Lo que debes saber sobre un virus que gana terreno en España.
La fiebre del Nilo occidental es una enfermedad causada por el virus VNO, un virus ARN perteneciente al género Flavivirus. Inicialmente descrito en Uganda en 1937, se ha expandido desde su origen africano, hasta encontrarse en la actualidad ampliamente distribuido por la mayor parte del mundo, afectando a África, Asia, Europa, gran parte de América y parte de Oceanía, y es considerado el arbovirus más extendido en el mundo.
En España, se ha documentado en humanos, de forma retrospectiva, la presencia de anticuerpos a finales del siglo XX en el Delta del Ebro. Los primeros dos casos humanos se notificaron en 2010, en la provincia de Cádiz, aunque existe un primer caso documentado, diagnosticado de forma retrospectiva, de 2004, en la de Badajoz.
Con relación a los brotes en animales, desde el inicio de la vigilancia se han notificado brotes en explotaciones equinas todas las temporadas, sobre todo en la cuenca del Guadalquivir, pero también en Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña y, por primera vez en 2020, en la Comunidad Valenciana.

Foto. El virus que origina la fiebre del Nilo Occidental se transmite a través de la picadura de los mosquitos
La picadura de los mosquitos puede transmitir el virus a humanos y a animales como los caballos. Por ello, además de la Vigilancia Epidemiológica humana, el Misterio de Agricultura, Pesca y Alimentación realiza un programa de vigilancia en animales.
En 2020 se detectó un aumento marcado de la incidencia en nuestro país, con 77 casos humanos (56 en Sevilla, 15 en Cádiz y 6 en Badajoz). De ellos, el 97% cursaron con meningoencefalitis y 8 de ellos fallecieron.
La temporada de actividad del mosquito vector suele prolongarse entre mayo y noviembre y La enfermedad se intensifica en la época estival en zonas calurosas y húmedas
Las fechas de inicio de síntomas estuvieron comprendidas entre el 12 de junio y el 23 de septiembre, comenzando con una agrupación de 5 casos identificada el 6 de agosto en municipios de la provincia de Sevilla, en una zona próxima a arrozales y a las marismas del río Guadalquivir. El 60% de los casos fueron hombres y la media de edad fue de 64,5 años.
En el ámbito equino se detectaron un total de 139 brotes. Además, se confirmaron 12 aves positivas, en Andalucía, Cataluña (Lleida) y Castilla-La Mancha. El linaje encontrado en las zonas afectadas por este brote fue el linaje 1, aunque, de nuevo, se confirmó la presencia del linaje 2 en azores muertos en la provincia de Lleida, lo que confirmaría la presencia de este en dicha región, y también en la provincia de Tarragona.
El 94% de los casos ha requerido hospitalización y solo el 1% de los infectados desarrolla una enfermedad grave. Además, el 80% de los pacientes infectados lo pasa de forma completamente asintomática y el 19% restante sufre algo similar a un catarro común.
En uno de los brotes fueron identificados un total de 147 caballos afectados en las provincias de Sevilla, Huelva, Cádiz, Jaén, Badajoz, Cáceres, Castellón, Lleida y Tarragona. Además, a través de la vigilancia en aves silvestres, se han detectado 8 aves positivas al virus del Nilo por PCR.
En 2023, la cifra total de casos confirmados en humanos por la infección del virus del Nilo Occidental llegó a 16 casos, de los que tres fallecieron y en los ocho primeros meses de 2024 ya se superó la cifra del año anterior
Desde el 1 de enero hasta el 2 de agosto de 2024, se han detectado un total de 17 casos confirmados en humanos confirmados y hay que lamentar dos fallecidos en la provincia de Sevilla: Dos Hermanas (3 casos), Coria del Río (4), Lebrija (1), Los Palacios y Villafranca (4), Tomares (1) y La Puebla del Río (4), como confirman el Ministerio de Sanidad y la Junta de Andalucía.
Actualmente, no existe vacuna para humanos y el tratamiento de la enfermedad es de soporte. A pesar de que se han estudiado diversas alternativas, ninguna ha demostrado beneficios específicos.
En resumen, en España existen zonas de circulación del VNO desde hace décadas. Se evidencia en Andalucía, en las marismas del Guadalquivir, en Sevilla, y la comarca de La Janda, en Cádiz; en Extremadura en determinadas áreas lacustres, y en Cataluña en el Delta del Ebro, aunque no se puede descartar la aparición de nuevas detecciones en el resto de la geografía.
En la actualidad nuestro país presenta una situación endémica de la enfermedad, debido a que reúne unas condiciones favorables para el mantenimiento y la circulación del VNO, como son la gran variedad de posibles reservorios, la proximidad a zonas endémicas como África, las características ecológicas y climáticas, las rutas migratorias de aves procedentes de áreas afectadas y la presencia de mosquitos ampliamente difundidos por la geografía española.
La Fiebre del Nilo Occidental es una enfermedad que, aunque de bajo riesgo para la mayoría de las personas, puede tener consecuencias graves. Para reducir el riesgo es fundamental reforzar la vigilancia activa de casos de meningitis y encefalitis en humanos en las áreas donde circula el virus, así como la vigilancia de mosquitos y caballos.
Los medios de comunicación se hacen eco en el día de hoy de una petición ha realizado por el ayuntamiento de Coria del Rio tras el fallecimiento de dos personas ayer lunes en la localidad sevillana a causa de la infección por VNO, que ya se ha cobrado cinco víctimas este verano en la provincia de Sevilla.
En esta petición al Gobierno Central, le recuerda que no se trata de un problema municipal, sino que «que va mucho más allá de lo local y que no puede demorarse más en el tiempo, pues está en juego la vida de la ciudadanía», es por ello por lo que exige un plan integral en el que se incluyan todas las medidas técnicas oportunas para el control efectivo del VNO.