El IMCE nace en 1994 y la desastrosa gestión de estos últimos años provoca que esté a punto de implosionar, debido a una deuda de 3,6 millones, como si fuese un agujero negro.
Todos, alguna vez, hemos oído hablar de los agujeros negros, un fenómeno que tiene lugar en nuestro espacio exterior -afortunadamente a miles de millones de años luz- y que ha constituido objeto de estudio para infinidad de físicos desde Albert Einstein a Stephen Hawking en la búsqueda de explicación a los cambios que experimenta nuestro Cosmos e incluso a su propio nacimiento.
¿Y por qué relaciono en el encabezado de este artículo al IMCE con los agujeros negros?
Quizás lo más apropiado al caso sea explicar qué es un agujero negro y a partir de ahí seguramente nos resulte más fácil entender el porqué del símil:
“Un agujero negro es un cadáver de una estrella gigante que se produce cuando dicha estrella se queda sin combustible, colapsa hacia adentro y todo lo que se acerca a su órbita, por la enorme fuerza de su gravedad es engullido hacia su interior, destrozando todo aquello que atrapa”.
Lage Tuñas y Rey-ná llegaron al Palacio Municipal decididos a apagar la luz de esta “estrella cultural” y, de paso, arruinar a una larga lista de proveedores
Nuestro IMCE (Instituto Municipal Coruña Espectáculos) nació al “cosmos cultural” en julio de 1994 de la mano del entonces concejal de Educación y Cultura, José Luis Méndez Romeu, siendo alcalde Paco Vázquez -¡¡que concejales los de entonces, que ALCALDE, que nostalgia!!-; la encomienda de esta “rutilante estrella” del firmamento cultural no era otra que agilizar la gestión de los espectáculos y las fiestas en La Coruña, dotándola al mismo tiempo de consistencia, eficiencia y transparencia. O sea, exactamente lo contrario de lo que es actualmente.
Desde su creación, el IMCE vivió épocas más luminosas y otras no tanto, pero jamás nada parecido a lo que está sucediendo desde que los co-alcaldes Lage Tuñas y Rey-ná llegaron al Palacio Municipal decididos a apagar la luz de nuestra particular “estrella cultural”, hasta el extremo de hacerla implosionar a fuerza de irregularidades.
¿Quién le iba decir a un buen gestor y referente cultural como el señor Méndez Romeu que un compañero suyo iba a convertir a su Nova -nombre dado a una estrella que acaba de nacer- en un inmenso y oscuro agujero negro que, fuera de su presupuesto anual normal, se ha tragado 3,6 millones de euros en menos de un año?
El descontrol de Inés Rey, Lage Tuñas y Gonzalo Castro en la gestión del IMCE ha provocado una enorme deuda de 3,6 millones en menos de un año y decenas de proveedores y profesionales están al borde de la quiebra
Estos más de tres millones y medio de euros es dinero que se adeuda a promotores, autónomos, trabajadores y profesionales del sector cultural y de fiestas, muchos de ellos de nuestra ciudad; es decir, hay en estos momentos muchas familias que tienen que estar pasando serios problemas económicos, porque al señor Lage Tuñas no le da la gana de abonar los trabajos realizados.
Y sí, han visto bien, he dicho Lage Tuñas y no Gonzalo Castro, porque reflexionen conmigo: ¿quién es el Supremo hacedor de María Pita? ¿quién contrata, maneja los presupuestos y ordena los pagos? ¿quién decide lo que se hace y lo que no en el Ayuntamiento? ¿quién, en suma, controla el personal y los dineros de TODAS las concejalías? Pues sí, él, el señor del Lagelato, el dueño de los pisitos, el de porque yo lo valgo, el que más vale un improperio o una grosería que un buenos días, el que si llega a medir medio metro más cree que es Pedro Sánchez: Lage Tuñas.
Lage Tuñas, concejal de Contratación y Hacienda, ha consentido que se genere un agujero negro de 3,6 millones en el IMCE, la mayoría por eventos programados sin presupuesto – casualmente en año electoral
No cabe duda de que Gonzalo Castro se gastó ese dineral siguiendo instrucciones, porque una cantidad con tantos ceros, el Sultán de Outes, no se la deja gestionar ni a su propia sombra; y si reparamos en que ese gasto corresponde a los saraos del año electoral, pues blanco y en botella: el señor de los dineros es, obviamente el responsable último de las deudas del IMCE. No con ello, voy a exonerar al concejal de Cultura de su irresponsabilidad, pero una cosa es torpeza e imprevisión, y otra muy distinta es hacer caso omiso de las normas y gestionar el dinero público usando métodos irregulares.
Inés Rey intentó llevar a Pleno municipal facturas del IMCE por 2,5 millones en abril, pero tanto PP como BNG le dijeron que ni se le ocurriese, tras leer el informe desfavorable del Interventor municipal
La situación es tan apurada que la señora Rey-ná intentó llevar un modificativo de crédito o Reconocimiento Extrajudicial -pago de deudas no contempladas en el Presupuesto ordinario- de una parte importante de esa cantidad, 2,5 millones de euros, al pasado Pleno del mes de abril, pero el PP y el BNG hartos de tanto cambalache, de tanta opacidad, y de tanto “sindios”, con su anunciado NO a apoyar dicho modificativo obligaron a retirarlo del Orden del Día “in extremis”.
Claro que, para llevarlo a Pleno, además de los apoyos para su aprobación, se necesita de un informe previo por parte de la Intervención del Ayuntamiento, que señale si hay causa o no para su toma en consideración, y de no haberla, es decir si el Interventor municipal informa en contra, cuáles son los motivos de ello.
Esto lo dejaremos para una segunda parte. Por hoy ya tenemos bastante revuelto el estómago con las andanzas de este trío letal.