Muchas de las cosas que a uno le suceden en la vida ocurren por estar en el momento correcto y en el sitio adecuado. Esa suerte pudo verse refleda en mi viaje a Berlín, ya que cuadró justo durante las últimas semanas de apertura de uno de los museos más importantes de Europa y posiblemente del mundo, el Museo de Pérgamo. El cierre parcial del recinto comenzará el próximo 23 de octubre y finalizará en el año 2037, por lo que este era el momento perfecto para visitarlo.
Nunca había estado en Alemania y tenía muchas ganas de conocer el país, especialmente su capital, por lo que la visita al museo era la excusa perfecta para viajar. El museo abrirá parcialmente sus puertas en el 2027, fecha en la que se darán por terminadas las labores de remodelación que se han ido realizando desde el 2014. Por ese motivo, el Altar de Pérgamo lleva cerrado al público desde hace 9 años y no podrá volver a visitarse hasta dentro de 4 años más. Estas mismas medidas se llevarán a cabo durante los próximos 14 años en el ala sur, zona que alberga la puerta de Ishtar y el Mercado de Mileto.
Según declaraciones del presidente de la Fundación del Patrimonio Cultural Prusiano y la Oficina Federal de Construcción y Ordenación del Territorio de Berlín, Hermann Parzinger, las obras de restauración son necesarias debido a que el museo se encuentra en un “estado terriblemente ruinoso”, lo que pone en peligro “a la estabilidad y a la seguridad de los objetos expuestos y visitantes”. La infraestructura ya había sufrido reparaciones después de los daños sufridos durante la Segunda Guerra Mundial, pero estás no fueron adecuadas y varias zonas del edificio permanecen en riesgo de derrumbamiento de los techos, fugas en las tuberías y penetración de la humedad. El coste de estas nuevas obras rondarán los 1.600 millones de euros.
Situado en la conocida Isla de los museos, espacio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1999, el Pérgamo es junto al Neues, el Altes, el Bode y la Antigua Galería Nacional, uno de los 5 museos situados en la famosa isla de la capital germana. Inaugurado en 1930 y construido bajo el diseño de Alfred Messel, el Pérgamo es el museo arqueológico más importante de Berlín y el más visitado de la ciudad. Su colección se divide en tres secciones: la Colección de Arte Grecorromano, el Museo de Oriente Próximo y el Museo de Oriente Próximo. Entre las obras arqueológicas expuestas destacan las monumentales instalaciones que alberga el museo, siendo estas el Gran Altar de Pérgamo, la Puerta de Ishtar y el Mercado de Mileto. A continuación, analizaremos cada una de estas joyas arquitectónicas.
El Gran Altar de Pérgamo
Descubierto por Carl Humann en 1871, el altar fue transportado hasta Berlín tras el acuerdo entre el Imperio Prusiano y el Imperio Otomano en 1879. Desde los años 90 del pasado siglo, Turquía ha llevado a cabo una intensa labor diplomática para que el altar vuelva a su país, peticiones que han sido rechazadas por Alemania hasta la actualidad pese a que políticos germanos hayan solicitado que la obra regrese a Turquía.
Esta monumental obra del siglo II a.C sirve de ejemplo perfecto del arte helenístico tardío. Su parte exterior está decorada con un impresionante friso de 113 metros de largo y 2.3 metros de ancho en los que se representa una Gigantomaquia (una lucha entre dioses y gigantes). En cuanto a los frisos de la parte interior, estos cuentan la historia del legendario fundador de Pérgamo, Télefo.
El altar es el altar de un templo, no un templo como tal. Los historiadores todavía dudan de si este era un templo dedicado completamente a Atenea o si también se le rendía culto a Zeus junto a la diosa de la sabiduría. Con 10 metros de alto, 35.6 de ancho y 33.4 de largo, originalmente la estructura contaba con dos alturas, la reconstrucción fue realizada para que se pareciese lo máximo posible al original. Durante la Segunda Guerra Mundial, las piezas del altar cayeron en manos del ejercito soviético y fueron llevadas hasta el Museo Hermitage de San Petesburgo hasta 1958.
Este impresionante monumento reproduce una de las 7 entradas de la antigua muralla de Babilonia, una estructura ordenada por Nabuconodosor II sobre el 575I a.C en honor a Ishtar, diosa de la guerra y del amor. Tras la caida del Imperio Babilonio, la puerta se fue desintegrando con el paso del tiempo hasta que solamente quedasen pequeños fragmentos, los cuales se descubrirían durante las excavaciones realizadas por exploradores alemanes entre 1899 y 1917. Los fragmentos fueron tratados para intentar recuperar su estado original y poder emplearlos para completar la fachada de la puerta junto con varios ladrillos modernos, por lo que hay mucho material que no es original. Los animales de la fachada, dragones, toros y leones, representan a los dioses Marduk, Hadad e Ishtar respectivamente. Marduk era alabado como el soberano de la humanidad y los países, mientras que Hadad era el dios de la tormenta.
A la puerta se accede caminando entre leones por la impresionante via procesional, que servía como epicentro de la celebración del año nuevo. Los festejos comenzaban el primer día del mes de Nisan (20/21 de marzo de nuestro calendario y duraban 12 días. La puerta tenía una longitud de 800 metros y 20 de ancho, mucho menos que sus medidas actuales, pero suficientes para trasladar a los visitantes 2.600 años hasta la antigua Babilonia.
La Puerta del Mercado de Mileto
Construida en el siglo II durante el reinado del emperador Adriano, esta impresionante puerta de 16 metros de altura, 30 de ancho y 5 de profundidad, es la tercera de las joyas arquitectónicas expuestas en el museo. La antigua ciudad griega de Mileto se situaba en el actual territorio de Turquía y su mercado contaba con esta impresionante puerta incorporada a las murallas de la ciudad. Un terremoto en el S.X- XI (los expertos tienen dudas sobre la fecha exacta del fenómeno) hizo que la estructura colapsase al completo. Las excavaciones lideradas por Theodor Wiedang en Mileto entre 1899 y 1911, hicieron posible que los fragmentos del mercado pudiesen ser descubiertos y posteriormente trasladados a Berlín en 1907 y 1908.
La reconstrucción fue criticada por incluir materiales como cemento o acero debido a la falta de fragmentos originales para la resconstrucción completa. La puerta sufrió daños significativos durante la Segunda Guerra Mundial a causa de los bombardeos, el techo de la sala fue destruido y la estructura fue dañada por el fuego. La primera de las labores de restauración se llevaron a cabo entre 1952 y 1954, mientras que la segunda comenzó a realizarse durante la década de los 2000. Llegados a octubre del 2023, estamos a dos semanas de que la tercera de las grandes labores de restauración se lleven a cabo, siendo esta la más larga hasta el momento.
El Museo de Pérgamo es sin duda uno de los museos que uno tiene que visitar una vez en la vida, sea ahora antes del cierre o dentro de 14 años. Uno siente fascinación al ver estas monumentales estructuras cuando las tienes delante de tus ojos, pero también te hace reflexionar sobre si realmente tendrían que estar allí en vez de en su lugar de origen. Pese a no haber podido ver el altar de Pérgamo, mi visita valió totalmente la pena y me sentí un auténtico afortunado por haber podido visitar este lugar justo antes de su cierre. Si tienes planeado visitar el museo antes de su cierre, recomendaría comprar las entradas online lo antes posible. El precio para adultos es de 12€, 6 para estudiantes y los menores de 18 entran gratis.
Espero que este artículo os haya dado ganas de visitar este impresionante museo y que os anime a visitar la capital alemana en un futuro. En las próximas semanas publicaré la guía de Berlín para poder daros una imagen general de la ciudad.
¡Nos vemos pronto!