Una vez más, en estas elecciones municipales y a pesar de que está prohibido por una ordenanza municipal, los partidos llenan las paredes de la ciudad de carteles, como si eso fuese a convencernos de votarles con esta invasión de papel y pegamento.
Después se gastarán un dineral de dinero público para limpiarlo o quedarán durante meses pudriéndose en las fachadas de los edificios.
Quiero agradecer al único partido que no ha pegado carteles en las paredes de nuestros barrios, el Partido Popular de Miguel Lorenzo, que haya decidido ser la excepción y que no se haya sumado a esta guarrada. Solo por eso ya tiene mi voto.