Volvemos a la República Checa con una visita a České Budějovice, una pequeña ciudad situada al sur de la región de Bohemia y a tan solo 30 minutos de distancia de Çesky Krumlov. Pese a su corta distancia con el famoso pueblo, muchos turistas pasan de largo; un gran error, ya que České Budějovice tiene mucho que ofrecer y es el complemento perfecto para la visita a Çesky Krumlov.  

¿Cómo llegar?

La ciudad está muy bien conectada con Praga, tanto con líneas de autobús como de tren. El trayecto dura unas 2 horas y 15 minutos. 

El viaje desde Brno se alarga hasta las 3 horas y 45 minutos, siendo el autobús la mejor opción, ya que las conexiones directas en tren son más limitadas y caras. 

Por último, si viajáis desde Çesky Krumlov os recomiendo utilizar el autobús con la compañía Flixbus. El precio del billete es de 1 para adultos y 25 céntimos para estudiantes, por lo que no tenéis excusa para no visitar la ciudad si habéis ido hasta Çesky Krumlov.

¿Qué ver?

  1. La Plaza de Přemsyl Otakar II

El mayor atractivo de la ciudad es sin duda su plaza principal, una de las más grandes y bonitas de todo el país. La plaza suele aparecer en la mayoría de los manuales de matemáticas del país, por su diseño perfectamente cuadrado y superficie de una hectárea. 

La plaza está rodeada por 48 preciosas casas barrocas con soportales de distintos colores. Uno de esos edificios es el ayuntamiento de la ciudad, de los más bonitos de República Checa. En medio de la plaza se encuentra la fuente de Sansón, construida después de la Guerra de los 30 años como parte de las mejoras para renovar la ciudad. 

El nombre de la plaza homenajea al fundador de la ciudad, el Rey Ottakar II de Bohemia. Desde su construcción en 1265, la plaza ha sido el epicentro de la ciudad, ha servido como mercado, punto de celebración de festividades religiosas o incluso ejecuciones. El punto exacto donde se realizaban las ejecuciones está marcado por la llamada “Piedra Perdida”, la única parte conservada del pavimento original.

2. La Torre Negra

A escasos metros de la plaza os topareis con el otro monumento insignia de České Budějovice, la Torre Negra. Construida entre 1550 y 1577, sus 72 metros de altura tenían la intención de representar el creciente poder económico que estaba experimentando la ciudad. Con el paso del tiempo se fue utilizando como campanario y torre de control. 

En la actualidad, la torre se ha convertido en la principal atracción turística de la ciudad, desde allí podréis ver el casco histórico desde una perspectiva única, tras subir 360 escalones para llegar a lo más alto.

3. La cervecería Budějovický Budvar

Además de por su imponente plaza, la ciudad es famosa en el resto de República Checa por ser una meca para los amantes de la cerveza, ya que allí se elabora la famosa cerveza Budwaiser Budvar. Con más de siete siglos de historia, la visita a la cervecería es una parada obligatoria en la ciudad para poder comprender la historia de la localidad. El nombre de esta cerveza ha sido el epicentro de una disputa comercial de más de 100 años, entre la compañía checa y la mundialmente conocida cervecería americana Anheuser-Busch, dueña de la cerveza Budweiser. 

Para comprender esta historia hay que remontarse a la visita de Adolphus Busch (co-fundador de de Anheuser-Busch) a Europa a comienzos de 1870, viaje en el que descubrió una cerveza muy popular en la ciudad de Budwais (el nombre alemán de České Budějovice). 

Anheuser-Busch (AB) empezó a producir la cerveza Budweiser en Estados Unidos en 1876, registrando la marca Budwaiser dos años después. Según palabras del propio Busch, el nombre Budwaiser (cuya traducción literal significa “desde Budwies”) fue elegido para representar su intención de “elaborar una cerveza similar en calidad, color, aroma y sabor a la que se elaboraba en Budweis”. En 1896, Budwaiser Budvar se hizo eco del registro de la marca Budweiser en la Oficina Americana de Patentes y comenzó la guerra.

La compañía checa ha defendido, desde el comienzo, que son ellos los que deben poder registrar y usar el nombre Budawiaser, no Anheuser-Busch. Pese a que Budwaiser Budvar fuese inventada en 1895 (19 años después que Budwaiser), su argumento se centra en que son los descendientes de una tración cervezera con más de 750 años de historia y están asentados en la ciudad de Budwais y, por tanto, son ellos los que deberían poder registrar la marca. Tras más de 120 casos judiciales por todo el mundo, la guerra se da prácticamente por terminada pero no se vislumbran futuros acuerdos de paz entre ambos bandos. 

Budwaiser Budvar ganó 88 de ellos y posee derechos exclusivos de venta en 68 países, principalmente en Europa. Es por ello por lo que la Budwaiser de AB se vende en el viejo continente bajo el nombre de “Bud”, mientras que la Budwaiser Budvar se comercializa en Estados Unidos y Canadá como “Czechvar”. En determinados países, como el Reino Unido, ambas cervecerías pueden utilizar el nombre de Budwaiser.

Para poder conocer de primera mano la historia de esta polémica, pero deliciosa cerveza, no podéis perderos el tour por la cervecería Budějovický Budvar. Tendréis que reservar con antelación por su página web, porque se suelen llenar. El horario de los tours de 9:00 a 17:00, hay tours en español y el precio de entrada es de 10 para adultos y 7 para estudiantes.

¿Dónde comer?

Después de leer tanto sobre cervezas, estoy seguro de que os habrá entrado sed y hambre, por lo que es hora de hablar sobre los mejores sitios para comer en České Budějovice.

Uno de los locales más frecuentados, tanto por turistas como por locales, es Masné krámy, un antiguo mercado de carne reconvertido en el restaurante más grande y animado de la ciudad con música tradicional en directo. El codillo es la especialidad de la casa. 

Solnice es otro magnifico local donde degustar lo mejor de la cocina checa y disfrutar de la maravillosa arquitectura del edificio en el que se encuentra el restaurante, un antiguo almacén de sal construido en 1531. 

Otro excelente restaurante tradicional es At cerneho konicka; sus precios son más económicos y se encuentra a tan solo 15 minutos del centro. Para el postre, os recomiendo ir a Plachý Cafe o tomar un helado de Zmrz.li.

Hasta aquí la aventura de hoy. Siempre es una maravilla viajar por República Checa y České Budějovice me lo ha demostrado una vez más. Si tenéis la ocasión de visitarla, lo recomiendo al cien por cien, pero no es ni mucho menos una parada obligatoria si se visita el país. Espero que os haya gustado el artículo y que os anime a visitar este maravilloso país. ¡Nos vemos pronto!