Tras el intento fallido de fabricar un segundo Prestige con los pellets, los partidos de la oposición se vuelcan ahora en despreciar la sanidad pública mejor valorada de España.

Foto. La candidata Ana Pontón (BNG) y el portavoz municipal Jorquera buscando sin éxito alguna bolita de plástico en la playa de Matadero (A Coruña)
La artificial “catástrofe ambiental” fabricada por los partidos de la oposición “progresista”, con la inestimable colaboración de sus megáfonos mediáticos, ha terminado de forma tan abrupta como ha comenzado. El chicle ya no estira más y el lamentable desfile de políticos por las playas de nuestras costas ha finalizado sin prender la mecha del pretendido incendio que animase a los votantes gallegos a apoyar el “tripartito salvador”.
Por los arenales de nuestra hermosa costa ha pasado la candidata del BNG, Ana Pontón, la de SUMAR, Marta Lois, acompañada de una Yolanda Díaz que no iba preparada precisamente para pisar la arena de la playa, el candidato socialista Gómez (Besteiro) y una larga lista de acompañantes que se mostraban, de repente, muy preocupados por la presencia de microplásticos y plásticos en nuestra franja litoral.

Foto. Yolanda Díaz y Marta Lois (candidata de SUMAR en Galicia) en busca de la bolita perdida
Súbitamente, todos los progres de salón han descubierto la pólvora. ¡Cómo se nota que no pisan a diario la realidad de lo que llega a nuestras playas después de cada marejada! Un ejemplo muy gráfico es que en el dispositivo de limpieza de playas, que desplegó en solitario la Xunta de Galicia, se recogió más plástico ordinario que bolitas de plástico; concretamente el doble y eso debería llevarnos a todos a una reflexión. Es vital reducir el consumo de plásticos de forma verdaderamente significativa, porque las bolsas que utilizamos, las botellas que consumimos o las bandejas de plástico que compramos en los supermercados, suelen terminar en el fondo de nuestros mares y, más tarde, aparecen, enteras o en pedacitos, en nuestras playas.
Vamos a describir brevemente lo que hemos aprendido de este kafkiano episodio de la “crisis de los pellets”:
- El gobierno de Sánchez ocultó a los gallegos, durante un mes, el vertido de contenedores en aguas portuguesas, porque no le dio la suficiente importancia a un incidente que, por desgracia, es más habitual de lo que nos gustaría. Demasiado tráfico marítimo pasa a diario por delante de nuestras costas y el riesgo siempre estará presente.
- El gobierno de Sánchez tardó más de un mes en informar oficialmente a la Xunta de Galicia del accidente y de la posible llegada de bolitas de plástico a las playas gallegas.
- El gobierno de la Xunta de Galicia pecó de exceso de bondad, esperando lealtad del gobierno de Sánchez, y esperó a la comunicación oficial – tardía – para activar el nivel de alerta 1 y 2, y comenzar la limpieza de playas. Aprendieron una dura lección: en un período cercano a elecciones, la tropa de la “sanchosfera” no juega limpio.
- El gobierno de Sánchez no incrementó los medios para evitar que los sacos de pellets llegasen a las playas y, como consecuencia, una parte de los sacos se rompieron y las bolitas de plástico llegaron a los arenales de Galicia, Asturias y Cantabria.
- El gobierno de Sánchez, y en concreto la ministra de medio ambiente Teresa Ribera y el “pistolero” ministro de Transportes, Óscar Puente, se rieron de todos los gallegos cuando negaron los medios solicitados por la Xunta de Galicia para tratar de evitar la llegada de los pellets a la costa gallega.

Foto. El candidato Gómez no reclamó al gobierno central los medios necesarios para evitar que los sacos de pellets llegasen a las playas gallegas
- Los partidos de la oposición (BNG, PSOE y SUMAR) trataron de crear un “falso Prestige” para embarrar el terreno de juego en las fechas previas a las elecciones gallegas. Tanto fue así que, además de la peregrinación por las playas en busca de las famosas bolitas, organizaron una manifestación el domingo 21 de enero en Santiago para acusar a la Xunta de Galicia de “dejadez”. Sorprendentemente, se olvidaron de que a 70 Km se encontraba Pedro Sánchez y su gobierno, verdaderos responsables de la “desfeita”, celebrando su convención anual en A Coruña. Tampoco era plan de molestar al “amado líder” que reparte puestos y prebendas a la oposición “progresista”.
- Por último, nos alegramos de disponer en Galicia de todos los voluntarios que movilizaron los partidos de izquierda, de extrema izquierda y nacionalistas, para limpiar nuestras playas cada vez que se produzca una marejada o un temporal y, como consecuencia de la resaca que remueve el fondo marino, los arenales se llenen de plásticos, microplásticos y basura en general procedentes de lo que arroja el ser humano al mar, como si se tratase de un gran vertedero.
- Cualquier persona que esté verdaderamente concienciada puede contactar con las organizaciones que llevan trabajando muchos años para prevenir y limpiar las playas del efecto contaminante de las personas irresponsables. Ya hemos mencionado en artículos anteriores un buen ejemplo de una organización que trabaja para paliar y prevenir los efectos de esta “plaga de plásticos” en el mar y en las playas: Surfrider Foundation Europe. Esta gente no está para fotos ni para postureo, solo trabajan para concienciar y luchar contra la contaminación de nuestros mares y de nuestras playas.
Que esta “catástrofe ambiental” artificial ha dejado de ser una prioridad para el gobierno de Sánchez lo demuestra el hecho que hace diez días se ha suspendido el modesto operativo de Salvamento Marítimo para localizar sacos de pellets en aguas gallegas y lo ratifica la nula colaboración del gobierno central en la limpieza de las playas gallegas. Por cierto, el operativo de limpieza de la Xunta de Galicia sigue activo, como se puede comprobar en la foto que tomó un lector de AHoyNoticias el pasado domingo en la playa de Espiñeiro (Mera-Oleiros). Concretamente un total de 10 brigadas siguen trabajando, desplazándose a las playas en las que se informa de posible presencia residual de pellets.

Foto. Operarios de limpieza tratando de localizar pellets en la playa de Espiñeiro (Mera-Oleiros)
Como afirmó el compañero Benjamín Santamaría en este mismo medio digital, el gobierno de Sánchez no informó a la Xunta de Galicia ni a los ciudadanos del vertido de pellets en Portugal, ni ha puesto los medios necesarios para captar los sacos de pellets en el mar, ni ha enviado material y personal para limpiar las playas.
Como ya se ha apuntado en un reciente editorial, el dominio marítimo y la franja litoral son de competencia del Estado, el seguimiento del tráfico marítimo también y Salvamento Marítimo es un servicio de la administración central que se encarga de vigilar cualquier tipo de incidente de esta índole. Por lo tanto, el delegado de Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, máximo representante del gobierno central en la comunidad autónoma, tenía que haber informado a los gallegos desde el minuto uno de este vertido, comunicar el plan de contingencia para solucionar sus efectos e informar inmediatamente a la Xunta de Galicia y pedir su ayuda para sumar esfuerzos. Ni lo primero, ni lo segundo, ni lo tercero. Se puede afirmar que Sánchez no comparece nunca en Galicia, ni con las infraestructuras pendientes ni con los vertidos.
Y finalizo con una reflexión de nuestra Carol Esprón que me ha parecido muy acertada: “Pretender equiparar la llegada de pellets a las costas del norte de España a la catástrofe del Prestige es, sencillamente, un insulto a la inteligencia colectiva del pueblo gallego, que, seguramente, tendrá una firme contestación en las urnas”. No puedo estar más de acuerdo. Tras el intento fallido de fabricar un segundo Prestige con el vertido de pellets, los partidos de la oposición se vuelcan ahora en despreciar la sanidad pública mejor valorada de España. La alternativa al actual gobierno es una mezcla de partidos que quieren ganar unas elecciones haciendo trampas. Allá cada uno con su conciencia.