné, me volvieron a recomendar que no recurriese la multa porque no me iban a hacer caso y que me quedaría sin el descuento.
Quiero trasladar mi indignación por este atraco y por este abuso, porque la segunda señal que delimitaba exactamente la zona en la que no se podía estacionar apareció ¡al día siguiente!, como pueden comprobar en la siguiente foto.
Pagamos nuestro impuesto de circulación, el de la ORA y todos los demás impuestos directos e indirectos que nos gravan la utilización de nuestro vehículo, pero, en cambio, cada vez eliminan más plazas de aparcamiento, cada vez es más difícil circular por A Coruña en coche y, para rematar, me someten a una sanción injusta contra la que nada puedo hacer.
Estoy indignada con esta alcaldesa que tiene la ciudad echa una porquería y que sólo se ocupa de que haya fiestas y conciertos para tenernos aborregados. Es una vergüenza.
CCL (A Coruña)