España tiene una industria centrada en los servicios que hace que su economía tienda a generar en verano una demanda de puestos de trabajo estacional. Con la serie histórica de datos en la mano, los meses de junio suelen ser positivos para el empleo porque inician la pauta estacional del verano unida al turismo. Este mes se incorporaron 55.000 nuevos afiliados en lo que supone el peor mes de junio desde el año 2015.
Si procedemos a desestacionalizar los datos, que es eliminar la creación de empleo propia de ese mes, nos vemos en una realidad en la que el mercado laboral español destruyó 20.200 afiliados según los datos emitidos por la Seguridad Social. Siendo julio de 2022 el último mes en el que el mercado laboral español destruyó empleo.
La racha alcista que venía recogiendo el mercado laboral español en el último año parece que se modera y el país se queda a las puertas de conseguir un récord de 21 millones de afiliados. Este récord de afiliación contrasta con las horas trabajadas, que siguen sin superar los hitos de 2019 en prepandemia, todo ello con una menor afiliación. Lo que resume que, si bien hay más cotizantes, la gran mayoría de los contratos son de corta duración o a jornadas parciales.
Por sectores, la hostelería incorporó un 10% menos que la media de los meses de junio en el anterior ciclo expansivo entre los años 2014 y 2019. La media del último ciclo expansivo es donde nos tenemos que comparar para saber la tendencia general del mercado laboral. Ahora bien, si comparamos los datos únicamente con 2019, hay un 10% más de afiliados exclusivamente en el sector hostelería.
En el caso de la construcción y la industria, ambos sectores han incorporado menos afiliados que la media del ciclo expansivo anterior y también lo que sorprende, más si cabe con el Gobierno actual, es la destrucción de empleo en el sector público por los contratos temporales.
Dependiendo de la línea editorial del medio de comunicación que se elija, se puede enarbolar los datos de paro que bajan de los 2,7 millones de personas por primera vez en 15 años o que la afiliación alcanzó en junio el nivel más alto desde que hay datos. La realidad es que hay que ver todos los datos de empleo en su conjunto y analizar las series comparativas sin la metodología que incluye como empleados a los fijos discontinuos sin actividad laboral, además de comprar las horas trabajadas en el país antes y después de la pandemia.
Si toda la población en España trabajara una hora al día el paro sería del 0% y habría un aumento de cotizantes. Sin embargo, tanto la suma de cotizaciones sociales como las de horas trabajadas se encontrarían en mínimos. Por lo que hay que ser riguroso con los titulares. Los datos de empleo tienen que ser leídos en conjunto y en particular, hay que añadir a las cifras paro registrado de 2,7 millones de personas a los demandantes de empleo no ocupados (DENOS) y a los demandantes de empleo con disponibilidad limitada por lo que la cifra real de paro asciende a 3,2 millones de personas.
Los datos positivos de empleo de esta legislatura corresponden con la creación de empleo por parte del sector público, así como la desviación de la metodología por la inclusión de los fijos discontinuos. Hay que dar crédito también a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) ya que dificulta la creación de empleo e incluso destruye empleo según informes de Banco de España, Iseak o la Universidad de Alcalá. Si subir el SMI fuera la panacea podríamos subirlo a 3.000€ y todos felices, ¿no?
Todo el mundo desea que los sueldos sean los más altos posibles, pero una cosa es desear que los sueldos sean los más altos posibles y otra es creer que si la ley establece que han de subir los sueldos, los sueldos vayan a subir en términos reales. Hay que tener mucho cuidado con el SMI porque puede generar lo que se llama una inflación de segundo orden impulsada por los costes salariales. Si a todos nos suben el sueldo un 10%, pagaremos un 10% más (mínimo) por todo lo que compremos.
Otra mención para los positivistas del mercado laboral es la tasa de desempleo juvenil española. Y es que somos los primeros, los campeones, en desempleo juvenil de todos los países de la zona euro con una tasa del 30%, aventajando en éste dudoso honor a países como Grecia (26&), Italia (23%) o Rumanía (22%).
Se pueden seguir analizando los datos, ahora con el censo de autónomos: 3,3 millones. 13 personas más que en junio del año pasado con un incremento frente al mes de mayo de 6.600 personas. El peor dato desde 2012, el peor año de la crisis financiera. Ahora, con cifra de contratos, en junio se formalizaron 1,5 millones de contratos lo que supone un 17% menos que hace un año y ya son datos comparables puesto que la reforma laboral se encontraba en vigencia. De esos 1,5 millones de contratos 200.000 contratos (el 14%) son indefinidos a tiempo completo.
En definitiva, no hay que quedarse con los titulares sensacionalistas de las líneas editoriales de los rojos y de los fachas. Hay que ir al documento original e ir viendo partida por partida para tener un criterio propio y que no te lo cuenten. Porque según algunos medios de comunicación son los mejores datos de empleo de la historia y según otros hay una clara ralentización. Habiendo analizado brevemente los datos, muestran una senda continuista que va en línea con la reforma laboral aprobada y el aumento del SMI por lo que se puede decir que no hay ningún tipo de sorpresa en los datos presentados.