El próximo Parlamento Europeo puede inclinarse hacia los extremos, porque los políticos no han sabido resolver los desequilibrios provocados por la pandemia.

Las encuestas apuntan a que el próximo Parlamento Europeo puede estar conformado con más peso de fuerzas ultras, y eso, cuando menos, merece una reflexión.

Parto de la base de que la conformación de la intención de voto se compone de múltiples factores: Ideología, valoración de gestión, deseo de cambio, moda, estado de ánimo o simplemente cabreo.

La sensación de incertidumbre y de inseguridad pueden condicionar la composición del próximo Parlamento Europeo

No hace falta que insista en que, a mi modo de ver, nuestras clases dirigentes no han sabido o podido amortiguar todos los desequilibrios que nos trajo la pandemia. Consecuentemente la sensación de inseguridad se ha extendido como la pólvora y ha sido el germen para poner en solfa todo lo que pretendemos ser como sociedad.

En este escenario es fácil jugar a destrúir y más si desde las Instituciones se actúa con miopia, mirando muy a futuro, pero ciegos con lo próximo. 

Los grandes partidos no están sabiendo gestionar el desencanto generalizado originado, entre otras muchas cuestiones, por el exceso de normativas y de ello se aprovechan los partidos populistas que ofrecen soluciones simples a problemas complejos

El conjunto de normativas europeas y su posición respecto al mundo es lo que está hoy en discusión, y tan preocupante es que esté creciendo el sentimiento antieuropeo como que los grandes partidos, socialdemócratas y liberales, esten centrados en sus cuitas en vez de atender a los motivos de ese desencanto generalizado.

Los problemas se utilizan como arma arrojadiza para atacar al de enfrente mas que como estímulo de adaptación a una nueva realidad. A nadie le importa la resolución de los conflictos, viven de la guerra y nos hacen vivir con ellos, en su guerra.

Los ciudadanos europeos necesitamos más soluciones y menos confrontación, más gestión de los problemas comunes y menos populismo

A estas alturas todo el mundo reconoce que estamos hipernormativizados y que  el oceano burocrático convierte en una odisea cualquier empeño… ¿Alguien habla de todo esto?

Y es que necesitamos que nos hablen de nuestros problemas y no de los suyos. Necesitamos soluciones más que confrontación. Necesitamos que nos traten como adultos y sentir que entienden lo que es labrarse un futuro.

Todo esto que no hacen, ha motivado el auge de muchas fuerzas populistas. Parece claro que la historia son ciclos y hay que entender las causas. Lo que no se es si hay interés en que esto no vaya a más.