La mayoría de los mortales fuimos configurados con una mentalidad binaria, donde interiorizamos un bien frente a un mal, blanco o negro … hoy, sin embargo, todo son matices y es obligado combinar ideologías con sentimientos de pertenencia… un lio monumental para muchos.
La articulación de mayorías hace complejo ese cumplimiento de lo prometido en su totalidad. La política, el acuerdo, el trato, el trueque y los principios no se equilibran con facilidad… es imposible no defraudar en una medida.
Sería bueno que de origen todos fuésemos mucho más maleables a la hora de entender, y, sobre todo aceptar como un éxito el mal menor … ya sé que muchos me veréis un descastado … que se le va a hacer, soy ante todo pragmático, un romántico centrista.
Cuando compramos un kit asumimos, como con las herencias, los activos y los pasivos, deseando que estos últimos se pueden congelar o trasladar a futuro pero no siempre es así.
Sabíamos que los independentistas podían ser parte de la ecuación el 23 J y así ha sido. Sus exigencias de hoy son, por tanto, las previsibles. Sus exigencias van ligadas a la consecución de un acercamiento a sus objetivos políticos.
Después de todas las críticas, actuaciones y búsqueda de apoyos en la pasada legislatura, nadie puede pensar ya que el Presidente tenga las manos atadas en este nuevo escenario.
Es indudable que el resultado electoral ha legitimado a Pedro Sánchez para hacer lo que quiera, otra cosa es que quiera o le convenga a él y su partido facilitar todo o parte de lo que le exigen en aras de ese desmembramiento insolidario.
El Presidente Sánchez, personalmente, se encuentra en una posición de dominio bien porque consiga los apoyos para su investidura o bien porque tenga que afrontar una repetición electoral habiendo mostrado públicamente que no se doblega.
Así las cosas, tenemos a unos que se ponen bravucones y a un Pedro Sánchez en silencio, y que puede acabar de desinflarlos porque no nos olvidemos que tanto ERC como JUNTS no tienen alternativa … nunca con el PP podrían siquiera soñar con un acercamiento a su meta.
Desde mi punto de vista aquí no tiene por qué haber más película, ni ninguna concesión inasumible … claro que todo ese relato lo veremos después de la previsible investidura fallida de Feijoo.
Y si alguna sorpresa se produce en este primer envite vendrá por parte del partido de Sabino Arana, que son quienes realmente están descolocados.
… hasta entonces, ¡todo son fuegos artificiales!