Una de las joyas de la gastronomía gallega celebra su 85 aniversario con un menú especial.
ue un negocio pueda colocar bajo su nombre el rótulo ˝Desde 1939˝, no puede ser sino un tremendo motivo de orgullo para sus propietarios y de admiración para todos los demás. Es por ello que hoy, desde estas líneas, quiero poner en valor todo lo que supone que el restaurante Costiña esté celebrando su 85 aniversario.
Y si ya el hecho en sí de alcanzar semejante longevidad es digno de elogio, lo es mucho más cuando el negocio, como es el caso de Costiña, está ubicado en un lugar como Santa Comba, a donde, desde luego, hace 85 años no era fácil acceder. Y aún hoy, tampoco es que sus comunicaciones sean como para echar cohetes.
En este caso hablo con especial conocimiento de causa porque vengo de una familia que creó, levanto y sostuvo un negocio en un entorno rural. Y por lo tanto, conozco bien y de primera mano las dificultades añadidas que esta circunstancia conlleva.
El restaurante Costiña de Santa Comba celebra su 85 aniversario.
Hace unos días tuve ocasión de visitar el restaurante para disfrutar allí del menú especial ‘Costiña 85’ que para esta celebración ha elaborado Manuel Costiña, nieto de los fundadores. Y he de decir que advertí desde el primer momento, no solo la calidad de la propuesta culinaria, avalada por una estrella Michelín, sino algo que para mí es mucho más importante. Advertí la pasión por lo que se hace. Advertí el afán por procurar la excelencia. Advertí el empeño en mejorar cada día. Y advertí y fui consciente, y esto me parece trascendental, del enorme trabajo, la constancia y la humildad de la familia y del equipo de Costiña. Estoy seguro de que sin esos elementos, habría sido imposible alcanzar estos 85 años de vida.
La excelencia del Costiña se basa en la pasión, el trabajo, la constancia y la humildad de la familia y de todo el equipo.
Costiña es un sitio especial porque la familia que lo regenta desde 1939 también lo es. Y a ese pasado, a esa herencia y a esta tradición ha querido rendir sentido homenaje Manuel Costiña con su menú ‘Costiña 85’.
En los últimos meses Manuel ha estado buceando en los recuerdos culinarios de la familia y manteniendo largas conversaciones con sus padres, Chucho y Pastora para ir entresacando la filosofía de base que da vida a este menú. Con una premisa clara: seleccionar los platos emblemáticos que elaboraban sus abuelos y sus padres y llevarlos a una nueva dimensión gastronómica, versionándolos y dándole su toque personal. Y ha sido precisamente como fruto de este trabajo de donde han nacido los 16 pases que conforman este espectacular menú.
A lo largo de este año especial, Costiña contará con la colaboración de destacados chefs y bodegueros, que harán las delicias de los afortunados clientes que lo disfruten.
A mayores, con motivo de esta efeméride, a lo largo del año en Costiña se van a desarrollar una serie de acciones que contarán con la colaboración de destacados chefs –entre los que participarán una veintena de estrellas Michelín- y bodegueros de referencia.
Y no es para menos. Costiña es hoy uno de los buques insignia de la gastronomía gallega. Pero es muchas cosas más. Es la prueba fehaciente de que con inquietud, esfuerzo, determinación, teniendo las ideas claras y con una notable dosis de arrojo, se pueden alcanzar las más grandes metas. Y que para ello no es imprescindible estar en el centro de la Castellana. Ochenta y cinco años después, estoy bien seguro de que Secundino y Leonor estarían hoy enormemente orgullosos de vosotros.