Vamos a comenzar este epílogo volviendo a felicitar otra vez al portavoz del Partido Popular, Miguel Lorenzo, porque, de nuevo, ha logrado que Inés Rey rectifique y que los coruñeses nos ahorremos dinero. El líder del partido más votado en las elecciones municipales del pasado mes de mayo ya ha manifestado que “no apoyaremos esta indignante e injustificada subida generalizada de impuestos municipales que Inés Rey ha ocultado a los coruñeses”.

Ya hemos destacado que los coruñeses nos hemos ahorrado más de 80 millones de euros, gracias a las decisiones del gobierno municipal del PP en 2011 en la gestión de la planta de Nostián y, en la actualidad, gracias a su denuncia de que Inés Rey pretendía subir un 5% el IBI y no un 3% como afirmaba la alcaldesa. Lorenzo se ha apuntado ahora otro punto positivo porque descubrió que, en la primera rectificación, la subida del IBI era del 3,33% y peleó para que, al menos, Inés Rey cumpliese estrictamente lo que afirmaba y la subida se quedó finalmente en el 3%. Para eso está la única oposición real en el ayuntamiento coruñés, para realizar el control de las decisiones del gobierno municipal y defender a los vecinos.

Este es el último capítulo de la serie en la que hemos desmontado con argumentos la afirmación realizada por la alcaldesa Inés Rey (“Voy a subir los impuestos porque no voy a recortar servicios”). Tras cinco años de incremento de la presión fiscal, en la que la regidora utilizó su peculiar exprimidora para sobre recaudar 65 millones gracias a un 16% de la subida de IBI, en un escenario muy complicado para miles de familias coruñesas; unido a un grado muy elevado de incumplimiento del capítulo de inversiones prometidas para los barrios en los presupuestos municipales, cifrado en 180 millones en cuatro años, y con casi 100 millones de remanente de tesorería guardado en los cajones, Inés Rey no tiene una sola razón lógica para subir los impuestos municipales otra vez.

Es cierto que la escandalosa cantidad de dinero público que ha despilfarrado en propaganda el gobierno municipal de Inés Rey y Lage Tuñas, para maquillar la realidad, ha propiciado la carambola electoral que, gracias al apoyo sin condiciones de sus socios preferentes del BNG, les va a permitir otros cuatro años de promesas incumplidas, fiestas para anestesiar al pueblo, anuncios que nunca se hacen realidad y un nivel de ineficiencia en la gestión municipal que está logrando apagar como una vela a la, en otros tiempos, ciudad referente en el noroeste de España.

Como hemos comprobado en la encuesta realizada por Galicia é Progreso para AHoyNoticias, en estos últimos años nada ha cambiado, salvo la desidia de los gobernantes y la frustración de los vecinos, ya que una media de 6 de cada 10 personas considera que su barrio se ha estancado o ha empeorado y en los barrios de la ciudad donde residen 7 de cada 10 vecinos, la opinión mayoritaria es desfavorable a la gestión del gobierno municipal de Inés Rey y Lage Tuñas.

Siempre nos ha gustado argumentar nuestras conclusiones y hoy vamos a recordar algunos ejemplos de la ineficiencia en la gestión del gobierno municipal:

  • Hemos visto con incredulidad como se deterioraba el Palacio de la Ópera por unas goteras causadas por el inexistente mantenimiento.
  • Asistimos con gran indignación al deterioro de los colegios públicos de la ciudad debido a la absoluta desidia en el mantenimiento obligatorio que tendría que realizar periódicamente el ayuntamiento. Lo más sangrante es que, a pesar de esta indolencia, Inés Rey y Lage Tuñas siguen clamando por la defensa do “ensino público”. Eso sí con goteras y degradación de las instalaciones por falta de mantenimiento.
  • Hemos escuchado las quejas de los usuarios de instalaciones deportivas como las de San Diego, donde también hay goteras y nada se mantiene adecuadamente porque la empresa concesionaria lleva años con el contrato en precario debido a que el concejal responsable, Lage Tuñas, no hace su trabajo de licitar un nuevo servicio.
  • Comprobamos como existen numerosas contratos y concesiones municipales caducadas desde hace años, lo que supone una clara irregularidad administrativa y una merma para la calidad de los servicios públicos municipales que repercute negativamente en los coruñeses.
  • Nos hemos llevado as manos a la cabeza con las denuncias de usuarios de bibliotecas municipales, como la de Os Rosales, donde han tenido que tapar los libros con plásticos porque la ausencia de mantenimiento de la cubierta provoca goteras de tal calibre que casi son cataratas.
  • No damos crédito a que Inés Rey haya tardado seis meses tras las elecciones municipales en constituir los consejos de administración de EMALCSA, EMVSA y EDAR DE BENS, las tres empresas municipales que gestionan servicios municipales estratégicos (agua, alcantarillado, depuración,) y que han estado paralizadas por la desidia de una alcaldesa que solo se dedica a hacer promesas que nunca cumple.
  • Y, como puede comprobarse en el vídeo que ilustra este artículo, son muchos los vecinos de A Coruña que nos envían sus testimonios y fotos sobre el deterioro de sus barrios y que muestran un estado de indignación elevado por la ineptitud de los gobernantes municipales que no hacen su trabajo.

Cada día, el goteo de noticias que ilustran las consecuencias de la ausencia de un adecuado mantenimiento de espacios públicos ya forma parte del paisaje de nuestra ciudad. Algunos ejemplos recientes nos recuerdan que la desidia y la falta de mantenimiento, muchas veces, afectan a las personas, como a los dos vecinos que acabaron en el hospital al romperse una barandilla de la playa de Oza o la cantidad de personas que, día si y día también, sufren las consecuencias de la falta de mantenimiento de aceras y calles con tropezones y caídas, con serias consecuencias para su salud.

Si Inés Rey tiene una cantidad importante de dinero de remanente en los cajones del Palacio de María Pita y no cumple lo que aprueba en los presupuestos municipales, no se puede escudar en la “sostenibilidad” de los servicios municipales para subir impuestos. Otra cosa es que necesite exprimir a los vecinos para pagar la nómina del ejército de asesores, directores, coordinadores y altos cargos con dedicación exclusiva que está tejiendo para reforzar su red clientelar, pero eso no beneficia en nada a la ciudad. Más bien la perjudica y la empuja al ostracismo.