Les aseguro que estas fotos no son de un país tercermundista. Este es el panorama habitual en la calle Manuel Piñeiro Pose, detrás de las torres de San Diego.
Ya no les voy a comentar el lamentable estado de las aceras, rotas y con grietas, que suponen un peligro diario para la gente mayor. Lo que quiero señalar es el verdín que invade las aceras de muchas calles de la ciudad. Hasta aquí no llegan las barredoras y las máquinas que limpian con agua a presión la privilegiada plaza de María Pita para que la alcaldesa entre en su oficina como una Rey-na. A los demás coruñeses que nos vayan dando.