Por Bárbara Rivas

Cuatro veces ha aplazado el comisionado del Gobierno para el Corredor Atlántico su primera reunión con los representantes de la Confederación de Empresarios de Galicia. Cuatro desprecios desde que el pasado mes de marzo, horas después de que fuese presentado en un acto que tuvo lugar en Asturias, anunciase que se iba a encontrar con todos los actores implicados en el desarrollo de la gran malla comunicativa esencial para vertebrar buena parte de la Península Ibérica.

El comisionado se llama José Antonio Sebastián Ruiz y tampoco ha encontrado tiempo para reunirse con los presidentes autonómicos que desean un cara a cara. De hecho la reunión nonata con la confederación empresarial gallega se convocó a espaldas de la Xunta. Sí se vio, al día siguiente de su puesta de largo, con José Miñones, el entonces delegado del Gobierno en Galicia. Tras aquel cónclave se comprometió a escuchar a las empresas para definir un plan director del Corredor Atlántico y tenerlo preparado en octubre. Pero parece que Sebastián está más pendiente de otras cosas, por ejemplo ahora de unas elecciones que le ponen en el disparadero.

Mientras tanto la vida pasa y languidece la imprescindible ampliación de un Corredor Atlántico multimodal que dé servicio ferroviario a pasajeros y mercancías hacia Galicia, Asturias, Navarra, Aragón y Andalucía occidental y que sobre todo se integre para conectar los 27 países de la Unión Europea a partir de unir los principales puertos, aeropuertos y nodos intermodales.

En otras palabras: lejos del Corredor Atlántico, Galicia está lejos de Europa y del progreso. O como advierte Adrián Barbón, el presidente socialista de Asturias, vivimos en un país en el que la desigualdad en este momento se mide en el eje este-oeste, no en el secular desequilibrio norte- sur. Por eso para colectivos empresariales como ASCEGA es esencial alzar una voz de alerta y clamar no sólo por una apuesta del Gobierno más nítida a nivel presupuestario sino por un modo de actuación más ágil, operativo y eficaz tan siquiera para manejar las agendas.