Tras los consejos sobre salud física, nutrición y descanso, así como hábitos saludables y revisiones de salud, hoy abordamos las claves para cuidar la salud mental y evitar el estrés.
La salud mental, o el bienestar mental, es esencial para la salud y calidad de vida en general. La salud mental afecta la forma en que pensamos, sentimos, actuamos, tomamos decisiones y nos relacionamos con los demás.
Controlar el aislamiento social, la soledad, el estrés, la depresión y el estado de ánimo, mediante el cuidado médico y personal es clave para envejecer saludablemente.
El aislamiento social y la soledad
Es posible que, a medida que las personas envejecen, puedan encontrar que es difícil mantenerse socialmente activos. Algunos cambios, como pérdida de la audición y de la visión, pérdida de la memoria, discapacidad, problemas para moverse y pérdida de familiares y amigos, hace que las personas mayores sean más propensas a estar socialmente aisladas o a sentirse solas.
Aunque parezcan similares, el aislamiento social y la soledad son diferentes. La soledad es la sensación angustiosa de estar solo o separado de los demás, mientras que el aislamiento social es la falta de contacto social y tener pocas personas con quienes interactuar con regularidad.
Varios estudios recientes muestran que los adultos mayores que están socialmente aislados o se sienten solos tienen un mayor riesgo de tener enfermedades del corazón, depresión y deterioro cognitivo:
- Un estudio de 2021, con más de 11,000 adultos mayores de 70 años, encontró que la soledad se asoció con un mayor riesgo de tener enfermedad cardíaca.
- Otro estudio, reciente descubrió que los adultos mayores socialmente aislados tenían más afecciones pulmonares crónicas y síntomas depresivos, en comparación con los adultos mayores con apoyo social.
- Sentirse solo también puede afectar la memoria. Un estudio con más de 8,000 adultos mayores de 65 años encontró que la soledad estaba relacionada con un deterioro cognitivo más rápido.
- Diversas investigaciones también muestran que ser socialmente activo puede beneficiar a las personas mayores. Un estudio con más de 3,000 adultos mayores señaló que los participantes que establecían nuevos contactos sociales sentían un mayor bienestar físico y psicológico.
- Ser sociable también puede ayudar a alcanzar metas para ejercitarse. Un estudio de 2019 encontró que las personas mayores que tenían contacto regular con amigos y familiares eran más activas físicamente que aquellas que no eran socialmente activas.
¿Qué se puede hacer?
- Mantenerse en contacto con los demás puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y el bienestar en general.
- Mantenerse en comunicación con familiares y amigos, ya sea en persona o por teléfono.
- Programar tiempo cada día para comunicarse con otros. Esto puede ayudar a mantenerse socialmente activo.
- Conocer gente nueva asistiendo a una clase para aprender algo diferente o perfeccionar una habilidad que ya tiene.
El estrés
El estrés es parte natural de la vida y puede presentarse de varias maneras. Puede surgir de acontecimientos o situaciones difíciles o también debido a cambios positivos, como el nacimiento de un nieto o un ascenso laboral.
Varias investigaciones muestran que el estrés constante puede cambiar el cerebro, afectar la memoria y aumentar el riesgo de desarrollar Alzheimer o una de las demencias relacionadas
Los adultos mayores corren un riesgo particular de sufrir estrés y problemas relacionados con el estrés. Un estudio reciente analizó cómo los niveles de cortisol, la hormona del estrés, cambian con el tiempo.
Los investigadores han descubierto que los niveles de cortisol en el cuerpo de una persona aumentan continuamente después de la mediana edad y que este aumento del estrés relacionado con la edad puede provocar cambios en el cerebro:
- Un metaanálisis, financiado por el Instituto Nacional de la Salud Mental, respalda la idea de que el estrés y la ansiedad reconfiguran el cerebro de manera que pueden afectar la memoria, la toma de decisiones y el estado de ánimo.
- Encontrar maneras de reducir el estrés y aumentar la estabilidad emocional puede ayudar a envejecer saludablemente. En un análisis de datos del Estudio Longitudinal del Envejecimiento en Baltimore, los científicos siguieron a 2,000 participantes durante más de cinco décadas, monitoreando su estado de ánimo y su salud.
- Los datos revelan que, en promedio, las personas emocionalmente estables vivieron tres años más que aquellos que tenían una tendencia a ser ansiosos o tener en un estado emocional negativo.
¿Qué se puede hacer?
- Las técnicas de meditación, actividad física y participar en actividades placenteras pueden ayudar a controlar el estrés.
- Llevar un diario personal también puede ayudarle a identificar y combatir los pensamientos negativos o que no lo ayudan.
- Comunicarse con amigos y familiares que puedan ayudarle a sobrellevar una situación angustiante de una manera positiva.
Hasta aquí este capítulo sobre salud mental y estrés. En el próximo capítulo hablaremos sobre cómo evitar y combatir la depresión.