Lo que sucede en esta ciudad con los pasos de cebra no tiene nombre.
Hace poco la alcaldesa pintó un paso de peatones gigante en la plaza de Mina a la altura de Juana de Vega. Un golpe de efecto que trata de embaucar a los incautos porque la realidad es bien diferente. A mitad del paso de peatones hay una grieta monumental en la que tropieza cada día muchas personas, sobre todo mayores, que no la ven porque la tapa la pintura. Mi pregunta es: No podrían haber asfaltado primero antes de pintar el paso de peatones?
A ver si lo arreglan ya porque algún día se va a partir la crisma algún peatón despistado.