Los principales bancos de España alertan de un cambio de ciclo en la economía

Durante la presentación periódica de los resultados de las grandes empresas se realiza una liturgia que, si bien no está estandarizada, tiene normalmente el mismo guion. En primer lugar, el equipo directivo hace un resumen sobre cómo se ha desarrollado el período a presentar. Acto seguido, se procede a la presentación de las magnitudes que ya venían contextualizadas por el equipo directivo. Y posteriormente, antes de las preguntas de rigor, el equipo directivo comenta brevemente cómo ve el entorno macroeconómico de cara a los siguientes períodos.

Esta visión del entorno que comentan las diferentes empresas cotizadas es interesante escucharla. Porque, así, se puede realizar una muestra representativa de la confianza en la economía que tienen las empresas más importantes del país. Con un buen sentimiento económico de este grupo de empresas, mayor es la probabilidad que la evolución de España sea correcta y de que las empresas puedan cumplir sus resultados empresariales; lo que genera externalidades positivas como la generación de empleo, más tributos y mayor bienestar, en definitiva. Lo contrario pasaría si el sentimiento económico es malo, con los consecuentes vientos de cara para llegar a los objetivos empresariales marcados.

Pues con esta introducción, durante la presentación de los resultados empresariales del tercer trimestre del año, los principales bancos de España han alertado de un cambio de ciclo en la economía.  La entidad financiera que más ha ahondado en la explicación ha sido Bankinter. El banco ha alertado que la economía española afronta una crisis de precios, así como una ralentización de la actividad, lo que está haciendo que tanto empresas como familias hayan utilizado gran parte de su ahorro y estén consumiendo cada vez más crédito.

Por otro lado, el Instituto Nacional de Estadística (INE) alertaba que la tasa de ahorro de los hogares alcanzó el 20% de su renta disponible en el segundo trimestre. Esto se debe a que, ante la incertidumbre económica, las familias que pueden ahorrar posponen las decisiones de inversión importantes. A mayor incertidumbre económica, los agentes económicos acaparan fondos para combatir las recesiones económicas que esperan en el futuro.

La economía española afronta una crisis de precios y una ralentización de la actividad, lo que provoca que empresas y familias hayan utilizado gran parte de su ahorro y estén consumiendo cada vez más crédito.

Que las familias están posponiendo sus decisiones importantes de consumo se refleja en la concesión de hipotecas, que junto a la subida de los tipos de interés, ha supuesto una bajada del 20%, año contra año, en la concesión de nuevas operaciones. Las hipotecas son los tipos de créditos más sensibles al ciclo económico y es considerado un indicador adelantado de la evolución de la economía. Adicionalmente los bancos están detectando impagos en el crédito al consumo que se sitúan cerca del 5%, cuando lo normal es el 2,5% sobre el total de la cartera de crédito otorgado.

Aparte de atender a lo que dicen los bancos, hay que atender a lo que hacen. Por un lado, afirman que la tasa de mora o impagos en los créditos “está controlada” mientras que, por otro, las entidades financieras están aumentando las provisiones para que en el futuro próximo puedan hacer frente al aumento de los impagos que previsiblemente impactarán sus carteras de créditos. Otra opción, es que los bancos vendan carteras de créditos impagadas a terceros, lo que elimina la mora en su balance.

En lo que se refiere a  las empresas que reciben financiación del sistema bancario, nunca se tuvo tan caro acceder al crédito desde que el Euro existe. Actualmente la renovación de una póliza de crédito se puede encarecer por encima del 5%, pudiendo llegar a casi el doble dígito para empresas estresadas financieramente. A mayor subida de precios, ocurre como con las hipotecas, las concesiones de financiación de empresa se frenan y el problema actual es que existen empresas que están dando “patadas hacia delante” con la financiación, y están creando una montaña de intereses financieros que pueden poner en peligro la viabilidad del proyecto.

En definitiva, la banca tiene un conocimiento muy preciso de la economía, pues dispone de los datos de los flujos de efectivo de los agentes económicos para poder modelizar de forma muy precisa la evolución a corto y medio plazo. Es por ello, por lo que hay que atender a lo que se dice desde la banca y a las políticas crediticias que se están tomando, para no llevarnos una sorpresa cuando la situación empeore. Por parte de las empresas, el aumento del coste de financiación hará que no puedan ser compensadas por unos márgenes operativos que se mantienen constantes o incluso se reducen por la inflación; lo que llevará a la erosión de parte del sistema productivo español.