Bienvenidos a esta aventura por una de las ciudades más importantes y bonitas del mundo.
Pese a haber estado por casi todos los rincones de Europa, incluidos los más raros y menos visitados, nunca había viajado a la que posiblemente sea la ciudad más conocida del continente, junto a París. Seguramente la gran mayoría de vosotros ya habéis estado en Londres, pero estoy seguro de que este artículo os animará a explorar de nuevo la capital del Reino Unido.
En esta ocasión os contaré cual es la mejor manera de viajar hasta Londres, cuáles son los monumentos más importantes y en que restaurantes podréis comer los platos más icónicos de la gastronomía británica al mejor precio posible. ¡Arrancamos!
¿Cómo llegar?
Volar a la capital británica es muy fácil desde A Coruña e incluso muy barato, dependiendo del mes del año. En meses como octubre, noviembre o febrero el billete (ida y vuelta) puede costar unos 45-50€ en total. Durante el resto del año la ida y vuelta no supera los 100€ de media.
Hay que tener en cuenta que la conexión desde Coruña es con London Gatwick, por lo que tendréis que tomar un bus o tren para llegar al centro de Londres. Como consejo si viajas en tren desde el aeropuerto, nunca compréis los tickets en las máquinas del aeropuerto, ya que os cobrarán mucho más y no es necesario tener el billete físico. Podéis pagar directamente con vuestra tarjeta de crédito/débito en el torno y ahorraros la mitad del billete.
¿Qué ver?
El Palacio y la Abadía de Westminster
Construido en 1847, tras la destrucción del antiguo palacio trece años antes a causa de un terrible incendio, este icónico edificio alberga las dos cámaras del parlamento del Reino Unido. La Cámara de los Comunes y la Cámara de los Lores. Si estáis interesados en visitarlas, hay que reservar con bastante antelación en su página web. Tened en cuenta que a partir de noviembre las visitas solamente tienen lugar los sábados.
El edifico más emblemático de Londres es sin duda la Torre del Reloj del Palacio de Westminster, el famoso Big Ben. Construida en 1858 y con 106 metros de altura, esta torre de estilo gótico cuenta con cuatro relojes de 7 metros de diámetro y una enorme campana de 14 toneladas. En realidad, el nombre de Big Ben hace referencia a la gigantesca campana, pero con el paso del tiempo se ha ido generalizando para hacer referencia a la torre entera.
Al lado del palacio se encuentra la Abadía de Westminster, el templo religioso más importante de la ciudad y el lugar donde se han realizado todas las coronaciones de los monarcas ingleses, desde el año 1066 con la coronación de Guillermo el Conquistador, así como otros actos de la familia real. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987, la abadía fue reconstruida en el siglo XVI con un estilo gótico y en el XVIII se construyeron las dos icónicas torres de la entrada. Aunque el precio de la entrada es bastante elevado (36€), merece la pena pagarla para poder ver el impresionante interior del templo y visitar lugares como el rincón de los poetas, Lady Chapel, el Trono de San Eduardo o Collage Garden.
El Palacio de Buckingham
La residencia oficial del Rey de Inglaterra es uno de los monumentos con más historia e importancia de la ciudad. Construido por orden del duque de Buckingham en 1703, el edificio fue adquirido por el rey Jorge III en 1762 y desde 1837 ha servido como residencia de la Familia Real Británica en Londres.
Es importante cuadrar vuestra visita al palacio con el cambio de guardia, una ceremonia histórica que no os podéis perder. Tiene lugar todos los días de la semana a las 11 horas, excepto los martes, jueves y sábados.
El palacio puede visitarse por dentro únicamente en determinadas fechas del año, solo podréis visitarlo entre los meses de julio y octubre.
El Tower Bridge
Llegados a las orillas del Río Támesis, nos encontramos con otro de los símbolos de Londres, el Tower Bridge, el puente más famoso y bonito de la ciudad. Su nombre se debe a la proximidad que tiene con la Torre de Londres.
Este puente levadizo de estilo victoriano cuenta con dos pasarelas acristaladas que conectan las dos torres y se pueden visitar pagando una entrada de 15€, que incluye la visita al museo sobre la historia del puente y una exposición de su antigua maquinaria. Las vistas desde arriba son espectaculares, pero si no estáis interesados en pagar, podréis cruzarlo completamente gratis por la pasarela levadiza cuando esta no está levantada. Si os interesa presenciar el levantamiento de la pasarela podréis consultar online en que horas del día se levantará.
La Torre de Londres
Construido en 1078 por Guillermo II “El Conquistador”, este histórico castillo es en la actualidad el Palacio Real y la Fortaleza de su Majestad. Allí se albergan las Joyas de la Corona, una impresionante colección de joyas y otros objetos reales entre los que destaca “La Estrella de África”, el diamante tallado más grande del mundo. En la visita podréis visitar la famosa Torre Blanca (de ahí el nombre de la fortaleza), el Palacio Medieval y estancias como la Capilla Real de San Pedro y Vincula. El precio de la entrada es de 42€.
Durante 900 años, la Torre de Londres sirvió como prisión para aquellos que cometieron crímenes contra la monarquía. Personajes históricos como la reina Jane Grey o la reina consorte Ana Bolena (la segunda esposa de Enrique VIII) estuvieron prisioneras. La Torre de Londres fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988.
El London Eye
Con 135 metros de altura y 120 de diámetro, el London Eye es la noria más grande de Europa y la tercera más grande del mundo. Construida en el año 2000 para celebrar el nuevo milenio, la noria se ha convertido en otro icono de la capital británica y uno de las primeras imágenes que se nos vienen a la cabeza cuando pensamos en Londres.
El London Eye cuenta con 32 cabinas de cristal de 10 toneladas de peso cada una, caben 25 personas por cabina y el recorrido dura media hora. El precio de las entradas es bastante elevado, 35€ comprándola por anticipado y 50€ comprándola en la taquilla. Las vistas son impresionantes, pero ya es decisión de cada uno pagar ese precio para disfrutarlas.
Trafalgar Square y Picadilly Circus
Considerada como una la plaza más importante de la ciudad, Trafalgar Square es el lugar perfecto donde sentarse a descansar después de un largo día de turismo. En el centro de la plaza se alza una columna de 50 metros de altura con una estatua del Almirante Nelson en lo alto y cuatro leones de bronce a los pies del monumento. Nelson falleció en la Batalla de Trafalgar, combate en donde la armada británica salió victoriosa frente a las tropas españolas y francesas, de ahí el nombre de la plaza. Allí también se encuentra la National Gallery. Como curiosidad, Trafalgar Square es considerado oficialmente por la legislación británica como el centro de Londres, desde ahí se mide la distancia desde la capital hasta cualquier otro punto.
Para llegar a la plaza desde el Big Ben o la Abadía de Westminster, simplemente tendrás que recorrer Parliament street, una de las calles más bonitas e importantes de Londres. Una de las calles que da a Parliament street es Downing Street, en cuyo edificio número 10 reside el primer ministro del Reino Unido.
Una vez llegados a Trafalgar Square, si caminas un poco más, podrás llegar hasta otra de las plazas más famosas y concurridas de la capital británica, Picadilly Circus. Considerada como el “Times Square de Londres”, esta es una zona llena de tiendas, teatros, restaurantes y bares. Hay gente a todas horas del día y el ambiente es siempre vibrante.
Museos, parques y barrios imprescindibles
Los tres museos imprescindibles de Londres son el Museo Británico, la National Gallery y el Museo de Historia Natural. ¡Todos ellos gratis!
Si viajáis con niños, uno de los mejores planes es hacer el tour de Harry Potter en los estudios de la Warner Bros. Lo más cómodo es contratar un tour desde Londres o comprar las entradas por vuestra cuenta y desplazaros en transporte público hasta allí.
En los estudios de Harry Potter podréis recorrer los mismos escenarios empleados en las ocho películas, ver objetos y trajes originales usados en los rodajes y aprender los secretos detrás de las grabaciones de todas las películas de la saga. La entrada tiene un precio de 67€, por lo que tenéis que ser muy fans de Harry Potter para disfrutar de la experiencia.
Para daros un descanso del bullicio del centro os recomiendo ir a Hyde Park, Regent´s Park o St James´ s Park, dos pulmones verdes en el medio de la capital, que sirven como el lugar perfecto para disfrutar de la naturaleza. Si os coincide pasear por Hyde Park un domingo por la mañana, os recomiendo ir hasta el Speaker´s Corner en el noroeste del parque. Este es un lugar donde personajes excéntricos y oradores imparten discursos sobre cualquier tema y siempre se concentra bastante público porque es un auténtico espectáculo.
Por último, para poner la guinda, tenéis que pasaros por varios de sus mercados para comer en los puestos, comprar ropa o simplemente disfrutar del ambiente. Los mercados más populares del centro son Borough Market y Market Hall, en el este os recomiendo Brick Lane y Broadway Market, en el sur destaca Greenwich Market, en el oeste Portobello Market y en el norte se encuentra el famoso Camden Market.
¿Dónde comer?
Después de este intenso recorrido por la ciudad, es hora de reponer fuerzas y comer los platos más ricos y populares en Londres. Aunque tenga bastante mala fama, la gastronomía inglesa no es tan mala como uno puede llegar a pensar y tiene platos deliciosos. Además, la enorme multiculturalidad de la ciudad y del país se refleja a la perfección en la variedad gastronómica, por lo que tendréis la oportunidad de probar platos típicos de casi todos los países del mundo. De hecho, la multiculturalidad es tal que el plato nacional de Inglaterra es el Pollo Tikka Masala.
Para empezar el día de la manera más british posible debéis comer el famoso desayuno inglés, el cual incluye huevos fritos, bacon, salchichas, tomate, beans y pan. Regency Cafe es uno de los locales más famosos para comer este clásico de la cocina inglesa, el cual podréis probar en casi todos los cafés de la ciudad. Terry´s, Maggies o Casa Fabrizio son otras excelentes opciones.
Tres de los platos más populares y tradicionales de la cocina inglesa son el Shepard´s Pie, el Solomillo Wellington y el Sunday Roast, presentes en los menús de la mayoría de los pubs de Londres. Algunos de los pubs más recomendados para vivir una auténtica experiencia británica son The George, Churchill Arms y Dickens Inn. Para comer algo rápido y rico tenéis numerosas opciones para salir del paso, pero estando en Inglaterra no os puedo proponer otras opciones que no sean bagels, fish and chips o los tradicionales pies.
Los mejores locales para probar cada uno de estos platos son Beigel Bake, Toff´s o Brockleys Rock para fish and chips y Manze para un delicioso pie con mash. Pero si no tenéis muy claro qué tipo de comida os apetece, una buena opción es ir a mercados como el de Camden, Covent Garden o Market Halls como el ubicado en Oxford Street para poder vivir en primera persona la variedad de opciones gastronómicas y disfrutar de la ciudad tal como lo haría un local.
Hasta aquí esta aventura por la capital de Gran Bretaña. Espero que os haya resultado interesante y que esta pequeña guía os anime a visitar Londres. Sin duda esta es una de las ciudades más increíbles de Europa y uno de los lugares que uno debe visitar al menos una vez en la vida. Nos vemos muy pronto en un nuevo viaje por Europa, ¡Hasta la próxima!