La ciudad de A Coruña se enfrenta a una crisis preocupante que afecta directamente a la calidad de vida de sus habitantes. Más de 15.000 hogares coruñeses se encontrarían por debajo del umbral de la pobreza severa y el elevado precio de la vivienda se ha identificado como uno de los principales culpables de esta situación alarmante, según se desprende del último informe presentado por Cáritas.

Las estadísticas indican que el 16% de la población de A Coruña sufre estrés financiero, destinando más del 60% de sus ingresos al alquiler de vivienda. Este fenómeno no es exclusivo de la ciudad, ya que, en el conjunto de España, tres millones de familias se encuentran en la misma situación, lidiando con la asfixiante carga económica que implica el acceso a una vivienda digna.

Una de las causas fundamentales de esta tremenda situación, radica en la ausencia de una política municipal de vivienda efectiva en A Coruña. La falta de medidas concretas para abordar la crisis ha generado un caldo de cultivo para la proliferación de la pobreza severa. Por eso es crucial que el Ayuntamiento tome medidas urgentes para frenar esta tendencia y garantizar que los ciudadanos puedan acceder a un hogar sin sacrificar su estabilidad económica.

El elevado precio del alquiler no es el único factor que contribuye a esta penosa situación; la escalada en los costes de la energía, los alimentos y la desbocada inflación han agravado aún más la situación, generando un círculo vicioso que atrapa a más y más personas en la espiral de la pobreza.

Con este panorama miles de familias tienen que recurrir a los bancos de alimentos, a los comedores sociales y entidades benéficas como Cáritas para, al menos, cubrir las necesidades de manutención, puesto que después de cubrir los gastos de alquiler y suministros de la vivienda, los recursos económicos se han esfumado.

Es evidente que, si no se toman medidas inmediatas, la crisis de vivienda en A Coruña empeorará en los próximos años, y es conveniente analizar el problema con una amplia visión porque la falta de una política municipal de vivienda efectiva no solo afecta a los ciudadanos más vulnerables, sino que también tiene consecuencias a nivel social y económico para toda la comunidad.

El Ayuntamiento de A Coruña tiene la responsabilidad de abordar esta problemática de manera integral. Es imperativo que se implementen políticas que regulen los precios del alquiler, promuevan la construcción de viviendas a precios asequibles y brinden apoyo a las familias en situación de vulnerabilidad. Además, la colaboración con agentes del sector privado y organizaciones sin ánimo de lucro puede ser clave para encontrar soluciones sostenibles a largo plazo.

La crisis de vivienda no es solo un problema local, sino un desafío nacional que requiere la atención y la acción coordinada de todos los niveles de gobierno. La urgencia de la situación exige respuestas rápidas y efectivas. A Coruña y España en su conjunto no pueden permitirse ignorar la creciente marea de pobreza que amenaza con socavar los cimientos mismos de la sociedad.