Nunca he tenido un inicio de mes con tantos viajes como durante este octubre. En las primeras 2 semanas del mes he estado en 3 países distintos: Alemania, Luxemburgo y Eslovaquia. El artículo de hoy tratará sobre el segundo de estos lugares, un país muy pequeño y poco popular turisticamente, pero muy bonito y con mucho encanto.

Situado en el corazón de Europa y rodeado por Francia, Alemania y Bélgica, el vigésimo octavo país más pequeño del mundo y séptimo de Europa es el destino perfecto para hacer una pequeña escapada de fin de semana. Conocido por ser el segundo país con el PIB per cápita más alto del mundo y el primero con mayor número de bancos privados de toda la zona euro, Luxemburgo también tiene mucho que ofrecer a los visitantes. Como dato curioso, este es el único país del mundo en el que el transporte público es gratuito.

Como en ocasiones anteriores, en esta guía os recomendaré la mejor manera de viajar a Luxemburgo, que visitar allí y donde comer comida tradicional a buen precio.

¿Cómo llegar?
Desde España la mejor opción es volar. Dependiendo de la época del año, puedes encontrar vuelos desde Madrid por 50€ ida y vuelta. Si el motivo del viaje es visitar un lugar distinto al estar en uno de los países fronterizos, sin duda me decantaría por el tren. Las ciudades de Metz (Francia), Nancy (Francia), Trier (Alemania) y Arlon (Bélgica) están todas a aproximadamente 1 hora de Luxemburgo. Viajar en tren desde París, Bruselas o Frankfurt también es una buena opción, ya que los 3 trayectos duran aproximadamente 5 horas.

Si viajas en avión, la línea 29 de bus es la que va hasta del centro desde el aeropuerto, por lo que esta es la mejor opción para ir o volver desde allí. Si viajas en tren, la estación de trenes está a unos 20 minutos andando del centro histórico, un camino que recomiendo hacer porque atraviesas todo el valle al cruzar la passarelle, el gran puente que conecta al casco histórico  con la zona más nueva. Recordad que no tendrás que pagar por el transporte público, así que aprovechadlo al máximo para moveros.

La verdad es que se hace muy raro subir al transporte y no tener que pagar, aún siendo estudiante Erasmus…

¿Qué visitar?
La capital del país, también llamada Luxemburgo, puede verse perfectamente en un solo día, aunque dos serían perfecto para poder explorarla con un poco más de calma. Su centro histórico, declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1994, es el lugar ideal para dar un paseo por la tarde y tomar algo por la noche. Si vas a visitar la ciudad y no tienes mucho tiempo, estos son los lugares que no puedes perderte:

1. La Catedral de Notre-Dame
Construida entre 1613 y 1621, esta antigua iglesia jesuita pasó a convertirse el 27 de junio de 1870 en la única catedral de Luxemburgo, fecha en la que el Papa Pio IX la declaró catedral. Entre 1935 y 1938, el templo fue ampliado, lo que supuso un auténtico problema para no dañar su impresionante arquitectura, ya que Notre-Dame es uno de los mejores ejemplos del gótico tardío. La catedral alberga desde finales del s. XVIII la imágen de Santa María de la Consolación, patrona de la ciudad y del país. En la cripta se hayan los restos de Juan el Ciego, antiguo Rey de Bohemia y Conde de Luxemburgo. La ¡ entrada a la catedral es gratuita y puede visitarse todos los días de 08:00 a 18:00, excepto los domingos que cierra a las 19:00.

Imagen del interior de la catedral

Imagen del interior de la catedral

2. El Palacio Gran Ducal
Este precioso palacio que sirvió como Ayuntamiento entre 1572 y 1795, se convirtió en la residencia del Gran Duque de Luxemburgo en 1817 y se ha mantenido como tal hasta en la actualidad. El Gran Duque es el Jefe de Estado, ya que como España, Luxemburgo es una monarquía parlamentaria. Enrique de Luxemburgo es el actual Jefe de Estado, mientras que Xavier Bettel ejerce como primer ministro desde el 2013.

Sus impresionantes salas lo convierten en un lugar imprescindible de visitar si se tiene la oportunidad, ya que solo puede visitarse durante el verano. Hay visitas guiadas por el interior del palacio únicamente durante julio, agosto y septiembre, las entradas pueden comprarse en las oficinas de información turística de la ciudad o en su página web. La entrada del tour guiado cuesta 15€ y no ofrecen tours en español.

Imagen de la impresionante fachada del palacio

Imagen de la impresionante fachada del palacio

3. El Barrio Grund y el valle
Situado en la parte baja del valle en el que se encuentra la ciudad a la orilla del río Alzette, este es sin duda el barrio más bonito de la ciudad. Pese a su pequeña población, Grund es una zona muy animada durante la noche con varios bares y pubs. Aunque nadie se lo imagine al pensar en Luxemburgo, la verdad es que hay bastante ambiente a la noche y buena fiesta. Si tienes pensado salir, recomiendo ir a Art Scene, una discoteca con entrada gratuita en la que solo pinchan reggaeton.

Grund es uno de los barrios más antiguos de la ciudad y puedes llegar hasta allí bajando en uno de los muchos ascensores que conectan con el centro de la ciudad. Pero lo bonito es bajar desde el valle para poder apreciar las impresionantes vistas desde arriba, ya que la panorámica es espectacular. Este es el lugar perfecto donde sacar tus fotos para Instagram.

El barrio Grund (izquierda) y el valle (derecha) son en mi opinión los lugares más bonitos de la ciudad

4. Las instituciones de la Unión Europea
Luxemburgo es junto a Bruselas la capital de la Unión Europea, por lo que no puedes irte del país sin haber visitado alguno de sus instituciones u órganos. La ciudad alberga varios departamentos de la Comisión Europea, la Secretaría del Parlamento Europeo, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el Tribunal de Cuentas Europeo y órganos como el Banco Europeo de Inversiones o la Fiscalía Europea.

La UE es uno de los principales motivos de la multiculturalidad que existe en la capital, ya que esta es una nación de 640.000 habitantes en la que hay representados 170 nacionalidades distintas y en la que se hablan sobre 80 lenguas diferentes. Aunque es cierto que muchos de los funcionarios residen en Francia o Alemania debido al elevado coste del alojamiento en Luxemburgo, por lo que realmente no residen allí.

En la página web de cada una de las instituciones u órganos podréis reservar una visita guiada por sus instalaciones, bien individualmente o en grupo. En el Tribunal de Justicia por ejemplo, también existe la posibilidad de acudir a alguna de sus sesiones, ya que estas están completamente abiertas al público. Recomiendo visitar con tiempo porque las fechas y horas de reserva son limitadas.

Fuera de la ciudad podrás visitar pueblos preciosos, castillos de película y paisajes naturales. De todos estos lugares, sin duda intentaría visitar los dos siguientes:

– Echternach
Si lo que buscas son visitar los pequeños pueblos que se encuentran por todo el país, uno de tus destinos obligatorios tiene que ser Echternach, una pequeña localidad situada a 45 minutos en autobús de la capital. Medio día es suficiente para poder visitar el pueblo y sus atracciones, entre las que destacan su abadía del s.XVIII, la orangerie, el lago de Echternach y la Iglesia de San Pedro y San Pablo. Si te gusta el senderismo, hay varias rutas circulares de casi 40 kilómetros que parten desde Echternach y que te permitirán ver el maravilloso entorno natural que rodea a la localidad.

– El Castillo de Vianden
Considerado como uno de los castillos más bonitos del mundo, esta impresionante fortaleza es una de las joyas que pueden visitarse a las afueras de la capital. Construido entre los siglos XI y XIV, sirvió como residencia de los Condes de Vianden y punto de conexión con la Corte Imperial Alemana y la Familia Real Francesa. El apogeo de la familia Vianden se alcanzó con Enrique I de Vianden, el Conde Sol, cuya esposa, Margarita de Courtenay, formaba parte de la realeza francesa.

Con la llegada al poder de la dinastía Nassau en 1417 el castillo dejó de servir como la residencia oficial de los condes, pero se mantuvo la arquitectura original. Bajo el reinado de Guillermo I de Holanda, el castillo se vendió pieza a pieza en 1820, lo que provocó que el bastión quedase en un estado ruinoso. Finalmente, el castillo llegó a manos de la familia del Gran Duque de Luxemburgo y pasó a ser propiedad del Estado en el año 1977.

La entrada tiene un precio de 10 € para adultos y 5€ para estudiantes. El castillo puede visitarse todos los días de la semana y siempre abre a las 10:00, pero la hora de cierre varía dependiendo del mes del año. Para llegar hasta all desde la capital, el trayecto en coche es de 50 minutos y de 1 hora y 45 minutos si te decantas por el tren. Aprovecha la visita al castillo para explorar el pueblo de Viaden, uno de los más bonitos del país.

¿Qué y dónde comer?
La gastronomía luxemburguesa está claramente influenciada por la cocina francesa y alemana, una combinación de la que surge una cocina en la que predomina la carne, el pescado y la patata. El considerado como plato nacional es el Judd mat gaardebounen, un contundente plato servido en grandes porciones elaborado que consiste en rodajas de cerdo ahumado acompañadas con alubias y patata cocida. Un plato que recuerda mucho a la gastronomía francesa es el Pascheit, un recipiente de hojaldre relleno de setas, pollo y bechamel.

Imagen del Judd mat gaardebounen

Imagen del Judd mat gaardebounen

Debido a sus frio clima durante los meses de invierno, los caldos y las sopas son dos de los platos estrella de la gastromía local. Entre las sopas más populares destaca la Bouneschlupp, una sopa espesa elaborada con patatas cocidas, judías verdes y tocino…

Si lo que buscas es algo rápido pero también tradicional, no puedes irte del país sin haber probado los Gromperekichelcher, una especie de buñuelos aplastados elaborados con patata rallada, huevo, cebolla, perejil y sal. La masa se reboza con harina y se fríe, quedando como resultado una especie de tortillita que recuerda a las de camarón. Otra opción, es el Thüringer, la salchicha típica luxemburguesa que es un poco más picante que el Bratwurst alemán.

Por último, el toque dulce de la comida puedes darlo con la Quetschentaart, una tarta elaborada con ciruelas Damson que podrás encontrar en casi todas las panaderías de Luxemburgo.

Imagen de la Quetschentaart

Imagen de la Quetschentaart

Para comer comida tradicional con buenas vistas recomiendo la Brasserie Bosso, un restaurante con muy buena relación calidad-precio y muy cerca del centro. Otras opciones son Les Copains d´Abord o Restaurant Matelots, este último si buscas una crepería tradicional. Por último, si vas en meses fríos y quieres una buena sopa o un bocadillo caliente, la mejor opción es Á la soupe. Hay que ir mentalizados de que los precios son los de el segundo país más caro del mundo, por lo que el concepto de barato hay que comparlo con los precios de allí. En cuanto a la bebida, una cerveza cuesta de media 6-7€.

Como siempre, espero que el artículo os haya resultado interesante y que os pueda ser de utilidad en vuestra futura visita a Luxemburgo. No es un lugar que uno tenga que visitar al menos una vez en la vida, pero es un sitio bonito que merece la pena ver si se tiene la oportunidad por proximidad con otros lugares o al haber encontrado una buena oferta de vuelos. No sabía que me iba a encontrar en este país y la verdad es que me sorprendió gratamente, no iba con las expectativas bajas pero tampoco altas. No creo que vuelva a Luxemburgo por motivos turísticos, pero si tengo la oportunidad de volver, lo haré encantado.

¡Nos vemos pronto!