Nuestra solidaridad, desde este humilde digital, con todos los medios que están sufriendo la represión y la censura sanchista-fascista.

Es Radio, la emisora, defiende una línea editorial que incluye a liberales, conservadores poco tiquismiquis y es claramente anticomunista. Es demócrata, constitucionalista y lucha activamente por el respeto de la ley. Todo lo anterior le lleva a grandes cabreos con grupos políticos y seguidores de toda condición. 

Podemos citar la última gran bronca con los de Vox, a raíz del cambio de tendencia hacia la corriente de Buxadé y la gran pérdida de seguidores que esto les supuso por la crítica realizada por Jiménez Losantos o las decenas de querellas recibidas por sus denuncias en antena. Todo lo anterior es para poner en antecedentes, pero no quiero que nadie desvíe la atención desde un lado o desde otro del espectro político. Me da igual que no traguen a Federico, que les guste Cuesta, Herrero o que sean súper fans de Dieter Brandau, me da igual para lo que quiero tratar ahora.

Es-Radio lleva 15 meses sin poder realizar una sola pregunta en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y sin poder ejercer la libertad de prensa que garantizar la Constitución

Este grupo de comunicación lleva 15 meses sin poder realizar una sola pregunta en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y eso tiene un nombre muy clarito, “censura”, y además es una medida inconstitucional, pues va contra la antaño sagrada libertad de prensa, que reconoce la Constitución en su artículo 20.

Es más, el resto de medios, me refiero a los que no sufren esa censura, callan o incluso aplauden ese ilegítimo abuso de autoridad, incluso el grupo Prisa se ha ofrecido a actuar de censor, como ya hacen en redes sociales otras dos entidades afines a este gobierno y que deciden lo que es y lo que no es cierto, mientras la Unión Europea y nuestra justicia patria tragan y callan.

Todo esto, tan propio de autocracias o dictaduras, comenzó en la pandemia, cuando previo a las ruedas de prensa, se filtraban las noticias y se decía a qué tres medios iban a responder, sin derecho a repreguntar. Los medios se cuidaban muy mucho a la hora de presentar preguntas, ya que si alguna la consideraban molesta suponía quedar fuera y cualquier variación de la pregunta presentada suponía no volver a ser seleccionado en una buena temporada. Con esto, el gobierno conseguía unas ruedas de prensa dóciles, donde sólo se preguntaban cosas chachis y donde ellos podían lucir palmito. 

La actual censura sanchista-fascista comenzó en la pandemia seleccionando tres medios dóciles en las ruedas de prensa y ahora amenaza con impulsar una Ley del Bozal para impedir el trabajo de los medios independientes

Las ruedas de prensa son una obligación del servidor público, para que la prensa pueda ejercer un servicio independiente. Tienen que durar lo que haga falta, dentro de una lógica, puede entrar cualquier medio y cualquiera puede preguntar lo que considere, sin que el político de turno diga aquello de “a usted no le pienso responder porque pertenece a tal medio”. 

¡Quince meses! ¿Alguien se puede imaginar lo que hubiese ocurrido si Suarez, González, Rajoy o Aznar hubiesen coartado la libertad de prensa a El País, Diario 16, El Mundo, ABC o cualquier otro que publicase información contra el gobierno de turno? Son ustedes unos “dictadores bananeros” y ya va siendo hora de que los propios periodistas boicoteen cualquier rueda de prensa donde no se permita ejercer la libertad de prensa y dejen al político de turno solito en su sala de prensa sin poder soltar la soflama partidaria. 

Echo de menos la democracia de la transición, tan joven pero mucho mejor que esta. Nuestra solidaridad, desde este humilde digital, con todos los medios que están sufriendo la represión y la censura sanchista-fascista. ¡Viva la libertad de expresión!