A pesar de que Sánchez cerró hace dos días el acuerdo de gobernar a cambio de borrar los delitos de presuntos delincuentes, condonar la deuda a los malos gestores y destrozar la separación de poderes, base fundamental de una democracia moderna (https://ahoynoticias.com/sanchez-rinde-espana-a-puigdemont/), tratando de desanimar a las personas que tenían pensado acudir a la convocatoria del Partido Popular de ayer domingo en contra de la amnistía y por la igualdad, hay que reconocer que no solo no los desanimó sino que actuó de catalizador y rompió todas las previsiones más optimistas de los populares.
Más de dos millones de personas acudieron a las concentraciones que se desarrollaron en todas las capitales de provincia y dieron un ejemplo de resistencia cívica y respeto a la democracia. Varios integrantes de AHoyNoticias se desplazaron hasta la que se convocó en los jardines de Méndez Núñez de A Coruña para palpar sensaciones y opiniones. Lo primero que hay que reconocer es que había muchas más personas de las que pensábamos que iban a acudir. Riadas de personas acudieron a la cita, incluso una vez comenzado el acto, para manifestar pacíficamente su oposición al pacto de Sánchez con independentistas catalanes y con los filoetarras de Bildu. Familias enteras, gente mayor, personas jóvenes, niños y un número muy significativo de participantes que confesaban que era la primera vez que acudían a una manifestación. Gente de derechas, de centro y también gente de izquierda que no está de acuerdo con que haya españoles de primera y de segunda.
Diego Calvo Pouso, presidente provincial del PP, fue el encargado de leer el manifiesto delante de un público entregado, que interrumpió en varias ocasiones para aplaudir. Calvo instó a mantener una resistencia cívica y democrática contra una “gobernabilidad que se ha decidido fuera del país”, a librar “la batalla contra la impunidad” y afirmó que España “no se va a callar ante la desigualdad” y defenderá una Constitución aprobada masivamente por los españoles hace 45 años. En su discurso preguntó a los asistentes “¿Queremos vivir en esa España rota y desigual que han pactado lejos de España? ¿Queremos una nación así para nuestros hijos? No. Queremos que la libertad, la igualdad y la convivencia sigan marcando nuestro horizonte”. Para finalizar, Calvo declaró sentirse orgulloso de “nuestra democracia, de nuestros jueces, de nuestros policías, de nuestros ciudadanos, de nuestra Constitución y orgullosos de España” y remató asegurando que es necesario “dar la batalla en las instituciones, los parlamentos, los tribunales de justicia, la Unión Europea y también en las calles de forma pacífica, cívica y legítima”.
Las instituciones y los ciudadanos se han movilizado contra este ataque a la democracia y al Estado de Derecho: partidos políticos, gobiernos autonómicos, poder judicial (asociaciones de jueces y fiscales, Consejo General del Poder Judicial, Tribunal Superior de Justicia de varias comunidades, jueces decanos de 80 partidos judiciales de España, abogados, letrados, procuradores,…), notarios, funcionarios del Estado, asociaciones de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, asociaciones del mundo académico, del mundo empresarial y medios de comunicación. La pelea será larga y difícil para recuperar la igualdad y los derechos y libertades que hemos disfrutado durante estos 48 años que ha supuesto la etapa más próspera de la democracia, pero la sociedad civil superará todas las dificultades.
Lo ha explicado de forma magistral en este diario digital, el prestigioso magistrado y Vocal del Consejo General del Poder Judicial, Juan Manuel Fernández Martínez: “En España no hay presos políticos… las causas penales relacionadas con el proceso secesionista catalán se instruyeron y juzgaron por haber acudido a vías de hecho, por haber intentado dejar sin efecto el ordenamiento jurídico y el cumplimiento de las resoluciones judiciales, y del Tribunal Constitucional, a través de medios inaceptables en un Estado de Derecho… Lo que está en juego es el estado de Derecho y, por tanto, el bienestar, la convivencia pacífica, el desarrollo económico y los derechos y libertades de todos los ciudadanos, porque sin respeto a la ley solo hay caos e injusticia social.”. Más claro, agua.