Seguimos esta pequeña ruta por el oeste de Europa, en esta ocasión hasta la preciosa ciudad de Utrecht.

Llena de historia y vida, esta ciudad universitaria, ubicada en el centro de los Países Bajos, es sin duda uno de los destinos más bonitos de visitar pese a no ser muy frecuentado por turistas. 

Con más de 300.000 habitantes, Utrecht es la cuarta ciudad más grande del país e incluso llegó a ser la capital en 1808 (pero tan solo por seis meses). Seguro que os suena el Tratado de Utrecht, aunque en realidad fueron varios tratados de paz firmados entre España, Francia, Gran Bretaña y otras fuerzas europeas de la época, para poner fin a la Guerra de Sucesión Española. El acuerdo supuso para España la entrega de Gibraltar y Menorca a los británicos, mientras que el Reino de Saboya recibió la isla de Sicilia.

En este artículo os contaré cual es la mejor manera de llegar hasta Utrecht, que monumentos hay que visitar y cuáles son los mejores restaurantes para descubrir la gastronomía tradicional. ¡Empezamos!

¿Cómo llegar?

La ciudad se encuentra a tan solo 25 minutos en tren de Ámsterdam, por lo que volar desde España hasta la capital es la mejor opción. Los vuelos rondan entre los 80 y los 100€ (ida y vuelta), con conexiones directas desde Madrid, Barcelona, Valencia, Alicante, Málaga, Ibiza y Bilbao.

Los Países Bajos cuentan con uno de los mejores sistemas de trenes de toda Europa, por lo que moveros en este medio de transporte os será realmente cómodo y sencillo. Desde la app de NS podréis comprar billetes y comprobar horarios directamente desde vuestro teléfono móvil. Como en el resto del continente, las líneas de FlixBus también os transportarán hasta casi cualquier localidad. 

Al estar ubicada prácticamente en el centro del país, Utrecht es un destino perfecto como campamento base, si vuestro propósito es recorrer todo el país. Por no hablar de que el alojamiento es mucho más barato que en el resto de las ciudades. Rotterdam y La Haya están a tan solo 37 minutos en tren, Eindhoven a 48 y Amberes (Bélgica) a 1 hora y media. De hecho, la estación central de Utrecht es la más grande del país y tiene el parking de bicicletas más grande del mundo.

¿Qué ver?

  • La Torre Dom y la Catedral de San Martín

Construida en el siglo XIV, la Torre Dom es el monumento más importante y el símbolo de la ciudad. Sus 112 metros de altura lo convierten en el campanario más alto de los Países Bajos además del más antiguo. La vista panorámica desde lo alto de la torre es espectacular; eso sí, estad listos para subir 465 escalones para llegar al mirador. Para subir es necesario ir con guía y el precio es de 13,50 para adultos y 8,50 para estudiantes.

Antiguamente la Torre Dom estaba unida a la Catedral de San Martín, pero, aunque están separadas, la torre sigue siendo parte del complejo de la catedral. Es considerada como una de las iglesias más importantes de los Países Bajos, llegando a ser la más grande del país hasta su destrucción en 1647 a causa de un fuerte tornado. Tanto la torre como la catedral fueron declaradas patrimonio de la humanidad por la UNESCO, hace tan sólo dos años. En la misma plaza Domplein se encuentra el DOMUnder, que os permitirá explorar los cimientos originales de la catedral, visitar las ruinas arqueológicas de Utrecht y contaros la historia sobre la catedral.

  • El Canal Oudegracht 

Muchos llaman a Utrecht como “la pequeña Amsterdam” y sí es cierto de que la ciudad se siente como una versión en miniatura de la capital neerlandesa, principalmente por la red de canales con la que cuentan ambos lugares. El canal principal de la ciudad es el Oudegracht, recorre todo el casco histórico y es el epicentro de la vida social, gracias a los numerosos bares, restaurantes y discotecas que dan al canal. Una de las cosas más originales del canal es que, a ambas orillas, hay una serie de muelles bajos que antiguamente servían de almacenes y en la actualidad se han reconvertido en locales ideales para tomar algo. Otros de los canales más populares son Westerkade, Nieuwegracht y Oosterkade, mucho menos turísticos, pero igual de preciosos.

  1. El Museo Central

Después de perderos por las preciosas calles de la ciudad, os recomiendo entrar a visitar el Centraal Museum, el más importante de Utrecht. Fundado en 1838, expone obras de artistas locales, así como colecciones de arte moderno y aplicado. La entrada tiene un coste de 15 para adultos y 6,50 para estudiantes.

Otros de los museos más destacados de Utrecht son el Museo del Ferrocarril o el Museo de Miffy, si viajáis con niños pequeños. Todos se encuentran en el Museumkwartier (barrio de los museos), así como el Jardín Botánico de la Universidad de Utrecht y el Convento de Santa Catalina.

¿Dónde comer?

Después de este intenso tour por la ciudad, es hora de parar en alguno de los mejores restaurantes de Utrecht. Sobre la comida tradicional holandesa os hablaré en el artículo de Amsterdam, pero como podréis imaginar, no es una gastronomía que brille por su calidad

En primer lugar, hay que dar una vuelta por el Vredenburg-market, cuentan con más de 100 puestos de comida y es una opción excelente para comer algo bueno, bonito y barato. La gran diversidad cultural de la ciudad se refleja en su amplísima oferta gastronómica, encontrareis excelentes restaurantes asiáticos, franceses e italianos. Algunos de los más populares son NOLA, The Streetfood Club o ANAN. 

Para tomar algo os recomiendo el bar Olivier, una antigua iglesia reconvertida en un café-bar. Toda la zona de los canales está siempre animada gracias a la multitud de bares y restaurantes, por lo que os recomiendo dar una vuelta por allí porque seguro que encontrareis algo.

Hasta aquí esta aventura por el primer destino que pude visitar en mi viaje por los Países Bajos. Espero que el artículo os anime a visitar Utrecht y el resto del país. Tenía las expectativas bastante bajas y la ciudad me sorprendió, de hecho, me gusta más que Amsterdam por su tranquilidad y lo cómodo que es moverse por el centro. 

Atentos a mis próximas publicaciones para descubrir otros destinos increíbles de Bélgica y Holanda, para que podáis apuntarlos para vuestros futuros viajes. ¡Hasta la próxima!