Llegamos al final de nuestro viaje en Austria y os contamos cómo llegar, qué ver y qué comer en Graz

raz es la segunda ciudad más grande de Austria. Está justo en el medio, entre Liubliana y Brno. Una vez caída la noche, volvimos de nuevo a la carretera rumbo a casa para así ponerle broche final a este viaje inolvidable.

Como en todas las guías, os contaré cuál es la manera más barata de viajar hasta Graz, qué monumentos tenéis que ver y dónde podréis probar comida tradicional al mejor precio. 

Graz
Tras nuestro paso por Eslovenia, volvimos de nuevo a la carretera para dirigirnos a Brno y poner punto final a este inolvidable viaje. Por el camino nos dimos cuenta de que todavía teníamos tiempo para aprovechar un poco más el día y decidimos parar de nuevo en Austria para acercarnos a Graz, otra visita totalmente improvisada que salió fenomenal. 

Con una población de más de 330.000 habitantes, Graz es la segunda ciudad más grande del país y la capital de la provincia de Estiria. En 1999, el centro histórico de la ciudad fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, ya que este es uno de los mejor conservados en Europa Central. En 2003 fue declarada como “Capital Europea de la Cultura”. Se estima que alrededor de 60.000 habitantes de la ciudad son estudiantes, ya que Graz alberga cuatro universidades. Esta fue la ciudad de Austria que más me gustó de todo el viaje, mucho más que Salzburgo e Innsbruck. Puede que sea por la sorpresa que me llevé o porque justo acababan de poner las luces de Navidad, pero Graz me gustó muchísimo.

¿Cómo llegar?

La ciudad está a 2 horas en coche de Liubliana y Viena, 2 horas y 40 minutos de Bratislava y 3 horas y 40 minutos de Budapest y Brno. Hay bus o tren directo a cualquiera de estos destinos excepto a Budapest, por lo que también es muy accesible viajar hasta Graz aunque no dispongáis de coche. En el caso de que sí lo tengáis, acordaos de comprar la pegatina para circular por autopista, para que luego no lleguen sorpresas a casa.

No hay ningún vuelo directo desde nuestro país y el precio medio sube casi hasta los 200€ (ida y vuelta), por lo que la mejor opción sería volar hasta Viena y de ahí desplazarse hasta Graz.

¿Qué ver?

Casi todos los puntos de interés turístico se concentran en el centro histórico, por lo que el mejor plan posible es pasear tranquilamente por sus calles y plazas, para así poder ver todos los monumentos. El casco antiguo está repleto de edificios góticos, barrocos y renacentistas con unas fachadas impresionantes, especialmente en la Hauptplatz. Esta plaza de forma trapezoidal ha sido el centro de la vida social en Graz desde la Edad Media, allí se encuentra el Ayuntamiento y la estatua del Archiduque Johann, “El Príncipe de Estiria”. Las tres calles más importantes de la ciudad (Herrengasse, Sacktrasse y Murgasse) conectan con la plaza principal, por lo que solamente tendréis que caminar hasta el final de la calle para poder llegar hasta la Hauptplatz.

Saliendo un poco del centro os topareis con la Catedral de Graz, una iglesia construida en el s. XV con la intención de servir como la iglesia privada de la corte del emperador Federico III, de ahí su discreta fachada. Pese a su austera decoración exterior, el interior del templo es barroco y está repleto de frescos y pinturas originales de la Edad Media. Otra de las iglesias más importantes de Graz es la Basílica de Mariatrost, una iglesia de estilo barroco conocida por el característico color amarillo de su fachada y la estatua de la Virgen María de su altar. Tendréis que subir más de 200 escalones, ya que se encuentra en la cima de la colina Purberg, pero no seréis los únicos que hagan el recorrido, porque la basílica es uno de los lugares de peregrinación más importantes del país.

Si pudisteis subir al Purberg, la caminata a la colina Schlossberg os será pan comido, aunque si estáis cansados podréis subir en ascensor o funicular. En la cima solía haber un castillo, pero en la actualidad solo se conserva la torre del reloj y de la campana. Las mejores vistas de Graz se encuentran allí, por lo que la subida de 123 metros merece la pena, una vez que observas la espectacular panorámica de la ciudad. La bajada es más sencilla y divertida ya que podréis hacerlo bajando por el tobogán cubierto más alto del mundo.

Uno de los atractivos de Graz son sus museos, entre los que destaca el Museo de la armería. Allí se expone la colección de armas históricas más importante del mundo en su armería original, con más de 30.000 objetos. Otro de los museos más visitados es el Museo de Arte Contemporáneo, conocido por su peculiar exterior que recuerda a un extraterrestre azul, de ahí de que sea popularmente conocido como “alien amistoso”. Tendréis que cruzar al otro lado del río Mura para poder visitarlo.

¿Dónde comer?

He hablado de la gastronomía austríaca en numerosas ocasiones, pero si no recordáis cuales son los platos más típicos de la cocina de este país, os recomiendo que le echéis un ojo al artículo sobre Viena o sobre el roadtrip por Austria. 

Un restaurante tradicional con precios asequibles (a nivel de Austria) y en pleno centro es el restaurante Gasthaus Stainzerbauer, allí cuentan con un patio interior ideal para comer al aire libre en los días de verano. Otra buena opción en el centro es Gut Schlossberg, un local con una decoración ideal y una localización perfecta justo a los pies de la colina Schlossberg. Si preferís algo barato y rápido, Graz cuenta con un montón de mercados al aire libre con puestos de comida rápida y productos locales. Uno de los mercados más populares se encuentra en la Kaiser-Josef-Platz, pero no tendréis que salir de la plaza mayor para degustar las famosas salchichas austriacas. 

Como en Alemania, la cerveza es una religión en este país, por lo que no podréis marcharos sin haberla probado. Os recomiendo ir a Gösser Bräu, un local abierto en 1860 con muchas variedades de cerveza y un gran ambiente. Por último, un lugar ideal para probar dulces tradicionales es el Café Weitzer, una cafetería clásica donde sirven uno de los mejores apfeltrudel de la ciudad.

Y con esto llegamos al final de la tercera y última parte de esta miniserie, espero que hayáis disfrutado de esta aventura en coche tanto como lo he hecho yo recordando lo vivido en cada destino. Espero que estos tres artículos os animen a explorar esta parte no tan conocida del viejo continente y que las guías os sean de utilidad si finalmente llegáis a alguno de estos destinos. Este fue el último viaje del año y uno de los más especiales, espero que el 2024 depare aventuras tan increíbles como las vividas en el 2023, para poder seguir compartiendo las experiencias con todos vosotros. Ahora toca descansar, recargar pilas y estar listo para los viajes del 2024. 

¡Feliz año!