El VPH es la infección de transmisión sexual más común en el mundo y la situación en España es especialmente preocupante, con una prevalencia de infección en mujeres jóvenes de 18 a 25 años de hasta el 29%.

El Virus del Papiloma Humano (VPH) es un grupo de más de 200 tipos de virus, algunos de los cuales pueden causar infecciones que pueden dar lugar a crecimientos en la piel o en las membranas mucosas (verrugas genitales) e incluso a ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de cuello uterino, anal, orofaríngeo y otros cánceres genitales. 

 El VPH se transmite principalmente a través del contacto sexual, incluyendo el sexo vaginal, anal y oral. La mayoría de las infecciones por VPH son asintomáticas y pueden resolverse por sí solas. Sin embargo, algunos tipos de VPH pueden causar verrugas genitales o, en casos más graves, conducir al desarrollo de cáncer en la parte inferior del útero que se conecta a la vagina (cuello del útero). 

Hay más de 40 tipos de VPH que afectan a las áreas genitales, y al menos 14 de ellos se consideran de alto riesgo al estar asociados con el cáncer

Otros tipos de cáncer, entre los que se incluyen el cáncer de ano, pene, vagina, vulva y parte posterior de la garganta (orofaringe), también se ha relacionado con la infección por el virus del papiloma humano.

Las infecciones por VPH, a menudo, se transmiten mediante las relaciones sexuales, el sexo anal y otros tipos de contacto de piel con piel en la región genital, por lo general a través de un corte, una abrasión o un pequeño desgarro en la piel. 

Además, algunas infecciones del VPH, que causan lesiones bucales o en las vías respiratorias superiores, se contraen a través del sexo oral. Otras originan lesiones en la lengua, las amígdalas, el paladar blando o dentro de la laringe y la nariz.

Foto. Es fundamental realizar test de VPH para detectar lo antes posible la infección, si se llevan a cabo relaciones sexuales sin protección con parejas no habituales

Vacuna contra el VPH

Las vacunas son altamente efectivas para prevenir la infección originada por las cepas del virus del VPH que tienen mayor probabilidad de causar verrugas genitales o cáncer de cuello del útero. Las recomendaciones para la vacunación varían ligeramente según las regiones y organismos de salud.

Se recomienda que la vacuna se administre a niños y niñas alrededor de los 11 o 12 años, aunque se puede empezar desde los 9 años. La vacunación es más efectiva antes de la exposición al virus, es decir, antes de que los jóvenes comiencen su vida sexual.

La vacunación también se recomienda para todos los adolescentes y adultos jóvenes hasta los 26 años, si no se vacunaron previamente.

La vacuna para prevenir la infección por VPH es más efectiva en niños y niñas de 11 o 12 años y en personas jóvenes hasta 26 años

En los adultos entre 27 y 45 años la vacunación puede ser menos beneficiosa, porque es más probable que ya hayan estado expuestos al VPH. Sin embargo, algunas personas en este rango de edad pueden beneficiarse de la vacuna, y debe ser valorado por un profesional de la salud.

En menores de 15 años se recomienda una serie de dos dosis, con la segunda dosis administrada 6-12 meses después de la primera, mientras que en los de 15 años o más, se recomienda una serie de tres dosis. La segunda dosis se administra uno o dos meses después de la primera, y la tercera dosis se da seis meses después de la primera dosis.

Existen varias vacunas contra el VPH disponibles, incluyendo la Gardasil 9, que protege contra nueve tipos de VPH (7 de alto riesgo y 2 de bajo riesgo), incluyendo los tipos que son responsables de la mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino. Otras vacunas anteriores ofrecen protección contra menos tipos de VPH, pero aún son efectivas.

Se ha demostrado que la vacunación reduce significativamente la incidencia de verrugas genitales y lesiones precancerosas cervicales, lo que lleva a una disminución de los cánceres relacionados con el VPH a largo plazo

Las investigaciones han demostrado que la inmunidad conferida por la vacuna es duradera, protegiendo por muchos años, posiblemente toda la vida, contra los tipos de VPH incluidos en la vacuna.

La vacuna contra el VPH es segura y bien tolerada. Los efectos secundarios suelen ser leves, como dolor en el lugar de la inyección, fiebre leve, dolor de cabeza o fatiga. Reacciones alérgicas graves son extremadamente raras.

Es importante educar a los padres, adolescentes y adultos jóvenes sobre la importancia de la vacunación contra el VPH y cómo puede prevenir varios tipos de cáncer.

A pesar de la vacunación, las mujeres deben continuar realizándose las pruebas de Papanicolaou y pruebas de VPH según las recomendaciones médicas, ya que la vacuna no protege contra todos los tipos de VPH.

Foto. En Galicia se ha ampliado la campaña de vacunación de VPH a chicos de entre 15 y 18 años

Tanto hombres como mujeres deben vacunarse, ya que el VPH puede afectar a ambos géneros y la vacunación ayuda a reducir la transmisión del virus y previene los cánceres relacionados con el virus en otras áreas y las verrugas genitales. De esta forma, en Galicia, el programa de vacunación empezó en 2008 con las niñas de 12 años, más tarde la cobertura se amplió hasta los 18 años y en el 2022 se comenzó con los chicos mayores de 12 años, para terminar este año ampliando la cobertura a los que tienen entre 15 y 18 años.

La vacunación contra la infección por VPH es una herramienta poderosa en la prevención del cáncer y otras enfermedades relacionadas con este virus. Aumentar las tasas de vacunación y continuar con las campañas de concienciación son pasos cruciales para combatir las enfermedades asociadas con el VPH.