El precio de la electricidad industrial en Europa es el doble de cara que en USA, lo que lastra la productividad de las economías europeas, y nos quedamos rezagados en la nueva industria de alto valor añadido.

Draghi es noticia estos días al presentar un informe en el que propone un cambio significativo en la política económica de la Unión Europea. El documento encargado por la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, generará un gran impacto para los 27 estados miembros de la Unión.

El primero de los problemas es la locomotora europea, Alemania. Como se puede observar, a partir del 2019, su producción industrial, comenzó a desviarse de la tendencia de esa década. El problema es que la lejanía frente a esa tendencia es cada vez mayor y, en este caso, está produciendo un 26% menos de lo que debería. Buena parte de esta ralentización se debe a la pérdida de competitividad internacional, por la mejora de la eficiencia de países como China, así como la falta de materias primas baratas después de la invasión de Ucrania.

Foto. La producción en Alemania está un 26& por debajo de la tendencia de los últimos años, debido a los problemas de productividad y disponibilidad de materias primas

También hay que señalar la diferencia en el precio de la electricidad industrial en Estados unidos frente a Europa. Esta diferencia se debe a la falta de inversión para conseguir electricidad mas barata, a lo que hay que añadir las tasas por la emisión del CO2, los impuestos en la factura, y un aumento sobre el total de un 35%, en gastos varios, lo cual según la fuente original son gastos sin justificar en los contratos europeos, lo que da entender que serán comisiones, intermediación, asesores etc. Y es que la competitividad es difícil de conseguir cuando tu electricidad es el doble de cara.

Foto. Comparativa entre Europa, USA y China de las nuevas industrias de alto valor añadido

En todas las nuevas industrias de alto valor añadido, Europa se esta quedando atrás, debido a no se realizan inversiones públicas ni privadas, desincentivadas, en buena parte, por regulaciones y tributaciones impuestas por la Comisión Europea. Sin embargo, se invierte para tener placas solares, eólicas, y biocombustibles y, a pesar de esto, tenemos la luz más cara que EEUU, China o Rusia. 

Basta con mirar como las 40 empresas mas grandes de Alemania, como son Siemens, Deutsche Telekom, Volkswagen, Airbus, Allianz, Adidas, Deutsche Bank, DHL o Bayer entre otras, y comprobar que el valor de Nvidia, la famosa empresa americana de chips e inteligencia artificial ya vale un 50% mas que estas 40 empresas juntas, y hablamos de una empresa con 31 años desde su fundación, lo que nos evidencia como el mundo ha cambiado y, sin embargo, Europa no ha podido seguir el ritmo.

La empresa americana de chips e IA, Nvidia, ya vale un 50% más que las primeras 40 empresas alemanas

En 2022, cuando la inflación era un problema en todo Occidente, el gabinete de Biden, sacó adelante la “Inflation Reduction Act”. Con ello, los Estados Unidos emitieron miles de millones en deuda para invertir en energías limpias y conseguir una electricidad mas barata, de la que ya tenían. Este es un sector estratégico si se quiere disponer de industria pesada y de alto valor, de ahí que, unos meses mas tardes, se publicara “CHIPS and Science ACT”, una ley con la que invertir mil millones de dólares en nuevos fondos para impulsar la investigación y fabricación de semiconductores en Estados Unidos. Además, se impulsaron créditos fiscales de inversión del 25% para los costos de los equipos de fabricación y 13 mil millones de dólares para la investigación de semiconductores y la capacitación de la fuerza laboral, con el doble objetivo de fortalecer la resiliencia de la cadena de suministro estadounidense y contrarrestar a China.

Y este es un plan perfecto, donde Estados Unidos ha usado su hegemonía para aprovecharse de una guerra en continente europeo, entre Ucrania y Rusia, para asi debilitar a una Europa industrial y manufacturera que era rentable gracias al gas ruso, y que, debido a ese ataque, todos los países miembros se pusieron de acuerdo en realizar sanciones, lo que significó que Estados Unidos pasó a ser exportador del gas licuado del petróleo.

Europa se está quedando en fuera de juego por deslocalización de la vieja industria y por la falta de competitividad en la nueva industria de alto valor añadido

Por tanto, un sector estratégico como el energético, dependerá de EE.UU. en Europa y, mientras la vieja industria esta deslocalizándose a Estados Unidos o países del Tercer Mundo, y la nueva industria como son los chips, el software, la IA y demás, ya son dominadas gracias a la Chips Act por EE. UU., consiguiendo la independencia tecnológica. En consecuencia, Europa se está quedando como una economía de servicios e importadora de aquellos productos generados por la revolución tecnológica.

Además, Estados Unidos se está beneficiando de otro factor estratégico. Al convertirse en un exportador neto con Europa, su moneda ganará cada vez más valor, y con la ejecución del Plan Draghi, que pretende mutualizar toda la deuda europea, solo se conseguirá países mas endeudados sobre el PIB, y el peligro de caer en una trampa de deuda, además de un alto riesgo de olas inflacionarias.

A modo de conclusión, podemos decir que los Estados Unidos son el imperio global, y a pesar de que, para muchos expertos, nos encontramos en un orden multipolar donde China y Rusia son capaces de frenarlos, la trayectoria exitosa de USA es consecuencia de un gran liderazgo a lo largo de años y de un plan estratégico diseñado a 30 o 40 años vista, lo que supone la antítesis del modelo europeo, donde desde un alcalde de un pueblo hasta la presidenta del parlamento europeo, solo están pensando en las próximas elecciones. Todo esto, unido a otros problemas, como la falta de poder adquisitivo o la delincuencia, hace que en Europa surjan como las setas movimientos totalitarios y populistas. La historia nunca se repite, pero lo parece.