El rey emérito

Pues sí, circula por las redes un post en el que se critica la vida sentimental del Rey Emérito cuya historia no considero yo la más apropiada. Quede, por tanto, aclarado para los que atacarán este escrito mi opinión sobre sus devaneos amorosos. 

No obstante, los que comparten y diseñan con clara intencionalidad el comportamiento del ya viejo y olvidado monarca no se paran en publicar y quejarse de la actual situación económica y social de su propio país. 

Nada escriben de los altos niveles de paro juvenil, del endeudamiento continuo en el que dejaremos a nuestros hijos y nietos, de la derogación de delitos de malversación y sedición, de la Ley del SI es Sí. De leyes que fomentarán las okupaciones de viviendas y un largo etcétera de promesas que nos convertirán en la elite de la economía mundial. 

Mientras tanto, el idioma, el cuarto más hablado del mundo, se elimina de autonomías y su paulatina desaparición es apoyada por el partido que nos gobierna sin que se les caiga la cara de vergüenza. 

Se trata de personas que son (sois) y que tienen una fijación destructiva de la Constitución del 78 y la Transición. Todo lo que signifique unidad y defensa de los valores que nos habíamos dado en el momento más crítico de vuestra historia reciente se trata de combatirlo con el argumento pueril de que dicha Constitución “no la voto mi nieto o mi hijo y, por lo tanto, no la acepto”. 

El que el Emérito tenga (o no), una hija fuera del matrimonio (al igual que la han tenido otros dirigentes mundiales) me importa bastante menos que toda la propaganda, promesas y mentiras a que nos están sometiendo UNOS Y OTROS. Miles de pisos sociales y hasta un millón de nuevos puestos de trabajo…. 

Y lo peor, lo más triste, es que España se está convirtiendo en una especie de Sálvame que tiene más difusión lo que hacen o dejan de hacer los famosos como Onieva y Tamara Falcó. 

Luchemos por nuestro bienestar y el porvenir de nuestros hijos y el monarca si tuvo o no hijos fuera del matrimonio que lo juzgue su familia o su conciencia…