500 médicos baleares se niegan a atender a los enfermos en castellano y conculcan su juramento hipocrático.

El juramento hipocrático es un compromiso, que solo pueden hacer las personas que se gradúan en las carreras universitarias de Medicina. Tiene un contenido de carácter solo ético porque orienta al médico en la práctica de su profesión. Ese juramento solemne obliga a cumplir entre otros el siguiente concepto: 

No permitir que consideraciones de edad, enfermedad o incapacidad, credo, origen étnico, sexo, nacionalidad, afiliación política, raza, orientación sexual, clase social o cualquier otro factor se interpongan entre mis deberes y mis pacientes” 

Pues bien, hoy leo en la prensa nacional que 500 sanitarios de Baleares se confabulan para negarse a atender a los pacientes en castellano. Crean un decálogo de conducta que impone el catalán en sus comunicaciones, aunque el enfermo les responda en español y solo cambiarán en el caso de que se quejen. 

Bautizados con el nombre de ”Sanitarios por la Lengua“ y apoyados por la Obra Cultural Balear, que es la principal entidad independentista de las islas, dicen sentirse inquietos por el abandono progresivo del catalán en la sanidad. El español aparece como un idioma intruso en su propio país. Esta es una de las principales conclusiones a las que llega el ambicioso estudio de Hablamos español, sobre adoctrinamiento en los libros de Lengua y Literatura en las comunidades autónomas bilingües. 

Preservar la cultura, el idioma y las costumbres, pero sin cruzar esa línea roja que es la salud.

Nunca me opondré al uso de las lenguas identitarias de cada autonomía, pero otra cosa es la sanidad y la utilización política de la desatención hacia aquellas personas que no pueden aprender una lengua que desconocen y que entienden que tienen derecho a ser atendidos debido a la enfermedad que padecen y no del idioma que se le exija. 

«Lo español tiene una carga de negatividad que no tiene lo local. Es sustituida por el frío concepto ‘Estado español’, que hace referencia a una entidad administrativa y no a una nación con lo que ello implica. El término España se utiliza para aludir a alguna cuestión negativa». 

Preservar la cultura, el idioma y las costumbres, pero sin cruzar esa línea roja que es la salud.  

¿Hacia dónde vamos?