Seguimos recorriendo los Países Bajos, esta vez nos iremos hasta su capital, una de las ciudades más famosas del mundo y uno de los lugares más bonitos de Europa.

Si todavía no os habéis leído los artículos anteriores, os recomiendo que les echéis un vistazo antes para seguir el hilo de esta pequeña ruta por Bélgica y los Países Bajos.

¿Países Bajos u Holanda? Pese a que muchos lo utilicen como sinónimo, Holanda es el nombre de dos de las doce provincias que forman los Países Bajos (Holanda del Norte y Holanda del Sur). Ámsterdam está ubicada en la región de Holanda del Norte, el centro económico y el principal destino turístico del país. Desde las administraciones públicas comenzaron a utilizar Holanda como reclamo turístico para referirse a todo el país, pero esta estrategia cambió completamente y el gobierno neerlandés retiró la palabra Holanda en los anuncios turísticos para promocionar el turismo en el país.

La conocida como “Venecia del Norte” es uno de esos destinos que uno debe visitar al menos una vez en la vida. Con más de cien kilómetros de canales, la ciudad es una maravilla arquitectónica, que luce igual de espectacular si se visita caminando, en barco o en bicicleta. Singel, Herengracht y Keizersgracht son los canales más famosos, los dos primeros se ubican en el precioso barrio de Jordaan, mientras que en Keizersgracht podréis ver el famoso “Puente Delgado”.

En este artículo os contaré la mejor manera de llegar desde España a Ámsterdam, cuáles son los monumentos que hay que visitar y en qué locales podréis degustar comida tradicional al mejor precio. ¡Arrancamos!

¿Cómo llegar?

Hay conexión directa desde muchos aeropuertos de nuestro país, pero los vuelos más baratos los encontrareis desde Málaga, Barcelona o Madrid.  Los billetes más económicos rondan los 80 (ida y vuelta), siendo el precio medio los 100-120.

Como ya sabréis, tras haber leído los artículos anteriores, podréis viajar por todas las ciudades en tren o autobús. Utrecht está a tan sólo 25 minutos en tren, La Haya a 38 minutos, Rotterdam a 42 minutos y Eindhoven en 1 hora y 20 minutos. La Estación Central de Ámsterdam se ubica en pleno centro de la ciudad y aunque no viajéis en tren, merece totalmente la pena visitarla. La ciudad es perfecta para caminar, pero siempre tendréis la opción de utilizar el transporte público o ir en bicicleta.

¿Qué ver?

  • El Palacio Real

A tan sólo 15 minutos de la Estación Central, llegareis hasta el principal monumento de la ciudad, el Palacio Real. Construido en 1655, originalmente como el ayuntamiento de Ámsterdam, el Palacio Real es el edificio empleado por los Reyes de los Países Bajos para recepciones oficiales y entrega de premios, ya que su residencia se encuentra en La Haya. 

Sus impresionantes salones reflejan la riqueza y el poder del país durante el siglo XVII. Si deseáis visitar el palacio os recomiendo comprar las entradas con bastante antelación, porque se agotan rápido. El precio de la entrada 12,50€ para adultos y 9€ para adultos. El Palacio Real se encuentra en la concurrida Plaza Dam; allí también podréis visitar el Monumento Nacional en honor a los caídos por la patria, la Iglesia Nueva (Nieuwe Kerk) y el Museo Madame Taussauds.

Hablando de la realeza neerlandesa, una de las fechas que tenéis que apuntaros en vuestro calendario para ir a visitar la ciudad es el 27 de abril, el Día del Rey. Esta fiesta nacional celebra el cumpleaños del actual Rey Guillermo Alejandro, una fiesta al aire libre festejada por todo lo alto en absolutamente todas las calles, plazas y canales de la ciudad por miles y miles de personas vestidas de naranja. 

En cualquier ciudad del país la diversión está asegurada, pero sin duda Ámsterdam es donde hay más movimiento. Al rededor de 2 millones de personas acuden a la ciudad simplemente para festejar el Día del Rey allí. Yo tuve la oportunidad de vivir la fiesta y es simplemente impresionante.

  • El Barrio Rojo

A escasos metros de la Plaza Dam, se encuentra el barrio más famoso de la capital neerlandesa y uno de los más conocidos en todo el mundo, el Barrio Rojo. Pese a los prejuicios que podréis tener sobre el barrio, es importante aclarar que es una zona completamente segura a todas las horas del día y que el ambiente es muy animado. No sólo hay coffee shops y prostíbulos, el barrio está lleno de restaurantes, bares y tiendas ideales para comer, tomar algo o comprar.

La prostitución es legal en los Países Bajos desde el año 2000, las autoridades concentraron estos locales en una zona concreta para facilitar su regulación y control. Está prohibido sacar fotos a las mujeres que trabajan en estos locales y que muchas veces están en sus escaparates. En todas las calles hay personal de seguridad y persiguen a quien tome fotos. Si os resulta degradable pasar por esta zona, evitad las calles que dan a los canales e id por las avenidas principales. Aunque sería una pena que os perdieseis los canales de esta zona, ya que son unos de los más famosos de la ciudad.

  • La Casa de Ana Frank

Como os anunciaba en la introducción, uno de los barrios más bonitos de Ámsterdam es el de Jordaan, zona donde, además de ubicarse los canales más conocidos, se haya la Casa de Ana Frank. Reconvertido en un museo, este edifico fue el lugar donde Ana y su familia se escondieron durante 25 meses de las tropas nazis durante la ocupación del país durante la Segunda Guerra Mundial. 

El 4 de agosto de 1944, tras recibir la información por parte de un denunciante, cuya identidad todavía sigue siendo un misterio, la Gestapo descubrió el ático donde la familia llevaba escondida más de dos años. La familia fue trasladada en tren hasta el campo de concentración de Auschwitz, pero a Ana la mandaron a Bergen-Belsen (Alemania), junto a su hermana Margot. Ambas murieron de tifus y sus cuerpos fueron enterrados en una fosa común. El único superviviente de la familia fue Otto Frank, el padre de Ana.

Cuando Otto regresó a Ámsterdam, recibió las 5 libretas y más de 300 hojas donde Ana había escrito sus vivencias y experiencias durante esos 2 años escondiéndose de los nazis. Otto las recopiló en un manuscrito que posteriormente se publicaría en 1947 y se convertiría en el libro de culto que todos conocemos. El diario original lo podréis ver expuesto en el museo. Comprad las entradas con mucha antelación porque vuelan; las entradas tienen un precio de 16€.

Además de este museo, hay que visitar el Museo de Van Gogh y el impresionante Rijskmuseum. Algunas de las obras del “Siglo de Oro” del país que se exponen en el Rijskmuseum son La Ronda de Noche de Rembrandt, El Puente de Singel de George Hendrik Breitner o La Lechera de Vermeer

¿Dónde comer?

Seguro que tanto turismo os abrirá el apetito, por lo que es imprescindible saber los mejores lugares para comer al mejor precio posible. La gastronomía neerlandesa es muy parecida a la belga, por lo que muchos de los platos son los mismos que os recomendé en los artículos de Bruselas y Amberes. Van Kerwijk, The Pantry o Het Zwaantje son tres restaurantes tradicionales donde la calidad está garantizada a un precio muy asequible.

En cuanto al fast food, lo más típico es el arenque crudo, las croquetas y las patatas fritas. Haringkat De Gigant y Haring & Zo son los dos puestos más populares para comer arenque, este manjar de la cocina de los Países Bajos se suele acompañar con cebolla o pepinillos y la mejor época para comerlo es verano, ya que es cuando comienza la temporada. En cuanto a las famosas patatas fritas, Vleminckz y Fabel Friet son dos de los locales más frecuentados, en Fabel también ofrecen las populares croquetas. Los waffles de Crepes & Waffles, los stroopwafles de Albert Cuypmarkt o las galletas de Van Stapelen son dulces que no podéis perderos. 

Espero que os haya gustado este artículo y os anime a visitar, de nuevo o por primera vez, la preciosa ciudad de Ámsterdam. Siempre es una buena ocasión para volver de nuevo a la capital neerlandesa, especialmente por haber acudido en una fecha tan especial como el Día del Rey. Nos vemos muy pronto en el último destino de la pequeña ruta por Bélgica y los Países Bajos, La Haya. ¡Hasta la próxima!