Los nacionalistas, al igual que hizo La Marea, apoyan al Gobierno de Inés Rey por la mañana, de forma incondicional, y por la tarde se dedican lamentarse y a trasladar críticas tibias.
Probablemente más de una vez, desde comienzos del actual mandato, los componentes del Grupo Municipal Nacionalista del Ayuntamiento de La Coruña se hayan movido en el eterno dilema shakesperiano del “ser o no ser”; y no es cuestión menor ésta, pues al igual que en el drama “Hamlet”, da la impresión de que hagan lo que hagan, oposición o seguidismo, se “masca” la tragedia.
El BNG ha representado, el pasado martes, una pataleta de “socio preferente” en su valoración del primer año de mandato municipal de Inés Rey y su gobierno
Y quizás alguien pueda pensar que la comparecencia de este pasado martes ante los medios de comunicación, para decir que su balance del primer año de gobierno del tándem Lage-Rey “é moi negativo”, supone toda una declaración de intenciones o lo que viene siendo un “¡¡hasta aquí!!”, pero no, todo indica que es una colleja del aliado que, indignado por la tomadura de pelo, se ha decidido a patalear.
En todo caso no es que empiecen muy bien la evaluación de este annus horribilis porque, aunque todos somos conscientes -y más conociendo al Supremo hacedor de María Pita- de que todo es susceptible de empeorar, coincidirán conmigo que catalogarlo como “moi negativo” es bastante benevolente; porque díganos, señor Jorquera, qué hay de todas aquellas cousiñas que usted pactó con los socialistas para entregarles el bastón de mando de la ciudad: ¿y la famosa Casa Cornide? ¿la comisión de investigación sobre el affaire STL? ¿la Planta de Nostián? ¿la transparencia? ¿la licitación del bus urbano? ¿la cesión gratuita de la cárcel? ¿el área metropolitana? … todo eso, y más, ¿en qué cajón del despacho de LageMan duermen el sueño de los justos?
Todo lo que pactó el BNG para entregar la alcaldía a Inés Rey y el poder a Lage Tuñas, se ha quedado en agua de borrajas y ahora representan una tibia protesta
Es que el tándem Lage-Rey no ha hecho nada, NA-DA señor Jorquera, y ahora a ustedes no les queda más remedio que justificar aquel cambio de cromos de la investidura: los socialistas dejarían gobernar a su colega de Santiago en solitario a cambio de que les devolvieran el “favor” en La Coruña.
Estaba claro que al señor de Outes, que en aquel momento era alguien en su Partido, le compensaba sacrificar a sus compañeros compostelanos en pago de que ustedes no entrasen en las dependencias municipales de María Pita a “revolver”. Pecaron de ingenuos y ustedes jamás, mientras el trasero del señor Lage Tuñas esté apoltronado en la segunda planta de la Casa Consistorial, van a entrar a formar parte del gobierno municipal. Ténganlo claro y meridiano.
Mientras Lage Tuñas siga manejando María Pita a su antojo, el BNG jamás podrá entrar en el Gobierno municipal de A Coruña y se conformará con utilizar la ciudad como moneda de cambio para gobernar en Santiago
Y como si con la investidura no hubiese quedado clara su disponibilidad, su generosidad aumentó plasmándose en la entrega de sus cinco votos para aprobar un Presupuesto poco menos que cuestionable. Si no fuera porque estamos hablando de la ciudad que tanto nos ocupa y preocupa, de nuestro modo de vida y nuestro futuro, hasta le diría que es para echarse unas risas. Cualquier parecido entre lo que ustedes aprobaron y lo que llegará a la Cuenta General de liquidación del presupuesto en la primavera del año que viene será mera coincidencia.

Foto. El BNG repite los errores que llevaron a La Marea a fracasar en María Pita.
El gran fallo de los nacionalistas ha sido y sigue siendo subestimar al señor Lage, que tuvo muy claro desde el primer momento en qué papel les quería situar en esta bufonada: un remake de la Marea; y así les deja gastarse en sus críticas, proponer y aprobarles asuntos intrascendentes, que hagan exhibición (prevista y monitorizada en alcance por él mismo) de su cabreo de cuando en vez, para finalmente darles una palmadita en la espalda, tomar cafés juntitos, y aquí paz y después gloria.
Los concejales del BNG apoyaron la investidura de Inés Rey, aprobaron los presupuestos ficticios de 2024 y han mirado para otro lado con los sucesivos escándalos de Lage Tuñas
Los nacionalistas le dieron el sí a la investidura, le dieron el sí a los Presupuestos, le dieron el sí a algunas otras ocurrencias del Clan Lage-Rey, y ahora resulta que les ponen delante de las narices la inaceptable deuda del IMCE, vergonzoso exponente, uno más, de una pésima gestión, y el BNG hace una performance de repulsa sin paliativos, para, finalmente, entrar al trapo como un miura.
Y mi asombro llegó a su pico más elevado cuando los nacionalistas le dicen a los socialistas que no les aprobarán nada mientras no salden la deuda del IMCE, pero ¡¡almas cándidas, si eso es lo que quieren!! Si les han hecho el trabajo de blanqueo y dejado en bandeja la argumentación: “hay familias que dependen de eso”, “hay que dar confianza al sector”, “hay que seguir fortaleciendo la oferta cultural”, “hay que crear empleo en el sector”, ”hay que”, ”hay que”…. Permítanme que haga mi aportación: “hay que seguir tomándoles el pelo, que nos funciona”.
El BNG exige aprobar la deuda de más de 4 millones del IMCE, que es precisamente lo que busca la pareja Inés Rey-Lage Tuñas, conociendo el demoledor informe del Interventor municipal
Y por si al señor del Lagelato y su aliada Rey-ná, les quedase alguna duda respecto de su disposición a sacarlos de los apuros, el grupo nacionalista añade dos puntualizaciones extraordinarias a esta faena:
– Que no se plantean la ruptura o modificación del acuerdo puntual que suscribieron;
– Que “tempo ao tempo”
Créanme si les digo que hago esfuerzos por no ser grosero, pero en esta “ronda” los pagafantas son los nacionalistas. Si es que ahora mismo la pareja Lage – Rey-ná lo deben estar celebrando en el Samaná, porque ¿cuánto tiempo más necesitan Jorquera y su grupo para ver cómo les toman el pelo mientras arruinan y desprestigian a esta ciudad? ¿Qué tiene que ocurrir para que reaccionen?
El BNG está en una encrucijada importante: plegarse a los manejos de Inés Rey y Lage Tuñas, incluyendo el blanqueamiento del escándalo del IMCE, o exigir un cambio de rumbo que evite a la ciudad caer en el precipicio
No soy yo quien para darles consejos y menos decirles qué deben hacer, sólo sé que es necesario e imperioso, hacer algo, poner coto a tanto disparate, desde la responsabilidad, el compromiso y la coherencia con los coruñeses.
Puedo entender que facilitar el gobierno de esta ciudad al PP no sea una alternativa ni para ustedes ni seguramente para muchos coruñeses, pero seguir en estas circunstancias créanme que tampoco es bueno ni para la ciudad, y si se me permite el atrevimiento, ni siquiera para el BNG.
Quizás el momento de haber puesto pie en pared fue otro, y ya pasó, pero aún están a tiempo de ayudar a un cambio de rumbo de la nave que pilotan los socialistas si no quieren verla encallar en los bajíos de la inoperancia, el atraso, la opacidad, la soberbia, las irregularidades y la ausencia absoluta de gestión.
En fin, señores nacionalistas …no les arriendo la ganancia ni envidio su “camisa”.