Desentrañando el arma económica del imperialismo americano para quedarse con los mercados globales de países en subdesarrollo
A lo largo de algunos artículos escritos en este medio durante este año, he buscado explicar con un lenguaje sencillo, el funcionamiento y la operativa de instituciones financieras como pueden ser, el Tesoro americano o la Reserva Federal, y de como trabajan en conjunto para conseguir el llamado triple mandato: estabilidad de precios, crecimiento económico y creación de empleo.
Esta semana se ha publicado un estudio revolucionario, sobre como el Tesoro está haciendo un “QE en la sombra”. Los autores, Roubini y Stephen Miran demuestran que los ajustes de emisiones del Tesoro han supuesto una bajada de 25 puntos básicos en los intereses a largo plazo, actuando como un QE de la FED. Según ellos, el Tesoro ha manipulado el riesgo de duración, estimulando asi la economía y las condiciones financieras como un QE. Lo llaman ATI (Emisiones Activistas del Tesoro) y ha neutralizado el efecto restrictivo de la FED y controlado la curva de tipos artificialmente.
Roubini y Stephen Miran sostienen que los ajustes de emisiones del Tesoro americano han supuesto una bajada de 25 puntos básicos en los intereses a largo plazo
Primero expliquemos qué es un QE y cómo este transfiere el riesgo de duración del mercado a la FED. La FED crea reservas en su balance y compra activos (bonos y MBS) y transfiere ese riesgo de duración del balance de los bancos al suyo. Además, al ser un comprador de bonos, lo que consigue es incrementar la demanda y así subir el precio, haciendo que los intereses en esos tramos bajen.
El estudio argumenta que el ATI es lo mismo, pero en vez de trasladar el riesgo de duración del mercado a la FED, directamente limitan la creación de este riesgo haciendo que el efecto neto sea el mismo. ¿Cómo? Con los cambios en las emisiones de deuda, “jugando” con la duración de estas, endeudándose con un porcentaje alto en los tramos cortos, o largos si buscasen justo el efecto contrario.
Recordemos que EE. UU. tiene un déficit del 7%. Cuando gastas más de lo que ingresas eso es déficit y debe financiarse con emisión de deuda. El Tesoro emite esa deuda en distintas duraciones y combinando letras (corto plazo) y cupones/bonos (larga duración). En los últimos trimestres, el Tesoro, viendo que los tipos de interés en los tramos largos subían y generaban un efecto restrictivo con alto riesgo para la economía, ha rotado sus emisiones a un mayor porcentaje de letras en vez de cupones.
Como podemos ver en el gráfico de la izquierda, el porcentaje de la deuda total en letras se encuentra a punto de superar la media histórica, pero si observamos el de la derecha, podemos ver que cuando el 70% o mas de la deuda emitida en los últimos 12 meses es en forma de letras, coincide con una recesión, y no es que sea señal de una recesión, sino que es la respuesta a esta, podríamos hablar entonces de una crisis encubierta.
Esto sucede, aun encima, en un año electoral, ya que no hay que olvidar que el cargo de Yellen, depende de que los demócratas ganen, ahora al frente de Kamala Harris, ya que fue Biden quien la puso en el cargo en 2021.
Cada trimestre en la llama QRA, el Tesoro decide cuanta deuda emitir y la composición de esta. Ahora veremos el impacto que han tenido las ultima en el rendimiento de la deuda americana, china, española y brasileña, es decir países del G20 en cada continente.

Gráfico. EE. UU. (Linea Azul oscuro), China (Linea Naranja), España (Linea Azul claro), Brasil (Linea Amarilla)
Podemos observar, por tanto, cómo las fluctuaciones de la deuda americana están muy influenciadas por el propio Tesoro americano, pero, además, por el papel que tiene Estados Unidos a nivel global. Al ser líder en la hegemonía cultural, económica y militar, dicha institución tiene influencia además sobre las cotizaciones de la deuda de países más allá de las fronteras de Estados Unidos, y es que al final el liberalismo promulgado por Estados Unidos no es otra cosa más que esto.
Es el poder del mercado y de esa mano invisible, que en realidad son las grandes corporaciones y departamentos públicos estadounidenses, que pueden desestabilizar países a su antojo y utilizan términos en clave, como puede ser el índice de la democracia, que en realidad significa qué tan vulnerable es un país de cara a la penetración del gran capital anglosajón. Sin embargo, sí un gobernante decide la creación de un Estado soberano, enseguida es tachado de dictador.
Estados Unidos endeuda países en subdesarrollo y estos deben destinar todos sus recursos a producir bienes de valor, para poder devolver sus préstamos y al final del proceso sustituyen las empresas nacionales por sus corporaciones, adueñándose de todos los mercados globales
Como hemos visto, Estados Unidos toma estas decisiones en base a su interés, si bien es cierto que beneficia al resto de países, que se van a endeudar de forma más barata, aunque podría llegar a darse el caso de que Estados Unidos pueda permitirse el lujo de endeudarse más caro y, sin embargo, el resto de los países no.
Esta es una pieza fundamental de su imperialismo, ya que endeudan países en subdesarrollo, con una moneda que pueden “crear del aire” y, en consecuencia, esos países deben destinar todos sus recursos a producir bienes de valor, para poder devolver sus préstamos, al contar con recursos estratégicos, infraestructuras, materias primas y mano de obra barata, para más tarde, con premeditación y alevosía, provocarles un default o una situación cercana y, desde esa situación de ventaja, forzar sus condiciones.
Un ejemplo de esto podría ser la crisis latinoamericana de deuda. Te venden que gracias a ellos te vas a desarrollar, pero en realidad buscan forzar una situación donde quedarse con todo lo valioso de un pais construido a lo largo de generaciones y sustituyen las empresas nacionales por sus corporaciones, adueñándose de todos los mercados globales.