Pedro Sánchez ha sacado a pasear la máquina del fango y la internacional ultraderechista, así como los ataques a jueces y periodistas, para tratar de remontar las malas encuestas electorales.

Pues resulta que no es cierto, que no existe tal cohete y que la economía desciende como la varilla después de que dicho fuego artificial explote en el aire y se convierta en eso, “aire”… 

No lo digo yo, pobre pensionista, lo afirma un miembro destacado del Gobierno de Sánchez, que ocupa una vicepresidenta del cupo, llamada Yolanda Díaz, tal vez por ello masculló la palabreja, aquella de “A la mierda…” “A la mierda”. La Sra. Díaz discrepa abiertamente de lo manifestado por el que le mantiene en el cargo gracias al apoyo de los votos que le concede Sumar, ya que sin ellos no podría el Sr. Sánchez ni tan siquiera tomarse cinco días de reflexión, se iría para siempre. 

Yolanda Díaz, vicepresidenta de Gobierno, contradice a Pedro Sánchez y no cree que la economía vaya como un cohete

La ministra de Trabajo reconocía así lo evidente y lo hacía en contra del mantra del sector socialista del Gobierno, que no se cansa de repetir el renovado mantra del “España va bien” añadiéndole, en este caso, propulsión y nueva energía a la “moto” económica mencionada por el omnipresente Zapatero. 

La señora Díaz, se da cuenta ahora, en vísperas de las elecciones europeas, de que España está próxima a la bancarrota, con una deuda que pagarán hasta nuestros nietos y con unos jóvenes que no encuentran un trabajo acorde con los estudios realizados. Ella, la señora Díaz, la que visita al Papa de Roma y la que cambia de modelito cada día, ha empezado ya a restar en lugar de Sumar. No señora Díaz, no nos vamos a la mierda. Es que estamos ya en ella y no será por culpa de los ciudadanos que soportamos sus simultáneos insultos y lenguaje inadecuado, que provoca que la crispación llegue a todos los ámbitos de la vida social. 

El PSOE ha dejado de ser una formación política al uso, para transformarse en un movimiento emocional de ideología variable

 Ni el cohete de Sánchez, ni la moto de zapatero, y en cuanto al Falcon, creo que llegará el momento en que tendrá que aparcarlo en el hangar, toda vez que estimo que pronto dejará de usarlo, no por mérito de los demás, sino por las mentiras propias. Las encuestas señalan que el PSOE ha dejado de ser una formación política al uso, para transformarse en un movimiento emocional de ideología variable, en función de las circunstancias, desvinculado de cualquier coherencia y uncido al arbitrio caprichoso de un caudillo cada vez más endiosado. 

El cohete esta falto de pólvora y los españoles no confundimos amnistía con amnesia

No creo que, sacando a pasear los inventos de la máquina del fango y la internacional ultraderechista, así como los ataques a jueces y periodistas, consiga remontar una campaña que puede que ganen o empaten. Pero el cohete estaba falto de pólvora y los españoles no confundimos amnistía con amnesia. Tiempo al tiempo ya veremos qué le queda este gobierno cuando no pueda dar más prebendas a los independentistas. Entonces, en ese momento, nos dirá que ha cambiado de opinión y necesita pactar con los que defienden la Constitución.

Pero tal vez sea ya tarde. Ya no habrá ayudas de Bruselas y los que dependen del pesebre abandonarán el barco.