Mal por el hostelero que ha hecho esto y peor por el ayuntamiento que en las zonas con locales de hostelería no recoge el contenedor de vidrio con suficiente frecuencia.
Los que sufrimos este panorama somos los de siempre, los vecinos que vemos cómo se degrada nuestro barrio. Después nos llevamos las manos a la cabeza cuando nos invaden las ratas.