Siempre hay algún país, evento o concierto con el que sueñas visitar, ir o acudir una vez en la vida. El oktoberfest no ha sido una de esos propósitos que he tenido en mente visitar desde hace mucho tiempo, pero tras tantas cervezas consumidas en los últimos años, el viaje al paraíso de esta bebida se convirtió en una visita obligatoria. Lo que comenzó como la celebración de la boda entre el príncipe Ludwig de Baviera y la princesa Therese von Sachsen-Hildburghausen el 12 de octubre de 1810, se transformaría 213 años después en una festividad que atrae a más de 7 millones de visitantes de todo el mundo y en la que se consumen 6.5 millones de litros de cerveza por año. Para la celebración de su unión se organizó una carrera de caballos en la zona actualmente nombrada Theresienwiese (“El prado de Teresa”) en honor a la princesa, lugar donde se ha ido celebrando el oktoberfest por más de dos centenarios. La siguiente edición de los festejos fue organizada por la Asociación de Agricultores de Baviera, se fueron instalando pequeños puestos de bebida y comida y así fue evolucionando todo hasta llegar a la locura en la que se ha convertido el oktoberfest en la actualidad.
Pese a su nombre, el oktoberfest se celebra durante los últimos días de septiembre, aunque es cierto que termina en la primera semana de octubre. Este año la fiesta tuvo lugar entre el 16 de septiembre y el 3 de octubre. No existe una semana perfecta para ir ya que siempre va a haber mucha gente, pero la mayor concentración de multitudes se junta en la primera y en la última semana. Los mejores días para ir son entre semana, sábado y domingo es un infierno. Las horas recomendadas para entrar son entre las 10:00 y las 14:00 para así poder tener mayores posibilidades de encontrar sitio en alguna de las mesas. Luego más adelante hablaré con más detalle sobre el tema de las reservas y si son necesarias o no.
Como todos ya sabreis, toda la celebración gira en torno a la cerveza, la cual es sagrada en Alemania y considerada por muchos como alimento. Hay que remontarse hasta 1516 para buscar el origen de los estándares de producción de esta bebida y que aún siguen vigentes en la actualidad. La Ley de Pureza Aplicable a la Cerveza promulgada por Guillermo IV de Baviera establecía que la cerveza solo puede hacerse con agua, cebada, malta y lúpulo. Nada más. Münich es la capital de la cerveza y hogar de 6 de las grandes cervecerías germanas: Paulaner, Augustiner, Spaten, Hofbräu, Hacker-Pschorr y Löwenbräu.
En cada carpa del oktoberfest se sirve unicamente una marca de cerveza, pero independientemente de cual pidas, todas se sirven en jarras de 1 litro y a un precio que ronda los 15€. Es un precio muy elevado, pero una vez estás allí, te das cuenta de que merece la pena. Si no eres amante de la cerveza, no te preocupes porque en muchas carpas también sirven vino además de bebidas no alcohólicas. De hecho la Wienzelt, es una carpa especialmente dedicada al vino y en la que el ambiente es más familiar y menos de juerga. Según datos de este año, el consumo de bebidas no alcoholicas en el oktoberfest ha incrementado en un 50% respecto a la edición del 2022.
Para que todo salga todo sobre ruedas y no seas tu el que salga rodando de la fiesta, es importante viajar a Münich teniendo varias cosas claras para luego no llevarse sorpresas que arruinen la fiesta. Por eso, voy a daros una serie de consejos prácticos para poder aclarar alguna de las dudas que podais tener y daros algunos trucos que seguro que os seran de gran utilidad.
1. Vestimenta
Aunque no sea obligatorio y puedas vestir ropa de calle, ir al oktoberfest sin un atuendo acorde a la celebración es como ir y no beber cerveza. Hay opciones para todos los bolsillos para poder ir bien vestido, desde alquilar trajes tradicionales por días sobre los 50€ o llevar ropa de casa. Yo como estudiante me decanté por la segunda opción y la verdad es que di bastante el pego, fui con una camisa de cuadros roja, unos chinos y unos tirantes.
El traje tradicional para los hombres es el Lenderhosen, el cual está compuesto por un sombrero de fieltro normalmente de color verde, una camisa blanca o de cuadros (roja o azul), tirantes y los Haferlschule (zapatos tradicionales. En cuanto a las mujeres, el Dirndl cuenta con un corsé, una blusa, una falda y medias blancas. La posición del lazo en el Dirndl es muy importante, si está a la izquierda significa que está soltera, a la derecha con pareja o casada y en el centro si es virgen.
Obviamente también existe la opción de comprar uno de estos trajes, un Lenderhosen ronda los 200€ y el Dirndl los 130€. Algunas de las tiendas más populares para comprar son Loden-Frey, Argermainer o Kleidermarket, esta última es de segunda mano.
2. Dinero en efectivo
¡No aceptan tarjeta en las carpas! Uno de los peores errores que puedes cometer es no llevar dinero efectivo. Lleva bastante porque vas a gastar mucho y las colas para sacar dinero de los cajeros, tanto dentro como fuera de la feria, son eternas. Recomendaría llevar el dinero separado en billetes de 10 y 5, ya que los camareros trabajan a un ritmo frenético y no tienen tiempo para pararse a dar cambio. Lo que pagues de más por tu cerveza se considera propina. La verdad que como llevan las jarras de cerveza es un espectáculo digno de por sí y merecedor de una gran propina.
Hablando de la labor de los camareros en como sirven las jarras, como dato curioso, el record mundial de levantamiento de jarras de cerveza lo posee alemán Matthias Voelkl, quién cargo con 29 jarras de cerveza (66,7 kg) a lo largo de 40 metros. Os animo a que cronometréis cuanto tiempo aguantáis agarrando una jarra de 1 litro por el asa con vuestra mano débil, apuesto a que muy poco.
3. Comida
Vas a beber mucha cerveza, así que es importante comer bien y bastante cantidad. Todas las carpas sirven comida tradicional como las famosas salchichas alemanas (Bratwurst), Schnitzel, codillo o pretzels. La comida en las carpas es bastante cara, pero los puestos fuera de estas sirven comida rápida o tradicional a muy buen precio. Está permitido llevar comida dentro de la carpa, pero como explicaré a continuación, no vas a poder llevar una mochila en donde guardarla.
4. Mochilas
Otro error típico que cometen los visitantes es el de llevar una mochila al recinto. Es importante dejar cualquier tipo de objeto voluminoso en el hotel porque no vas a poder a acceder con el. Lo que sí permiten pasar son bolsos, pero no pueden ser muy grandes. Si de todos modos llegas a la puerta de la feria con una mochila, no te preocupes, hay roperos y lockers en cada una de las entradas del recintos. Eso si, tendrás que pagar 7€ por prenda y por un número limitado de horas, por lo que te saldrá caro el despiste.
5. ¿Cómo llegar?
El transporte público funciona muy bien en Münich, por lo que la mejor opción es ir en metro o en bus hasta la fiesta. Las líneas de metro U3, U4, U5 y U6 servirían para llegar hasta la parada Goetheplatz o Poccistraße (líneas U3 y U6), mientras que la U4 y U5 llegarían directamente hasta la estación de Theresienwiese o Schwanthalerhöhe. Las líneas de bus que pueden cogerse serían la 53, 58, 131, 132 y 134. Ir en taxi o uber puede ser otra opción factible para llegar al recinto, pero ten en cuenta que sus servicios van a colapsar durante las horas puntas. Lo que hay que evitar a toda costa es ir en coche, ya que aparcar es literalmente imposible.
6. ¿Cual es la mejor carpa para ir?
Hemos llegado a la pregunta del millón y a la que no tengo una respuesta concreta, ya que entran en juego factores puramente subjetivos y no he podido ir a las 15 grandes carpas de la feria. Lo que si os puedo afirmar es que las 3 carpas que he seleccionado son las más populares de todas. No puedo decir cual es la mejor, pero sí de que en cualquiera de ellas te lo pasarás en grande.
a) Hofbräu-Festzelt
Conocida por ser una de las tiendas más locas durante cualquier día de la semana, la carpa de Hofbräu es la más visitada por visitantes internacionales, por lo que muchos locales la consideran como la carpa de los turistas. Pese a ello, el ambiente sigue siendo tradicional aunque si que es verdad que no tanto como en otras carpas. La música que tocan es una combianción de canciones tradicionales con internacionales, de estas últimas, las que más suenan son Angels de Robbie Williams y Country Roads de John Denver.
La carpa cuenta con 10,000 sitios, lo que la convierte en una de las más grandes de la feria. Lo que me gustó mucho fue lo bien iluminada que estaba la carpa, algo que se echa mucho de menos en el resto ya que pueden resultar un poco oscuras. El rango de edad de los asistentes es muy variado, pero si que hay una gran proporción de gente joven en general. Por lo que si buscas un ambiente menos fiestero y más tranquilo, puede que esta no sea tu carpa.
Como curiosidad, esta es una de las pocas carpas en las que sirven vino, por lo que esta es una gran opción para aquellos que no sean fans de la cerveza. Además, este fue el único sitio en el que nos atendieron sin estar sentados, por lo que pudimos estar en la carpa de pié con nuestra cerveza.
b) Ochsenbraterei
Si la carpa que buscas es una combinación entre tradición, buena cerveza y buena comida, esta es tu mejor opción. Siendo una de las carpas más populares entre los locales, Ochsenbraterei es conocida por su cerveza Spaten y la calidad de la comida que sirven. Su plato más conocido es el filete de buey asado con salsa de vino tinto y puré de patatas. En esta carpa también sirven vino.
Su icónica decoración con los colores blanco y azul la convierte en el prototipo de carpa que uno se imagina cuando piensa en el oktoberfest. Con capacidad para 7.400 comensales, esta es un poco más pequeña que el resto de grandes carpas, lo que hace que reservar sea mucho más factible que en otros lugares. Las reservas se realizan para grupos de entre 8 y 10 personas, en donde el gasto mínimo es de 2 litros de cerveza y una porción de comida.
La carpa está mucho más animada durante la comida que durante la noche, ya que la gente suele ir a otras carpas una vez anochece. Esta fue la primera carpa del oktoberfest en tocar música durante la comida, lo que lo ha convertido en su señal de identidad. La música que tocan es principalmente tradicional, los asistentes son en su enorme mayoría locales y no se encuentra tanta gente joven como en el resto de carpas.
c) Hacker-Festzelt
Llegamos a la que sin duda fue mi carpa favorita, posiblemente porque fue la primera en la que entré, pero la verdad es que el ambiente que había era simplemente impresionante. Desde el primer segundo hasta el último, la gente no se bajó de sus bancos ni paró de bailar, beber y cantar. Es importante saber que está prohibido subirse a las mesas, pero no a los bancos.
Conocida como el “Cielo de Bavaria”, esta es sin duda la carpa más bonita y espectacular de todas. El techo diseñado Rolf Zehetbauer simula un cielo azul clarito con radiantes nubes blancas al que le acompañan imágenes de los lugares más emblemáticos de Münich. Debido a su belleza, las televisiones alemanas suelen grabar en esta tienda para realizar sus reportajes sobre el oktoberfest.
Lo que me encantó de la Hacker es que la orquesta está en el medio, lo que genera la sensación de que la fiesta gira en torno a ella y que cualquier sitio es bueno para escucharla. La música que tocan es principalmente tradicional pero combinando himnos internacionales que harán que te dejes la garganta. La carpa tiene una capacidad para 9.300 personas, por lo que se te pondrá la piel de gallina cuando todo
el mundo cante las canciones al unísono.
Si lo que buscas es buena fiesta, un público joven y tradición, sin duda me decantaría por esta tienda. Aunque no puedas llegar a reservar mesa, recomendaría pasar a visitarla porque merece totalmente la pena verla. ç
7. Por último, ¿Hay que reservar sitio para poder ir a las carpas?
No es necesario, pero si es recomendable para determinados casos. La entrada a todas las carpas grandes es gratuita y tienen una zona para asistentes sin reserva, pero hay que tener mucha suerte en poder encontrar un hueco. Si sois un grupo grande, la única opción realista es reservar, pero si sois menos de 5 personas, iría a probar suerte. Si planeas reservar, no esperes ni un segundo más en ir organizando el viaje, ya que hay que reservar con un mínimo de 6 meses de antelación. Ten en cuenta que hay una media de 600.000 visitantes al día y solo 120.000 sitios en las tiendas grandes, de ahí la locura por encontrar sitio.
Los turnos suelen ser para la comida, tarde y noche, ya que todas las carpas abren a las 10:00 y cierran a a las 23:30. Durante los findes, abren a las 09:00 y cierran a la misma hora, pero la gente empieza a hacer cola a las 5/6 de la mañana para entrar. Por eso dije al principio de que hay que evitar los fines de semana como sea.
Un truco para entrar es hacerlo por las entradas laterales ya que hay mucha menos gente. Luego para buscar hueco en las mesas, mira a ver en cual la gente está más perjudicada porque va a ser en la que más probabilidades tengas para que te dejen subir o te inviten a acompañarles a bailar. Fue lo que hicimos nosotros y nos funcionó, además nos sirvió para conocer gente de todas partes del mundo y pasarlo a lo grande con ellos.
En definitiva, espero que esta guía os resulte útil para vuestra futura visita al oktoberfest y que os anime a viajar a Münich para no perderos está celebración única en el mundo. Yo tengo claro de que esta no ha sido mi última vez en la fiesta y que volveré seguro, fue sin duda una de las mejores fiestas en las que he estado. De verdad que os animo a que viváis la experiencia al menos una vez en la vida, os aseguro que no os arrepentiréis. Haciendo honra al título de la sección, este fue un viaje loco en toda regla.
¡Nos vemos pronto!