Disfruten esta anormalidad en una deslumbrante Galicia verde, celebren haber disfrutado un fin de semana histórico en lo deportivo y, como decía un ya eterno Andrés Montes: “Porque la vida puede ser maravillosa”

Ya nos empezamos a acostumbrar a vivir en la anormalidad. Cada mañana aplazamos un día más esos planes que la historia, por climatología, nos asignaba para un mes de Julio.

El sol, que este año se resiste, nos brindó en cambio un invierno muy benigno. Estas anomalías climáticas están viendo su reflejo en la naturaleza, con un crecimiento vegetal continuo y desmesurado, adelantamiento inconveniente de floraciones y retraso de maduraciones. Por no hablar de un retroceso en la invasión de avispa asiática, como del resto de plagas.

Afortunadamente aún no hemos encontrado la manera de controlar estos vaivenes climáticos, pero si tenemos experiencia anterior sobre sus posibles efectos adversos, y debiéramos, por tanto, estar razonablemente preparados.

 

Foto. Nos gustaría que se cumpla el dicho que “o tempo veña no seu tempo”

Los que somos previsores siempre tenemos un plan b, y hasta c, aunque no negaremos que lo que nos apetece es que “O tempo veña no seu tempo”.

Y así están las cosas, un verano de chaqueta y paraguas que nos brinda una oportunidad de ver lo que nunca miramos fuera de las costas y reconocer qué cantidad de alternativas tenemos en Galicia al sol y playa.

Aunque la elección no está en nuestra mano, si lo pudiésemos hacer, entre truco y trato, yo me quedaría con nuestra inestabilidad porque llevo muy mal eso de “la calorete” sin descanso ni perdón, como tienen en otras Comunidades.

Mientras no acaba de llegar el verano, disfruten de un fin de semana histórico en lo deportivo

De todos modos, no debemos perder la esperanza. Lorenzo sigue ahí y, aunque este año esté algo perezoso, nos acabará dando la oportunidad de conocerlo. ¡Seguro que sabremos recibirlo para que se sienta a gusto!

Mientras tanto, disfruten esta anormalidad en una deslumbrante Galicia verde, y celebren haber disfrutado un fin de semana histórico en lo deportivo.

Como decía un ya eterno Andrés Montes: “Porque la vida puede ser maravillosa”, y efectivamente, aún sin sol, hemos visto mucha luz en las caras y mucho calor en las celebraciones. 

¡Que nos quiten lo bailado!