A final de 2023 hay más cotizantes a la Seguridad Social, pero seguimos sin conocer la cifra real de fijos discontinuos, aunque se calcula en 700.000 personas.

Como cada mes se publicaron los datos de afiliación del mes anterior por parte del Ministerio de Seguridad Social que, en diciembre, también suponen el cierre del año 2023. Ante la publicación de los datos, es fascinante leer los titulares de los diferentes medios de comunicación, sesgando su análisis dependiendo de su línea editorial. 

Acudiendo directamente a la fuente y de manera aséptica, analizamos los datos públicos que se anuncian. Obviamente, el Ministerio de Seguridad Social también sesga los datos convenientemente de acuerdo con sus intereses mientras que, un año después, sigue sin desvelar la cifra real de fijos discontinuos que prometió anunciar el pasado enero de 2023.

Vamos con los datos. A pesar de la ralentización económica, España ha acabado con cerca de medio millón de afiliados más; lo importante no es el dato de cotizantes si no cuanto cotizan estos nuevos trabajadores. Si miramos solamente el dato de cotizantes, que es de lo que sacan pecho todos los medios cercanos al Gobierno, así como el propio ente gestor público, es cierto que su evolución es positiva si solamente se asume el dato de los 479.000 nuevos cotizantes del año 2022. También mejora la media del período 2014-2019 que se sitúa en 508.000 nuevos cotizantes.

En España hay 3,5 millones de personas sin empleo, si incluimos a los fijos discontinuos inactivos y, paradójicamente, hay cerca de 160.000 vacantes de empleo sin cubrir

La cifra de cotizantes en España se sitúa en 20,83 millones de euros, con 2,70 millones de parados. Por lo tanto, las previsiones de empleo que el Gobierno de España anunció en verano, con la expectativa de llegar a 21 millones de cotizantes, no han sido cumplidas. Otra expectativa incumplida por el Gobierno central es la del pasado 3 de enero de 2023, debido a que anunció que se publicaría el número de fijos discontinuos que se encuentran sin trabajo y no lo ha hecho. Con el dato de fijos discontinuos inactivos se puede verificar el maquillaje de los “cotizantes” con personas que son parados y deberían figurar en las cifras de paro real. Si bien el dato no es de dominio público, se estima unas 700.000 personas que deberían engrosar los datos del paro y que no figuran como tal. Por lo que los datos oficiales que se publican hay que “limpiarlos” convenientemente.

En 2023 ha subido el empleo público, en sanidad y educación, así como hostelería, transporte y comercio. Los que más perdieron han sido el agrario y el empleo doméstico

El empleo en España suele estar fuertemente sesgado hacia el sector servicios, que, dependiendo del ciclo económico, aporta más o menos oferta de empleo a la economía. Sin embargo, los resaltable es que este año 2023 los dos sectores que más han aportado al empleo han sido la sanidad y la educación, con un marcado carácter de oferta pública de empleo. Después los sectores que más aportan son hostelería, transporte y comercio. Este año 2023 se puede concluir que se ha aumentado el número de cotizantes por cuenta ajena, que debería de ser lo habitual, así como de autónomos, cuya evolución se había congelado durante varios ejercicios. 

La lectura del aumento de autónomos tiene diferentes aristas, que pasan desde las personas de más de 50 años que se hace autónomos de cara a cotizar para llegar a la jubilación, hasta las personas que crean valor con su trabajo. Habrá que estar atentos al impacto en las cifras de autónomos este año, que va a causar la subida progresiva de cotizaciones sociales que sufrirá el colectivo hasta el año 2030, con el objetivo de igualar sus cotizaciones a las que abonan los asalariados por cuenta ajena.

El sector servicios sigue tirando de las cifras del empleo y el sector industrial languidece en España

Los sectores que perdieron trabajadores son el agrario y el empleo doméstico. En este caso, existe una incidencia notable la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que volverá a subir este año. A mayor SMI, hay empleo que se traslada a economía sumergida al no ser económicamente viable el aumento de coste por la vía de cotizaciones sociales, así como de salario. 

Destaca también que el 38% de cerca de medio millón de puestos creados, haya sido ocupado por trabajadores de nacionalidad extranjera. Con 2,7 millones de parados en España. Desde el año 2008, ante la natalidad nacional estancada, han sido los cerca de 5 millones de extranjeros los que han entrado en el país para abonar el exiguo crecimiento económico que presenta España. Los puestos de trabajo que mayoritariamente han cubierto los extranjeros han sido en hostelería, comercio y transporte. Lo que hace que, de media, se concentren en trabajos de baja cualificación no cubiertos por nacionales en situación de desempleo. Son empleos con salarios bajos que compiten con los subsidios que transfiere el Estado.

A mayor Salario Mínimo Interprofesional, hay empleo que se traslada a economía sumergida, al no ser económicamente viable el aumento de coste por la vía de cotizaciones sociales, así como de salario.

El optimismo con los datos de empleo hay que contrastarlo con la relación de horas trabajadas y cotización media. En primer lugar, las horas trabajadas siguen estando por debajo de 2019. Es decir, hay cerca de 3 millones más de cotizantes que hace 4 años y las horas trabajadas siguen por debajo; lo que refleja la baja productividad del trabajo que se crea. En segundo lugar, la cotización media se está situando al mismo nivel que la pensión media. Añadiendo a esto que nos acercamos a que solo hay dos trabajadores por cada pensionista, la insostenibilidad de la Seguridad Social y del Sistema de Pensiones cada vez es mayor; a pesar de los datos presuntamente optimistas de los que presume el actual Gobierno de España.

Otro dato que hay que resaltar es la paradoja de que el número de vacantes en España se sitúe en máximos de la serie histórica. Es decir, hay cerca de 160.000 vacantes de empleo y cerca 2,7 millones de personas desempleadas (3,5 millones si contamos los fijos discontinuos inactivos). La paradoja se da en que estas vacantes suelen ser de empleo no cualificado, especialmente en sectores como la hostelería, la agricultura o la construcción. Una vez más, se trata de sectores con un salario medio que rivaliza con las transferencias del Estado hacia los desempleados. Por lo que es la rigidez del mercado laboral español la que crea estas vacantes no cubiertas.

Hay cerca de 3 millones más de cotizantes que hace 4 años y las horas trabajadas siguen por debajo de 2019, lo que refleja la baja productividad del trabajo que se crea

En conclusión, se puede afirmar que los datos de empleo han batido el número de cotizados. Pero dados los bajos salarios medios que hay en España, la cotización total que aportan los nuevos trabajadores sigue sin poder financiar los gastos de nuestro actual estado de bienestar. Cada año que pasa se hace más urgente una reforma del mercado laboral que flexibilice los movimientos de oferta y demanda, para así poder pagar el paro estructural en España de 2,7 millones de personas desempleadas (3,5 millones si contamos los fijos discontinuos inactivos). Cada año que pasa se hará más difícil realizar una reforma estructural, que normalmente se tiene que hacer el primer año de legislatura para que tres años después el Gobierno pueda presumir de sus medidas.