Existe una “corriente oficial” que defiende que el idioma es algo vivo y cuando una palabra o expresión tiene un uso generalizado, debe aceptarse, incluso si se cambia el significado de las cosas
Si, sé que es una palabra que no existe, pero dado el nivel de maltrato de nuestro idioma, que parece aceptarse, ¿por qué no voy yo a poder inventarme un “palabro” como ese?
Me parece necesario describir la acción del esnob, que viene siendo creciente y -día a día- gana más adeptos. Un esnob es una persona que imita maneras, opiniones, etc.… de aquellos a quienes considera distinguidos, para aparentar ser igual que ellos. Podríamos decir que un esnob es alguien pretencioso.
Y llego a este punto, espoleado por el creciente uso de “plausible”; que no sé quién fue el que -no hace mucho- usó esta palabra como “alternativa culta” a posible o probable, y, desde entonces, no hay tertulia televisiva, debate público o declaración de algún político en la que no se haga uso de “plausible”, como calificativo de un escenario más probable. Se ve que hablar de algo probable es algo mundano, al alcance de todos.
Las palabras tienen un significado, y cambiar algo probable por plausible, es cambiar su significado
No lo vas a creer, pero algo plausible es algo elogiable, loable, es decir; nada tiene que ver con probable, por mucho que insistamos en utilizarla en su lugar.
El asunto tiene su importancia cuando la “corriente oficial” es que el idioma es algo vivo y cuando una palabra o expresión tiene un uso generalizado, ¡debe aceptarse…!
A mí me parece que eso no debe ser así, y que esa política puede arruinar un idioma.
Por eso este humilde artículo, que aprovecho para denunciar una segunda barbaridad: Puercos y ovejas son especies distintas, por mucho que ambas formen parte del mundo animal. A quien se le ocurra cruzar un cerdo con una oveja, con el “plausible” (elogiable) objetivo de aumentar la producción de lana para acabar con el frío que sufren los indígenas de las tribus del norte de Alaska, hay que decirle que no insista; que no es posible. Lo mismo sucede con los esnobs que enfatizan la “doble e” al pronunciar “preveer”, en lugar del verbo prever.
Cambiar la palabra prever – estimar acontecimientos futuros – por preveer – suministrar o abastecer – es simplemente una barbaridad
Proveer es equivalente a suministrar o abastecer, y como prever, es un verbo del idioma español. Pero, hasta ahí su relación entre ambos. Porque preveer no existe; existe prever: estimar por adelantado acontecimientos futuros.
Solo podrías utilizar coherentemente preveer si igualmente usaras “veer”, en lugar de ver, lo cual nadie hace, porque añadir el prefijo “pre”, no modifica en absoluto el verbo ver.
Pero empieza a ser frecuente que los esnobs nos deleiten con su alto dominio del idioma, y escuchamos -cada vez más- como preveen situaciones futuras.
A mí me parece necesario salir en defensa de nuestro idioma, y aquí queda mi aportación. Para que cada uno la trate como considere. Faltaría más. A mí me parecerá plausible (elogiable), que el lector prefiera tener criterio propio y prefiera su singular perspectiva sobre este asunto.