Hay etapas de nuestras vidas que por mucho que pase el tiempo, siempre quedarán grabadas en nuestra memoria. La etapa universitaria es siempre una de las más añoradas, pero dentro de los años de la carrera, el año Erasmus es sin duda el más especial de todos. Ahora me toca a mi vivir la experiencia Erasmus durante este curso 2023/2024 y me gustaría compartirla con todos los lectores a través de esta nueva sección, “De viajes y a lo loco”. Cada semana iré publicando pequeñas guías sobre cada uno de los destinos que visite durante los próximos 10 meses, para que en el futuro puedan serviros de utilidad si viajáis a alguno de esos lugares.

El primer destino al que viajaremos no podría ser otro que el lugar en donde haré mi Erasmus: Brno, República Checa. Yo nunca había escuchado el nombre de esta ciudad, pero una vez me concedieron la plaza y empezé a investigar sobre la ciudad, esta no ha dejado de sorprenderme. Con sus casi 380.000 habitantes, la ciudad se coloca como la segunda más grande del país, solo por detrás de Praga. Conocida por su vibrante cultura nocturna, la ciudad también destaca por su historia y su maravillosa arquitectura.

La Plaza de la Libertad

La Plaza de la Libertad

Situada a una hora y media en tren de Bratislava, dos horas de Viena, dos horas y media de Praga y 3 horas de Budapest, Brno se sitúa en el centro de las grandes ciudades de centro-Europa, lo que lo convierte en un destino perfecto para pasar varios días en esta zona del viejo continente y poder hacer grandes excursiones cada día. La propia ciudad es una increíble excursión de por sí, ya que cuenta con monumentos impresionantes como el Špilberk Castle, la Catedral de San Pedro y San Pablo, la Villa Tugendhat (incluida en el 2001 por la UNESCO en su lista de lugares considerados como Patrimonio Mundial) o las catacumbas, las segundas más grandes de Europa solo por detrás de las de Paris. Se calcula que más de 50.000 personas fueron enterradas allí entre los siglos XVII y XVIII.

Imagen de las catacumbas

Imagen de las catacumbas

Si hay algo por lo que destaca la República Checa a nivel gastronómico, es la cerveza. Cabe recordar que por vigésimo octavo año consecutivo, la República Checa es el país que más cerveza bebe per cápita en el mundo, con 143.3 L per cápita. Considerada como una de las mejores de Europa, la cerveza checa no es solo buena, sino también muy barata. El precio medio por medio litro en un bar, ronda entre las 35 y 50 CZK (entre 1, 40 y 2 €). Brno cuenta con su propia cerveza, la Starobrno.

En definitiva, espero que este capítulo introductorio os haya puesto en contexto sobre lo que se viene, que va a ser mucho. Espero que esta serie os anime a visitar esta parte de Europa porque realmente merece la pena. Si tenéis alguna recomendación de lugares a los que visitar, no dudéis en ponerlo en los comentarios del artículo. Espero que disfrutéis de esta serie tanto como yo.