Qué es el “Carry Trade” y cómo ha alimentado la proliferación y pinchazo de las cotizaciones de activos por el mundo.

El 31 de julio, en una medida sorpresiva, el Banco de Japón subió las tasas de interés en 25 puntos básicos. Los mercados esperaban sólo un aumento de 10 puntos básicos, por lo que esto los pilló por sorpresa, junto con la redacción agresiva de la declaración política del Gobernador del Banco de Japón, Ueda.

Durante años, Japón ha gozado de una política monetaria ultra laxa con tipos cero e incluso negativos. Debido a la naturaleza de su economía, siendo un país altamente exportador, para mejorar su competitividad internacional les interesa tener una divisa débil. El Banco Central de Japón dio con la tecla, después del pinchazo de la burbuja inmobiliaria japonesa, y generó una coyuntura económica en la que el mercado pudiera hacerles el trabajo, unido a políticas ultra expansivas para provocar una aversión al riesgo entre su población, distinguida por ser muy conservadora.

Los inversores japoneses han abusado del Carry Trade, endeudánose en yenes a tipos muy bajos y cambiándolos por otra divisa para invertir en productos financieros en otros países

Una vez dicho esto con los tipos cercanos a cero, los inversores japoneses realizaban lo que se conoce en el argot financiero como “Carry Trade”; es decir, ellos se endeudaban en yenes a tipos muy bajos, y cambiaban sus yenes por otra divisa, la cual la utilizarían para invertir en las bolsas y bonos gubernamentales de otros países, con tipos más altos. 

Cuando la Reserva Federal comenzó su ciclo de subidas de tipos en marzo de 2022, vimos cómo se acumulaba una enorme presión sobre el sistema financiero japonés, y esto provocó que su moneda empezara a desplomarse, mientras el dólar comenzaba un largo recorrido alcista.

Foto. El 31 de julio, el Banco de Japón subió por sorpresa las tasas de interés en 25 puntos básicos

Esto benefició todavía más la popularización del “Carry Trade”, porque tú podrías endeudarte a digamos un 0,5% anual, cambiar tus yenes a pesos mexicanos y ganar un 11% al año comprando deuda del Estado. El riesgo de pérdida sería que, al cabo de 1 año, el yen se hubiera apreciado más de un 11% frente al peso mexicano, pero por lo comentado anteriormente, sumado a los flujos masivos de venta de yenes para realizar estas operaciones, provocaba un efecto dominó sobre una caída del yen. Según el Deutsche Bank, el “Carry Trade” suponía un tamaño de 20 billones de dólares, para ponerlo en proporción, lo que representa 14 veces el PIB de España.

La subida de los tipos de interés en Japón provocó una fuerte apreciación del yen frente al resto de divisas en un corto espacio de tiempo

La consecuencia de esta operativa financiera ha sido que durante años se ha ido apalancando todavía más el sistema financiero global, con los yenes baratos. Los japoneses buscaban rentabilidad en el exterior, y compraban esos activos en tendencia como puede ser, por ejemplo, acciones relacionadas con la inteligencia artificial semiconductores y tecnológicas. De esto también se han beneficiados los gobiernos occidentales. ¿Para que invertir en un bono al 0,2% cuando puedes comprar la deuda del pais hegemónico en el mundo, como Estados Unidos y recibir un 5,5% anual?

La apreciación del yen ha provocado que los brókeres vendan a mercado los activos, a cualquiera que sea el precio, provocando un aumento de la presión vendedora y por tanto de la volatilidad

Como hemos comentado al principio, el 31 de julio, en una medida sorpresiva, el Banco de Japón subió las tasas de interés en 25 puntos básicos. Con esto, se produjo una fuerte apreciación del yen frente al resto de divisas en un espacio de tiempo muy corto, ya que, por ejemplo, si el yen hubiera empezado a subir paulatinamente a lo largo de 2 años, no hubiera supuesto el impacto que hacerlo en un mes. Esto se debe a que esa apreciación provocó que muchas carteras sufrieran llamadas al margen, es decir estaban perdiendo más de lo que tenían, y esto provoca que los brókeres vendan a mercado los activos, a cualquiera que sea el precio, provocando un aumento de la presión vendedora y por tanto de la volatilidad. Toda valía para recuperar su dinero, por un lado, con la venta de los activos y por el otro con el cambio de esa divisa contra el yen, lo que provoca que el yen se aprecie más y se entra en una cascada de liquidaciones sin parar. 

De ahí que se haya visto cómo el índice de volatilidad superó niveles nunca vistos, salvo crisis del 2008 o la pandemia. Las Bolsas han llegado a retroceder doble dígito en un par de sesiones, aunque según varios informes de analistas financieros independientes, la mayoría de las instituciones mundiales han recurrido a un producto financiero, llamado swap, para cubrir otra posible apreciación del yen, lo que significaría que el riesgo de que esto pueda volver a suceder de nuevo queda mitigado.